jueves, 21 de febrero de 2013

Boal, Cova del Demo y Alto de Penouta

Al igual que los años anteriores de nuevo éste aprovechamos la onomástica de San Valentín como pura disculpa para regalarnos una escapadina de fin de semana y disfrutarlo en alguna casa de aldea, rural, vamos, alguna de esas con encanto que hay por esos rincones perdidos.
Nos resulta muy agradable escaparnos de la rutina, cambiar de aires y desentumecernos haciendo alguna ruta por nuestros guapos parajes asturianos.

Esta vez buscamos alojamiento al azar sin importarnos en que lugar ni concejo de Asturias estuviera, solo buscando un sitio coqueto y esto nos llevó al occidente asturiano, concretamente al concejo de Boal, perteneciente a la llamada Comarca del Navia.

Dicha comarca engloba los concejos de: Boal, Coaña, El Franco, Grandas de Salime, Illano, Navia, Pesoz, Tapia y Villayón.


Reservamos la estancia  en  los Apartamentos rurales El Bosque de las Viñas y ya antes de entrar la cosa pinta bien. Tiene toda la colección de placas de calidad turística, si se las concedieron imagino que por algo será.

 

El edificio, con más de dos siglos está reformado como alojamiento pero aún conserva la mayor parte de su estructura original de madera y muchos de sus antiguos muros de piedra.


Antes de deshacer las maletas y trastearlo todo nos hacemos las "fotos de estudio" para recordarlo en su estado original.


La casona consta de 5 apartamentos todos diferentes pero iguales en su cuidada decoración rústica. Tienen nombres tan sugerentes como "terra", "madera", "llume", "ferro" y "augua".


Nosotros elegimos el "ferro".
Una escalera de madera une sus dos alturas, abajo la cocina, el baño con ducha de hidromasaje y la sala de estar.
Arriba la habitación abuhardillada, donde tiene una chimenea de leña al lado de una bañera antigua de esas con patas y un par de claraboyas que dejan ver el cielo estrellado jejejejejeje ¡¡¡romántico!!!


Disfrutamos de la velada como lo merecía la ocasión.
Por cierto hoy día muchos piensan que lo de San Valentín es invento reciente para gloria de los centros comerciales, que tambien, pero su origen se remonta a la época del Impero Romano.
San Valentín fué un sacerdote que ejerció en Roma durante el gobierno del Emperador Claudio II y fué martirizado y ejecutado el 14 de febrero del año 270.
Por supuesto no faltaron las velas como buena "velada" y tampoco las típicas fresas con chocolate, que fundimos en ese invento "franchute" que ellos llaman "la fondue".



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La mañana del domingo amanecío nublada tal como auguraban los meteorólogos, osea que no nos sorprendimos.
Nos despegamos de las sábanas calentitas un poco perezosos, resacosos por culpa del vino de anoche y los chupitos de orujo casero, pero eso nos nos impide salir con las mochilas y los chubasqueros en ristre.
Nos costó decidirnos por una ruta  pues Nuria, la dueña de la casa nos recomendó tantas por la zona que no sabíamos cual elegir.
En recepción esta chica dispone de toda la información, tanta ó más que la mejor oficina de turismo, además de recomendaciones de su propia cosecha.

Finalmente nos decidimos por la Ruta "Froseira y Cova del Demo".

De camino hacemos alguna parada para disfrutar del estupendo paisaje en el entorno del Embalse de Doiras y admirar sus profundas aguas azul turquesa.








 
Según el mapa que llevamos, la ruta marcada (en verde) es de 10 km. aproximadamente en ruta circular desde el pueblo de Doiras a Doiras, pero nosotros la vamos a recortar y haremos aproximadamente 5 km. entre la ida y la vuelta (la señalo en amarillo) desde Froseiras.
El cielo cada vez está más encapotado, las previsiones son de lluvias para hoy a partir del medio día, así que trataremos de regresar antes de que nos coja la tormenta.




Llegamos a Froseira donde dejamos el coche. El pueblín es tan solo dos casonas pero estan bien cuidadas,  construcciónes de piedra y pizarra típicas de esta zona.

La ruta es de las que están bien marcadas así que no hay perdida.



Una pista ancha y llana por la que podría circular un todoterreno, nos lleva enseguida (500 m.) hasta el puente que cruza sobre el río Urubio.

 

Poco más allá el camino se bifurca en dos y el cartel indica dos opciones, pero lo tenemos sencillo, logicamente nos vamos a la izquierda, hoy será la ruta más corta.

 
Justo a partir de aquí empieza la única dificultad de la ruta.



 La pista es muy empinada, cada vez más, sin ningún descanso en algo más de kilómetro y medio, siempre hacia arriba y llena de hojarasca húmeda que en ocasiones nos hace dar un paso y retroceder dos resbalando. Mientras tanto atravesamos un bonito bosque musgoso de robles y hayas.

 

Mirando muy de cerca el musgo y los líquenes me recuerdan las barreras coralinas.



El último tramo el camino se hace algo más liviano, es más llano aunque muy pedregoso y continua alfombrado de hojas secas.
Tenemos unas preciosas vistas del Embalse de Doiras asomandose entre los árboles. Lástima que la bruma y la neblina tapa parte del paisaje.
 

 
 
Muy cerca ya de la "Cova" el paisaje se hace más fantasmagórico y los árboles más retorcidos, me encantan.


Llegamos a la boca de la "Cova del Demo", es una cueva natural de 15 m. de profundidad y 8 m. de altura que mantienen protegida con una reja para evitar el deterioro de las pinturas y grabados prehistóricos que datan de la Edad de Bronce (1500-1100 a.C.)
Está declarada Bien de Interés Cultural del Patrimonio Histórico del Principado de Asturias dicen que el único yacimiento del occidente astur.



Según nos contaron, la cueva a lo largo del tiempo tuvo muchos usos, desde cobijar el ganado a refugio durante la guerra civil además de otras historias más misteriosas que cuentan de presencias malignas y lugar de celebración de aquelarres.


Desde afuera no logramos distinguir ninguno de los dibujos antropomorfos (de hombre y mujeres) ni tampoco los zoomorfos (esquemáticos de animales) solo pudimos ver alguna que otra arañita despistada por la pared cuarcítica.

Y empieza a llover,nos tenemos que ir. Guardamos las cámaras y nos ponemos el chubasquero para regresar de nuevo tras algunos peligrosos resbalones a Froseira por el mismo camino cubierto de hojas secas traicioneras.

 
 
 
Ya no podemos hacer mucho más al aire libre, excepto comernos los bocatas que traemos y la empanada atechados bajo un árbol del parque de Illano desde donde teníamos previsto comenzar otra ruta para aprovechar la tarde, pero se fastidió.

 

De nuevo regresamos a casa y que mejor que pasar la tarde echando leña a la chimenea tomándose algo caliente acurrucados en el sofá. A mal tiempo, buenas soluciones.



Mientras se caldeaba la casa me doy una vuelta por los alrededores de la casa, una lástima pues se tiene que estar de vicio contemplando el paisaje desde estas terracita sentados en los bancos balancín.


 
 

Tambien me topé con esta mobylette en la parte de atrás, que vivió  tiempos mejores y ahora tiene una segunda oportunidad como macetero.



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Amanece, es lunes y está mucho mas sereno el tiempo que ayer. Se están disipando las nubes y trata de abrir el sol, hoy no llueve y hay buena temperatura.
De nuevo cogemos las mochilas y nos vamos de ruta, para hoy tenemos nuevos planes.
Subiremos al Alto de Penouta e improvisaremos ruta según veamos como va transcurriendo la mañana.



Una vez llegado a la señal que marca el Alto de Penouta nos desviamos con el coche hasta el "Mirador de Penouta Costa" justo al lado de un parque eólico y una enorme antena de telefonia que por cierto, arruina el precioso paisaje.

 


Desde aquí tenemos bonitas vistas de la costa y se distingue Navia al fondo.





Bajamos de nuevo desde el mirador al aparcamiento al lado de la carretera y empezamos a caminar.



Tomamos dirección al Penedo Aballón (piedra que se mueve) una gran roca que desde antiguo inspiró todo tipo de interpretaciones mágico-mitológicas. Por este motivo Aballón se localiza dentro de un paisaje sacralizado desde la prehistoria donde los primeros pobladores construyeron, hace miles de años, monumentales tumbas megalíticas que aún hoy se pueden observar, túmulos y dolmenes.

Por cierto la gran roca ya no se balancea, hace unos años que "personas de esas simpáticas que te partes la caja" hicieron palanca hasta que la derribaron. Yo no logré subirla a su sitio y mira que lo intenté con todas mis fuerzas jejejejej.

 

Desde aquí contemplamos una expectacular vista de Boal entre praderas de un verde rabioso.



Una docena de buitres nos sobrevuelan en circulos. Más tarde dimos con el motivo, los restos de un caballo estan esparcidos por la zona y ellos son los encargados del reciclado ecológico.



Tras un tranquilo paseo de unos siete kilómetros en recorrido circular llegamos de nuevo al Alto de Penouta (780 m.) para dar por terminado el paseo de hoy.



Ya solo nos queda regresar a nuestro apartamento rural para comer, empaquetar todo y regresar a nuestra casa.



Hasta la próxima, amigo gatete.