domingo, 22 de diciembre de 2019

(Cap. 2) Croacia y Eslovenia 20 días sin rumbo fijo

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NAVEGAMOS HASTA KORKULA

Martes 20 de agosto de 2019

Hoy es el día que regresamos sobre nuestros pasos, bueno más o menos, quiero decir que no vamos a ir más lejos. Ahora es todo retorno. Pero no va a ser tan rápida la cosa que todavía nos quedan diez días y muchos sitios que visitar antes de llegar a casa. Estamos a mitad del viaje, queda mucha tela que cortar.

Y esta mañana sin ir más lejos descubrimos la vista más impresionante de Dubrovnik. Seria pecado mortal irnos sin subir al mirador de los miradores, el no va más para disfrutar de la mejor panorámica de Dubrovnik y de un largo tramo de costa. Estamos en la cima del Monte Srd que está a 412 metros sobre el nivel del mar. Hasta aquí arriba se puede llegar al menos de tres maneras, a pié para los más deportistas, en teleférico ó en coche. Desconozco si hay algún autobús que llegue hasta aquí arriba, supongo que no pues la carretera es lo que viene siendo estrecha y retorcida.

Nosotros subimos en nuestro "picassito" y además de disfrutar de las vistas también aprovechamos para hacernos un bonito selfie, aunque-¿es correcto llamarlo así si lo haces con una cámara reflex y no con un móvil? Supongo que es lo mismo. Es aquí donde me hubiera gustado sacar mi bandera de Asturias para hacer mi típica foto de viajero conquistador de territorios como hago en todos mis viajes pero como ya os conté en el capítulo anterior mi banderita de Asturias decidió por si sola quedarse dentro del avión militar abandonado en el "Aeropuerto fantasma". Tendré que agenciarme otra cuando volvamos a casa.

No nos enrollamos excesivamente aquí arriba pues hoy queremos tomar un ferry que nos lleve a la isla de Kórcula y buscar algún alojamiento en su pueblo homónimo. Para ello nos tenemos que adentrar por la Península de Peljesac hasta el pueblo de Orebic que es donde está el embarcadero del que parten los ferrys.
En el trayecto encontramos al paso el pueblo de Ston, que paramos a visitar. Está justo a la entrada de la península. En él hay salinas de época romana, que aún se explotan. También aquí los romanos edificaron un castrum, osea una fortificación ó campamento militar. Destacando poderosamente en el entorno están las larguísimas murallas de 5 km de longitud construidas entre el siglo XIV y XV.
De hecho las llaman la pequeña muralla china europea y es verdaderamente impactante su tamaño viendo como se encarama por la ladera de la montaña hasta desaparecer por el otro lado.
Tiene 41 torres, 7 bastiones y 2 fuertes siendo uno de los complejos defensivos más grandes del Adriático y del mundo.
Estaría muy interesante hacer todo el recorrido pero con los 40 º C que tenemos hoy, caminar a pleno sol por ahí arriba es como para obtener el carnet de masoquista. Nosotros nos lo perdemos con gusto pues pasamos un huevo de darnos el palizón subiendo ladera arriba a la torrera.

En su lugar nos quedamos observándola desde abajo y disfrutando de las calles sombrías donde se conservan interesante edificios. Algunos restaurados y bien conservados junto a otros ruinosos y deshabitados como esta casa que me recuerda en sus detalles a las "Casas de indianos" que tenemos por el norte de España. Sobre el dintel se lee 1905, cuando la construyeron se acababa de estrenar el siglo XX, ya llovió desde entonces.

De este otro llama la atención las ornamentaciones de piedra que sobresalen a los lados de las ventanas. Al parecer se utilizaban antaño a modo de poleas para subir alimentos y muebles a las plantas superiores. Está muy bien pensado.

 Las murallas van desde Ston hasta Mali Ston, un pueblo marítimo vecino que esta justo al fondo del canal que forma la Península de Peljesac. Da la sensación de estemos contemplando un lago mas que la costa del mar Adriático.
En Mali Ston esta el Fuerte de Koruna de 1347 y la Torre Vieja. "Mali" significa pequeño en croata y en verdad es un pueblín muy pequeño aunque muy conocido por su importante producción de ostras y mariscos.

Nos marchamos de Mali Ston y seguimos por la carretera que recorre la península de Peljesac hasta llegar a Orebic que es donde debemos coger el ferry.
No tenemos ni idea de sus horarios pero fué llegar y besar el santo. Parece que estuvieran esperándonos pues en cinco minutos escasos ya estamos embarcados y navegando.
Estos ferrys que transportan entre islas tanto personas como vehículos son de la Compañía Jadrolinija  que es la mayor y más importante compañía croata. Opera rutas entre Italia y Croacia además de conectar numerosas islas de la costa croata. Fundada en 1947 a día de hoy se estima que a trasportado 10 millones de pasajeros y 3 millones de vehículos. De Orebic a Korcula pagamos 108 kn/14,65 € por un coche y dos personas. La travesía apenas duró 15 minutos.

Estamos llegando al pueblo de Kórcula que nos regala una imagen guapísima desde el mar. Su casco histórico está situado en una pequeña península rodeado por robustas murallas del siglo XIII con sus torres y bastiones.
En cuanto desembarcamos el sitio nos enamora, se respira la tranquilidad especial que disfrutan las islas y los isleños. El pueblo es una pasada, es como un decorado de película con su fortaleza y sus interesantes edificios histórico que se encuentran en su mayoría en buen estado de conservación. Pero de momento solo echamos un pequeño vistazo, todavía tenemos que dar un buen repaso al casco histórico y tengo la intuición que nos deparan bonitas sorpresas.

Junto al puerto nos topamos con un museo dedicado a Marco Polo uno de los viajeros más importantes de la historia. Y no teníamos ni la menor idea pero resulta que es en este mismo pueblo donde nació. La cosa es que según relatos del propio Marco Polo asegura que era veneciano. Parece que hubiera un error en esto pero tiene su lógica pues esta isla pertenecía en 1254 a la República de Venecia así que realmente si que era veneciano.

El museo no es que esté muy cuidado que se diga y mucho menos su casa natal que está derruida quedado solo en pié una pared y una especie de pequeña torre.

Nuestros estómagos nos dicen que ya está bien de piedras viejas, que es hora de comer, así que nos sentamos en la terraza del "Restaurante Marco Polo" por hacerle un homenaje al famoso viajero y de paso darnos un buen homenaje a nosotros mismos. Yo me pido unos ñoquis en honor a Italia y Carol pollo empanado con patatas en honor a si misma pues es lo que le apetece y punto en boca.

Después de comer continuamos nuestro camino al borde del puerto en busca de algún alojamiento chulo para quedarnos por aquí al menos un par de días. Nos gusta esta isla y ya necesitamos un poco de descanso.

Vemos algunos "sobes" en ubicaciones preciosas al borde del mar y pensamos que sería una pasada poder pillar alguno de ellos pero estamos convencidos que no nos lo vamos a poder costear. Picamos al timbre de uno al azár y preguntamos tímidamente si tienen alguna habitación libre. Desde luego donde está situado intuimos que nos van a clavar una pasta pero por preguntar no se pierde nada.
Sale a recibirnos una pareja mayor con cara de buenas personas y amablemente nos invitan a pasar para que podamos ver la habitación que tienen disponible. Entramos y joer, no puede estar mas chula, pero seguimos sin saber el precio. Preguntamos ansiosos,
-¿How much for the room?-Creo oir que piden 300 kn/noche-40 €. Pero aún incrédulo repito -¿300 kunas?
-Yes, yes 300 for night-
Estupendo, aceptamos sin dudar.

Esta al borde mismo del puerto a ras de mar, vamos que desde la ventana saludamos a los navegantes y casi tocamos el agua desde la ventana. Da la sensación de que estemos a bordo de uno de los yates que pasan delante de nuestra ventana.

Tenemos parquíng gratis, eso sí, aparcando en la calle. Y dicho aparcamiento está a tomar por culo del "Sobe". Al menos en esta parte del pueblo está prohibido aparcar y todos los coches tienen que aparcarse a las afueras.

La habitación tiene una cama enorme y una segunda más pequeña que usamos para tirar sobre ella toda la intendencia. También contamos con baño propio y un pequeño comedor con sillas y mesa, menaje de cocina y nevera grande pero sin cocina, ni fregadero, ni microondas aunque no nos hace falta pues para estas emergencias ya trajimos nuestra cocinita de acampada con nosotros.

Salimos enseguida con la toalla al hombro y bañadorcito. A pesar de ser el mismo puerto es increíble lo limpia y transparente que está el agua. No nos podemos resistir a darnos un baño justo frente al "sobe".
A la misma velocidad que se nos arrugan los dedos también se va ocultando el sol, así que no nos queda de otra que dejar de estar a remojo. Además tenemos cosas pendientes que hacer. Por de pronto tenemos que buscar una lavandería que ya tenemos sucia prácticamente toda la ropa. No fué difícil dar con una y allí dejamos los trapos lavando.

Salimos a pasear por Korcula aprovechando los últimos rayos de sol y como ya intuíamos el casco histórico es una pasada.

 Ante la plaza central está el monumento más destacado, la Catedral de San Marcos del siglo XIV con un campanario que sobresale imponente con sus 30 metros de altura.

En el interior se pueden ver varias pinturas obra de Tintoretto. Este fué el pintor más importante de Venecia entre el Renacimiento y el Barroco. Y lo llamaban Tintoretto simplemente por que su padre tenía una tintorería y el de crío se dedicaba a pintarrajear las paredes de la tienda. Su padre ya harto de tanto grafitti y al ver que el chaval era mañoso con la pintura lo envió a tomar pol culo al taller de Tiziano para que aprendiera el oficio.

Las tallas de la fachada principal, del rosetón y las cornisas son especialmente refinadas con abundancia de figuras y detalles.


Pero donde se lucieron fue con las tallas de la entrada. Ahí se nota la verdadera maestría de los escultores y mamposteros. Esculpieron un par de leones, típico símbolo veneciano, y bajo ellos una figura femenina y otra masculina que parecen representar a Adán y Eva. ¡¡Pero que estamos viendo!!, La parejita esta cagando, como te lo digo. Yo diría que hasta tallaron un buen "truño" debajo del culo. Descojonante. Sin duda los escultores eran unos cachondos. Quizá quisieron representar el momento en que Adán y Eva la cagaron cuando se comiendo la manzana prohibida. También sobre el tímpano de la puerta entre medias de los dos "caganet" está la figura de San Marcos que quiero creer que no está también sentado en el trono plantando un pino.

 Además de divertirnos con las simpáticas figuras de piedra, también nos entretenemos recorriendo las callejuelas dispuestas en zig zag como una raspa de pescado. Estas calles estrechas están diseñadas de esta forma para disminuir el impacto del viento bora. Dicho "bora" es un viento catabático frío y seco que sopla desde el norte-nordeste en el mar Mediterráneo debido a la formación de ciclones estacionales, sobre todo en invierno. En ocasiones puede llegar a alcanzar los 170 km/h.
 En un soportal se exhiben cañones antiguos y figuras de leones alados, restos heredados de la antigua República de Venecia.
 Algunas casas tienen puertas enrejadas muy elaboradas que se abren a patios interiores.

Sobre un muro nos topamos con una serie de grabados enigmáticos que no tenemos ni idea con que fín fueron grabados. Seguro que Iker Jimenez de "Cuarto Milenio" les buscaría algún misterio. A mi me parecen juegos de mesa.

Salimos por la llamada "Puerta de la Tierra" fortificada con una enorme Torre Revelín que antaño terminaba en un canal excavado por los venecianos que aislaba la ciudad. Ahora hay una escalinata de piedra pero debajo en vez de canal lo que hay son tenderetes con cachivaches para turistas.

Seguimos encontrando simpáticas gárgolas que sobresales de las fachadas de los palacios.

Se va terminando el día y se empeña en regalarnos un atardecer espectacular y romántico sobre la costa Dalmata.
Para aplacar tanto romanticismo nos vamos a recoger la ropa a la lavandería y llevarla de nuevo al"sobe" y ya que estamos, nos preparamos una cena de picnic en la propia habitación con lo que compramos esta mañana en el supermercado del pueblo. Solo queda irse a dormir que por hoy ya tuvimos suficientes emociones.

UN DÍA DE PLAYA

Miércoles 21 de Agosto de 2019

Esta noche a pesar de acostarnos cansados no logré dormir demasiado bien, me desperté varias veces y a las 8:00 ya estoy hasta los huevos de cama y me levanto. Hoy vamos a intentar tener un día de descanso y relax, osea día de playa y nada más. Preparamos unos bocatas, bebida fría, la intendencia playera y nos vamos en coche hasta el pueblo de Lumbarda.

El pueblo no es la ostia pero tiene un entorno extraordinario, con barquitas, pequeños espigones de hormigón donde la gente se tumba para tomar el sol y muchos sitios donde darse un baño en solitario sin nadie que moleste, vamos que aquí aglomeraciones cero.

La isla de Kórcula no tiene nada que envidiar a las playas caribeñas, con unas impresionantes aguas turquesa tranquilas y transparentes. Lo que si se echa en falta es la arena, solo hay cantos rodados.

Nos damos un largo paseo al borde del mar por un senderito de cemento que sortea las rocas y que nos lleva finalmente hasta una calita donde toman el sol una docena de personas como mucho.

Lo cierto es que en cualquier punto que elijamos tendríamos nuestra piscina natural privada pero la putada es que no hay ni un sitio plano donde echar la toalla, todo es roca afilada y de momento no somos faquires.

Algunos aprovechan el baño para sacar para el aperitivo. Aquí el colega se pescó a mano un par de pulpos usando simplemente un par de aletas y unas gafas.

Al final decidimos extender las toallas sobre uno de los espigones que es plano pero está tan duro como lo que es, como un bloque de hormigón. Aunque mirando la parte positiva, pudimos tomar el sol y darnos deliciosos baños junto con los vecinos y vecinas del pueblo, sin turistas. También degustamos y disfrutamos de unas cervecitas bien frescas y un par de bocatas. No pedimos más, esto es vida. Pero a las 3:00 pm. ya no sé de que lado ponerme, se nos clava el hormigón en el culo, así que nos largamos en busca de alguna playa de verdad ó al menos algún sitio que tenga las piedras algo más chiquitas y redondeadas.
 Pocos kilómetros más al oeste damos con una calita llamada "Pupnatska luka beach". Desde lejos parece de arena fina y debe ser buena pues esta a tope de gente. En el horizonte se puede ver otra isla que yo creo que por su situación es Lastovo.
Bajamos a la playa y nos buscamos un hueco. Extendemos nuestra toalla, sin duda es un buen sitio para echar la tarde, darse unos baños, contemplar los pececitos y tomar un poco delsol. Aunque de lejos lo parecía, esta playa tampoco es de arena pero al menos las piedrecitas son muy pequeñas y el culo y la espalda lo agradecen. Por cierto tenemos que pagar 30 kn/4,08 € por aparcar, es que no hay manera de librarse de pagar por aparcar en todos los putos sitios.

Ya entrada la tarde regresamos a Kórcula. Nos metemos una buena ducha pues tenemos la piel pegajosa y super salitrosa, el agua del Adriático parece que tiene un alto porcentaje de sal.
Salimos a cenar pero no conseguimos encontrar ningun sitio aceptable para nuestro presupuesto. Los mejores restaurantes están llenos y hay una larga espera para tener mesa. Los que están casi vacíos los descartamos por ser muy caros.(por algo están vacíos) Y otros porque no ofrecen más que comida italiana y ya nos estamos hartando de pizza, pasta y cosas similares. Al final terminamos en el mismo restaurante de ayer, en el " Marco Polo" que nos reconocen en cuanto llegamos. Aquí la carta tampoco ofrece nada muy diferente, así que le damos más vueltas, una hamburguesa para mi y una especie de palitos de carne picada para Carol todo acompañado de patatas fritas. No es demasiado tarde pero en cuanto terminamos de cenar ya nos apetece ir a nuestro "sobe" además mañana nos marchamos de la isla para seguir nuestra errática ruta croata.

Estamos sopesando la idea de subir de un tirón hasta el norte para aprovechar la coyuntura y visitar también Eslovenia pues vamos bien de tiempo todavía y calculamos que yendo por autopistas y sin forzar demasiado en dos días podremos estar pisando tierras eslovenas.

DE KÓRCULA A KARLOBAC EN UN DÍA

Jueves 22 de Agosto de 2019

Fué una noche reparadora aunque llevo un par de días que me siento más cansado de lo normal. También es verdad que con el trajín que llevamos durante estos 12 días y con temperaturas que oscilan entre 33º C y 40º C desarman a cualquiera.

Voy a por el coche y lo aparco por unos minutos delante del "sobe" lo justo para cargar las maletas  y despedirnos de nuestros anfitriones con un beso, un abrazo y pagar los 80 euros por las dos noches de alojamiento. Aquí también nos admitieron los euros sin problema a pesar de que habíamos leído en internet que en Croacia solo se podía pagar en kunas. Como vemos no es cierto del todo, pues confirmamos varias veces durante el viaje que hay gente que también cobran en moneda de la  Comunidad Europea de buena gana.

Hago una última foto de Kórcula desde la parte alta y de seguido nos dirigimos al puerto para embarcar en el primer ferry que salga de la isla.

A las 10:00 am ya estamos a bordo. Ahí se ve nuestro "picassito" como sardina en lata. Tras quince minutos de navegación ya estamos de nuevo desembarcando en Orebic.
Ahora tenemos media hora de carretera hasta Trpanj que está al otro lado de la Península de Peljesac para volver a embarcar en otro ferry esta vez rumbo a Ploce. 108 kn el primero más 202 kn el segundo nos sale un total de 310 kn/42,20 €, pero están bien invertidos pues nos ahorra un buen montón de kilómetros además de evitarnos pasar de nuevo por Bosnia con la posible pérdida de tiempo en el trámite.

El mar Adriático está sereno como un plato de aceite y la velocidad del ferry es similar al de una bici cuesta arriba así que emociones cero. El viaje a pesar de ser corto se hace tedioso, el día está totalmente despejado y aunque es media mañana ya llegamos a los 40º C y no corre ni la más mínima brisa marina.
Atracamos en Ploce, desembarcamos, repostamos y sin perder tiempo tomamos la autopista dirección norte a buen ritmo. Mantenemos los 130 km/hora permitidos en Croacia por autopista y un poco más rápido en algún tramo saltándonos un pelín la ley. En un abrir y cerrar de ojos nos plantamos en Zadar. Bueno, en un pueblo cercano pues no nos compensa desviarnos 30 km solo por ir a comer a Zadar pues ya lo conocimos hace unos días cuando rodábamos hacia al sur. Hacemos breve parada para comer en un restaurante de carretera en el que la mayoría de los clientes por su indumentaria adivinamos que son trabajadores. Como era previsible un menú malo de cojones por el que pagamos 12 €/persona.

En cuanto apartamos el plato para atrás volvemos a la autopista con intención de no parar al menos hasta llegar a Karlovac.

 Por cierto, hoy puse en práctica un "truco bizarro" para evitar "churruscar" el brazo izquierdo que siempre queda al sol cuando vas conduciendo. Había metido en el coche la pernera recortada de un pantalón viejo para usar como trapos de limpieza pero le dí un uso diferente, me la puse a modo de manga. Estupendo para evitar quemarse el brazo, es ridículo pero funciona.
La cosa es que nos metimos 460 km. lo que quiere decir que nos recorrimos Croacia de sur a norte en un solo día. Estamos ya a tiro de piedra de Eslovenia a tan solo unos 30 ó 40 km como mucho de la frontera.
 Entramos en la pequeña ciudad de Karlovac pero quedamos un tanto decepcionados. El gps nos lleva, se supone, al centro ciudad, a la Plaza Bana Jelacica que resulta ser una plaza con unos cuantos arboles, una especie de fuente-monumento, un monasterio franciscano y la iglesia de la Santísima Trinidad.
El resto son edificios abandonados con pinta "soviética" y con aspecto de haber sido tiroteados. Parecen a punto de derrumbarse y de echo hay carteles en la fachada que avisan del peligro de caminar cerca. Puede que también influya en nuestro ánimo que el cielo está cubierto de nubes negras.
Nos están dando ganas de largarnos sin mirar atrás pero le queremos dar una oportunidad a Karlovac y damos una vuelta más por ver si hay algún lugar en la ciudad más agradable. Mientras tanto vamos ojeando algún sitio medio decente para dormir. Enseguida el karma se pone de nuestra parte y a las afueras nos topamos con una zona mucho más cuidada y moderna, con un parque lleno de gente paseando, haciendo deporte, familias con niños jugando y lo mejor de todo el alojamiento que no soñábamos con encontrar aquí.

Damos por casualidad con el "sobe" del tío más simpático y carismático de toda Croacia.
 El B y B Cindra **** y sin necesidad de buscarlo por booking. En cuanto aparcamos ya tenemos al chaval ofreciéndonos su establecimiento en plan super amable y cercano. Aquí se confirma una vez más que para comunicarse no es imprescindible saber idiomas. Sencillamente se soluciona con una mezcla a partes iguales de amabilidad, sonrisas, mímica y ganas de entenderse.

Subimos nuestras cosas al apartamento, es realmente grande y además no le falta detalle. Aire acondicionado, baño completo, nevera, mesa de comedor y dos camas grandes aunque con una tendremos de sobra.

Salimos a la calle ya de noche cerrada y atravesamos el enorme parque que tenemos enfrente en busca de un restaurante que se llama "Lana Korana" por recomendación del chaval del alojamiento. Enseguida lo encontramos, es un edificio grande y muy iluminado en medio del parque al lado mismo del río Korana de ahí su nombre.

Nos pedimos unas cervezas "Karlovacko" que por cierto su fábrica está aquí mismo en Karlovac y para cenar yo elijo un rissoto negro con sepia que está para chuparse los dedos.

 Carol se pide unos chipirones a la "giglia" con patatas que dice que están de vicio.

Y aún falta el postre. A Carol no le apetece nada pero yo por gula más que por hambre me pido uno para mí. Elijo algo de la carta sin saber muy bien que puede ser, se llama "baked cheese strudel sweet" El traductor de google dice que es, un "milhojas dulce de queso al horno". Cuando nos lo traen alucinamos. Es un postre enorme, supongo que conjeturaron que era para compartir. Tiene la textura de la lassagna con sabor entre dulce y salado. Aunque Carol me ayudó no conseguimos terminarlo pues no nos gusta demasiado, sabe realmente rarito.

Regresamos paseando tranquilamente al apartamento, ya tenemos ganas de descansar pues hoy fué un día intenso de ferrys y kilómetros de autopistas.


RODANDO POR TIERRAS ESLOVENAS

Viernes 23 de agosto de 2019

Nos despertamos a eso de las 7:30 am. como ya se hizo costumbre en este viaje . Una buena cosa para acicalarnos y hacer las maletas sin prisa mientras esperamos por el desayuno.
Y tan puntual como un reloj suizo nuestro anfitrión toca a la puerta. Nos trae el desayuno al apartamento acompañado de una gran sonrisa y un ¡¡ good moning, bon appetit !! El desayuno es sencillo pero está riquísimo y más cuando te lo suben a la misma habitación. Damos buena cuenta de él y nos despedimos de nuestro simpático amigo tras pagarle en mano las 473 kn/64 € que nos pidió por esta noche.
Dejo aquí el enlace del apartahotel pues se merece la máxima puntuación  B&B Cindra ****

Antes de irnos de Karlovac queremos ver el Museo de la Guerra que esta situado a las afueras, a unos dos kilómetros en Turanj.

El edificio que alberga el museo destaca enseguida pues es un tanto peculiar. Durante la guerra se usó este edificio como una especie de hotel para el descanso de los soldados pero finalmente fue atacado y terminó siendo medio destruido. Ahora conserva el aspecto de antaño después de ser restaurado pero está como encorsetado en una especie de gigantesca urna de cristal.

En su interior el museo alberga una amplia muestra de las diferentes armas que se utilizaron, pistolas, fusiles ametralladores, uniformes, granadas.

Insignias, fotos de prensa, dinero de la época yugoslava.

El 7 de octubre de 1991 el periódico El Pais publicaba:

"Los fuertes combates en Duga Resa y Karlovac, en la Banija, y los bombardeos de posiciones croatas a lo largo del río Kupa, a 40 kilómetros de Zagreb, causaron ayer un número indeterminado de víctimas entre la Guardia Nacional. El periodista canadiense Peter Brysky, que trabajaba ocasionalmente como reportero gráfico para la agencia Associated Press murió al mediodía de ayer en Karlovac. Otros dos periodistas japoneses fueron heridos en la misma zona y su estado fue calificado de muy grave por la radio croata."


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Y continúa:

"Radio Belgrado, serbia, entró ayer en la guerra de comunicaciones con el anuncio del fusilamiento de Davor Markovasic, un criminal de guerra croata calificado de "conocido necrófilo", al que se acusó de elaborar collares con dedos de niños serbios".
En esta guerra también se utilizaron algunas armas de fabricación casera.
Cascos pintados con la bandera croata y mal escrito en ingles "Fuck yu" supongo que quería escribir "Jodete"

Pero lo más impactante del museo es la habitación mausoleo y sus paredes cubiertas con las fotos de los cientos de victimas, sus nombres, fechas de nacimiento y de defunción. Está decorado con flores y acompaña la escena una música extremadamente tétrica mezclada con sonidos de la guerra, explosiones, disparos de ametralladoras, cañonazos y pasadas bajas de aviaciones de combate. El efecto es escalofriante, es fácil transportarse en el tiempo e imaginarse la agobiante sensación de estar aquí en aquellos tiempos fatídicos huyendo a refugiarte mientras esquivas las balas y te pasa rozando la metralla de las bombas.

 En el exterior hay algunas muestras de defensa como este nido de ametralladoras hecho con sacos terreros y cúpula metálica.
 Exponen algunos blindados de fabricación casera como estos camiones normales forrados con chapas gruesas de acero.
 Uno de estos blindados muestra los agujeros de la metralla tras ser alcanzado por la onda expansiva de una bomba.

 Un avión de combate Mig 21 utilizado en 1995 en la operación Storm.
 Este es un detalle del morro del Mig 21

Y estos son los restos retorcidos de otro Mig 21 bis que fué derribado y destruido por los antiaéreos de Saborsko en noviembre de 1991. Poco se parece ya a un avión.

Un anfibio de la URSS ferry GSP para 6 soldados, 40 km/h. por tierra y 10 por el agua.
 
Cañón antiaéreo.
 Los edificios que circundan el museo también forman parte de él pues fueron destruidos también por los efectos de los bombardeos.

La entrada nos costó 60 kn/pers. osea 8,15 € por hacer la visita completa al museo, parquing incluido, aunque también podríamos haber optado por visitar solo la explanada donde se exhiben los cañones y tanques sin pagar nada pues no está vallado. Pero me parece honrado pagar el precio de la entrada pues la gente que trabaja aquí merecen un sueldo y un respeto.

Después de la escalofriante visita al museo regresamos al centro de Karlovac insistiendo en encontrar algo "guapo" que ver.

La ciudad cuenta con unos 60.000 habitantes pero en nuestro recorrido por el centro solo encontramos calles medio desiertas con negocios tristes en edificios anodinos, definitivamente aquí necesitan algo más de reclamo turístico. Según cuentan, los turistas que llegan hasta aquí vienen buscando principalmente el senderismo y la pesca cosa que no aporta mucho ambiente a las calles y a los negocios.

No perdemos más el tiempo, nos vamos directamente a Eslovenia. En principio cogemos un trocito de autopista pero salimos enseguida pues nos gusta más circular por carreteras comarcales y nacionales que son mucho más entretenidas, sin duda son influencias heredadas de nuestros viajes en moto. Y tomamos la que lleva por Metlika. Este es el primer pueblo fronterizo ya perteneciente a Eslovenia. La carreterita es estrecha y revirada y atraviesa un paisaje verde en el que se diseminan algunas casas hechas de madera con tejados de pronunciada pendiente, una construcción bastante distinta a la croata. Pero enseguida la alegría de viajar sin prisa pero sin pausa se convierte en tedio pues nos topamos con una retención kilométrica que nos mantiene en un para y arranca de más de hora y media. Cuando llegamos al cuello de botella que nos atasca descubrimos que se forma en la misma frontera provocada tan solo por pedir los DNI a los que entran en el país. Como ya estoy medio agobiado termino pensando en voz alta y digo.-Coño, ¿que pusieron al tonto del pueblo en la garita o que? Que lentitud por favor.
Antes de pasar a Eslovenia teníamos intención de gastar las últimas kunas que nos quedan pero con este atasco no queremos perder el turno en la cola que luego nos puede costar un huevo incorporarnos de nuevo. Las monedas no las podremos cambiar pero creo que al menos los billetes nos los cambiarán de nuevo a euros en España sin problema, ya veremos. Finalmente en cuanto pasamos la frontera el tráfico por suerte es de nuevo fluido.

Ahora si que aprovechamos para parar en una gasolinera, llenar el deposito ya que en Eslovenia es más barato que en Croacia y de paso comprar la dichosa"Viñeta". Esta pegatina rosada es obligatoria para circular por las autopistas del país. Es una especie de pago de peaje por adelantado pues luego no se paga en ninguno y sin embargo si te pillan sin ella puedes pagar multas de entre 300 y 800 €, poca broma. 15 € cuesta la dichosa pegatina pero si vamos a mirar no es tan cara pues cubre todas las autopistas del país.

A partir del pueblo de Novo Mesto tomamos la autopista por la que se puede circular alegremente a 130 km/h pero no tardamos mucho en volver a tener nuestro gozo en un pozo. Nos topamos con una limitación por obras osea que bajamos a 80 km/h y así durante un buen montón de kilómetros. Solo se les ocurre a estos chavales ponerse a reparar las autopistas en pleno agosto con todo el mogollón de turistas por aquí danzando.

Por fin llegamos a la capital de Eslovenia, que en esloveno se escribe "Ljubljana", para nosotros  "Liubliana". Nos quedamos gratamente impresionados en cuanto rodamos por sus calles. Liubliana nos parece bien diferente a las ciudades croatas que estuvimos viendo estos días. Aparcamos el coche en un parquing subterráneo en una de las calles más céntricas, la calle Slovenska Cesta. Como no conocemos nada de esta ciudad, por no perder mucho tiempo, buscando donde comer y nos metemos en el primer McDonald que encontramos al paso. Ya se que es un asco de comida, pero es lo más rápido y además es sencillo elegir pues da igual pedir una mierda que otra y además es igual en todo el mundo.

Comenzamos la visita a través de una ancha calle peatonal que lleva directamente al casco histórico. Es una pasada, se respira un ambiente relajado, muchas bicicletas, patinetes eléctricos, músicos callejeros poniendo banda sonora a las calles, edificios majestuosos, mucha gente paseando y poquísimo tráfico rodado.

Para entrar al casco histórico atravesamos por el que llaman "El Puente triple" que es un puente de piedra construido en 1842 y al que se le añadieron posteriormente dos puentes laterales formando un conjunto arquitectónico muy curioso. Por él se llega a la Plaza de Preseren que para la gente de Liubliana es el corazón de la ciudad.
En la Plaza de Preseren nos topamos con el monumento al poeta que le da nombre a esta plaza, France Preseren. Su poema "Zdravljica" es hoy día el himno nacional esloveno.

Aquí también se estilan los puestos de venta de mazorcas de maíz asadas al igual que vimos por Croacia. En Croacia lo llaman "kukuruz"(maiz), aquí las llaman "sladka koruza" (maíz dulce).
En la Plaza de Preseren además del monumento al poeta también hay dos edificios de fachada modernista "Casa Hauptman" y las "Galerias Emporium" además de la fachada de la iglesia franciscana.
Atravesamos la Plaza Municipal en la que se encuentra la fuente de los tres ríos de Carniola y el edificio del ayuntamiento de 1484 renovado en 1718.
Continuando por la ciudad llegamos al emblemático Puente de los Dragones y nos hacemos selfie para la afición, osea para mandar a los que están en casa y vean lo bien que nos lo estamos pasando.

El puente me recuerda a otro que hay en León (España) pero este con dragones en vez de leones, nada menos que 20 dragoncitos entre grandes y pequeños. El dragón es el símbolo de la ciudad, incluso aparece en su bandera.
Se relaciona con la leyenda de Jasón y los Argonautas que cuenta que mató a un feroz dragón y liberó a una virgen que tenía secuestrada. Por cierto, me pregunto si los dragones y los ogros no tendrían nada mejor que hace que secuestrar princesas vírgenes. Supongo que era más placentero que secuestrar paisanos barrigones con alitosis.
El famosísimo Puente de los Dragones construido en 1901 cruza sobre el río Ljubljanica. Fue uno de los primeros de Europa hecho de hormigón armado y hoy en día se le considera el icono turístico por excelencia de la ciudad.
También en Liubliana se puede pasear por el río Ljublajanica en barcazas con techo de cristal. Este río también llamado el Rio de los Siete Nombres se encauzó en un canal para evitar inundaciones, por el llamado Canal de Grúber. Una hora aproximadamente de navegación sale por 8 € adultos y 3 € los niños.

Nos sentamos en una terraza con la intención de descansar un rato y de paso buscar alojamiento para plantar nuestro cuartel general. Es viernes por la tarde y suponemos que la peña está de descanso, pues no me creo que todos los días estén estos bares tan abarrotados de gente.

No muy lejos, siguiendo nuestro periplo, encontramos el Puente de los Candados construido en 2010 y que oficialmente se llama Puente de los Carniceros. Ahora es uno más de esos puentes repartidos por el mundo donde los enamorados ponen candados para sellar su amor lanzando posteriormente la llave al río.
Este está a reventar de ellos que se pueden contar por miles. Aquí las ferreterías deben ponerse las botas vendiéndolos, menudo negocio.
Parece ser que esta práctica se inició tras la publicación del libro y posterior estreno de varias versiones de la película de "Tengo ganas de ti" del escritor Federico Moccia. Ahora es una especie de plaga que los ayuntamientos de muchas ciudades del mundo están intentando evitar poniendo carteles de prohibición en algunos puentes por el peligro real que provoca la acumulación de peso extra en las barandillas. Perdonarme los románticos pero a veces dudo si los humanos evolucionamos del mono ó de las ovejas que como dice el refrán lo que hace una lo hacen todas las demás.

Y llegamos a la Plaza Pogacarjev trg en el que nos topamos con lo que llaman Cocina abierta (en esloveno Odprta kuhinja). Más tarde supimos que se celebra todos los viernes desde principios de la primavera a finales del otoño.
Que putada no haberlo sabido antes pues hubiéramos comido algo de buena calidad y no lo que comimos en el McDonald. Todo tiene una pinta buenísima. Se me hace la boca agua aún sin tener hambre. En este primer puesto curiosamente venden raciones de paella.

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 En el siguiente hay....no se, ni puta idea, aquí me pierdo.

 En este otro ofrecen hamburguesas de carne asada.

 En el siguiente parrillada de costillas y carne mechada.

En este otro venden cochinillo asado y sin pensar me dirijo a la chica y le digo- Coño ¿tu tienes que ser española? ¿eres segoviana o qué?- y me contesta- Ne, jaz sem slovenec-. (No, soy eslovena) La leche, que metedura de pata pero es que me sorprende tanto ver comida tan española por aquí que chiflé. Lo cierto es que hay de todo tipo, comida asiática, turca, italiana, persa, por supuesto comida local y yo que sé de cuantos países más.

Hay un mogollón de mesas ocupando toda la plaza pero hay tanta gente zampado que no hay sitio  para todos y algunos se tienen que sentar en el suelo.  Que ciudad más chula, es difícil describir el ambiente tan agradable que se respira por aquí, enseguida nos sentimos relajados y como en casa.

De pronto oímos sonido de tambores, cánticos raros y aparece calle abajo una gran comitiva de gente vestida al estilo budista. Muy graciosos este grupo de perroflautas.

Es bien sorprendente, no nos esperábamos este espectáculo de" Paz y amor y el plus pal salón".

Se va pasando la tarde y aún no tenemos alojamiento. Aquí en Liubliana no hay nada a precio razonable pero en booking a 5 kilómetros nos aparece un Hotel-Camping, yo creo que nos puede valer. Pero no lo  reservamos por booking, como esta cerca cogemos el coche y nos acercamos en persona a ver como es. Resulta que no está nada mal y además el tío de recepción nos habla en casi perfecto castellano. Solo por ese detalle nos quedamos, que alegría entender a alguien.

Nos ofrecen una especie de mini apartamento con baño privado y terracita. No es lujoso pero se esta cómodo, a buen precio y con el parquing gratuito. Si queremos podemos dejar el coche aquí y tomar un autobús que tiene parada frente al camping y que nos puede llevar al centro de Liubliana en 10 minutos.

Lo cierto es que una vez instalados nos acogemos al "derecho a la pereza".  Nos quedamos disfrutando de nuestra propia compañía en la habitación.

Preparamos una cena de esas nuestras tipo picnic con lo que aún nos queda en la neverita de dominguero y nos relajamos contemplando la noche en la terraza tomando una cerveza. Que a gusto se está aquí, mañana será otro día. Por cierto Eslovenia nos recibió con el cielo bastante nublado y la temperatura mucho más fresca que en Croacia.



GARGANTA VINTGAR, LAGO BLED Y LAGO BOHINJ

Sábado 24 de Agosto de 2019

Son las 7:00 cuando salto de la cama, esta noche la almohada me hizo flaco favor al cuello. Nos vestimos para ir al restaurante del camping pues tenemos el desayuno incluido. Es tipo buffet y no está nada mal pero auguro que a mi estómago entre la leche, el zumo de naranja, la bollería industrial y el fiambre que me zampé me hará pasar la mañana a base de antiacidos, pero quien se resiste a un desayuno continental.

Anoche estuvimos planificado la visita al famoso Lago Bled, la Garganta de Vintgar y si queda tiempo al Lago Bohing. Tres sitios imprescindible que ver en Eslovenia.

Evitamos la autopista y tomamos la carretera nacional muchísimo más guapa que discurre a través de paisajes montañosos, prados inmaculados, bosques espesos y pueblos pintorescos. Lo cierto es que Eslovenia nos recuerda mucho a nuestra Asturias tanto en el paisaje como en el clima. El cielo aquí también está nublado y la temperatura es agradable con unos 24º C. El tráfico va en aumento cuanto más nos acercamos a los puntos turísticos, ya se sabe, es inevitable ir todos a visitar los mismos altares.
Llegamos a Bled, para ver el lago del mismo nombre. El pueblo en sí no es excesivamente guapo pero todo el entorno donde está situado es más que impresionante, impactante, es un paisaje que llena los sentidos.

El lago Bled es una estampa de postal, de calendario, un lago decorado en su centro con una pequeña islita en la que hay unas pocas edificaciones destacando entre todas el campanario de la Iglesia de la Asunción de María del siglo XV.

Para llegar a ella, además de echarse un rato remando, hay que subir 99 escalones.
Y existe una leyenda , "La leyenda de la Campana de los Deseos"que dice: 

Hace siglos una joven viuda, a la muerte de su marido, juntó todo su oro y plata y mandó fundir una campana para la capilla en honor a la Virgen María, pero en el traslado, una tormenta hundió barco, tripulación y campana. Aseguran que aún es posible oír la campana en días de lluvia. En 1534 el Papa de entonces compró otra campana que es la que existe hoy día y dicen que quien la toque tres veces en honor a la Virgen María se verán cumplidos sus deseos.

Ahora flipa, ahí queda eso. Yo lo llamaría marqueting religioso.


Embelesados como estamos contemplando el lago, tardamos un poco en percatarnos del Castillo de Bled que se asoma al mismo borde de un alto acantilado de 130 metros de altura que cae a plomo sobre las aguas. Allí que subiremos dentro de un rato.

Continuamos por una senda peatonal que bordea el lago y nos encontramos con algunos embarcaderos donde se alquilan pequeños botes de remos y también embarcaciones más grandes típicas eslovenas llamadas "Pletnas" preparadas para pasear a los turistas más comodones que no les apetezca remar.

Cada rincón del camino que bordea el Lago Bled ofrece una estampa más idílica, no me canso de hace fotos. Una lástima que hoy el día esté tan brumoso y no deje ver con limpieza el inmenso paisaje de montañas que nos rodea.
Estamos encantados, alucinados con todo lo que nos rodea, guardaremos este momento en la memoria por mucho tiempo.
La cosa es que para echar un vistazo a toda esta maravilla tenemos que pagar 5 € por tan solo 2 horas de parquíng. Un tiempo muy escaso para disfrutarlo con la tranquilidad que se merece. Les está pasando igual que a los croatas con el tema de aparcar y esto es un punto negativo.

 En cuanto terminamos el tiempo marcado nos movemos con el coche al parquing del castillo y claro, a pagar de nuevo. Ahora nos piden 3 € por otras 2 horas además de 11 €/persona para entrar al castillo.

Lo cierto es que las vistas desde aquí arriba ya valen la pena. El Lago de Bled (en esloveno Blejsko jezero) es un lago glaciar de los Alpes Julianos situado a una altitud de 475 msnm. con una profundidad máxima de 30 metros.

El Castillo de Bled ó Blejski es el más antiguo de Eslovenia pues se menciona por primera vez en el año 1004, una joya medieval en la Alta Carniola. La torre construida en estilo románico es la parte más antigua que se conserva de la construcción original al que se fueron agregando más edificaciones a lo largo de la Edad Media.
En una de sus salas nos encontramos con este chaval tan sonriente dentro del pequeño museo en el que se expone la historia y evolución de los asentamientos, las tribus y las distintas civilizaciones que poblaron estas tierras desde hace miles de años. También hay un espacio para la geología.

En otra pequeña sala hay una especie de fragua y su tienda de figuras y cachivaches hechos en hierro forjado para vender como souvenir. También hay cavas de vino, talleres de pintura, además de galerías donde se organizan eventos y bodas. Por supuesto hay un buen restaurante por si entra el hambre.

Este es el patio principal, uno de los dos patios del castillo interconectados por una escalera. Al fondo se ve la pequeña capilla de estilo gótico.

Las paredes de la capilla están decoradas con frescos ilusionistas muy bien conservados pintados en colores ocres de alrededor de 1700.

La realidad es que son más guapas las vistas sobre el lago que el castillo en si. De este castillo se dice que su estado de conservación es bueno pero en mi comparativa con muchos otros castillos que llevo visitado en mis viajes, a mi parecer este está un pelín modernizado en pos de ser mas cómodo al turista.
Mira que curioso, y ahora lo veo en la foto, en el muro se reutilizó una piedra de molino para su construcción.

Al ir añadiendo nuevos edificios a lo largo de los siglos lo que consiguieron fué un popourri de estilos. En esta parte estan las cavas ó bodegas donde se pueden degustar y comprar algunos vinos eslovenos. Nosotros ni entramos, somos más de cerveza que de vino.

Y este es el otro patio ó más bien terraza inferior en el que se sitúa el bar. Sin duda es el chiringuito con las mejores vistas de todo Bled.

Subiendo por una estrecha escalera accedemos al corredor de la muralla que comunica con el torreón de la entrada en el que está la Sala de Arnold Rikli y la sala de los Museos de Gorenjska.
Recorridos todos los rincones que nos permitieron y solo pudimos pasar a la mitad de las salas del castillo pues hay muchas mas que no se puede acceder con la entrada normal así que ya damos por terminada la visita.

Tomamos la carretera y nos vamos a visitar otro de los sitios imprescindibles de Eslovenia que tenemos anotado para hoy, la Garganta de Vintgar (Blejski vintgar en esloveno).

Desde Bled solo hay 4 ó 5 kilómetros hasta la famosa garganta. Nos topamos una amplísima zona de aparcamientos y como no iba a ser de otra manera también tenemos que pagar. Pagamos 5 € por aparcar, aunque por suerte esta vez no tenemos límite de tiempo. La entrada a la garganta tampoco es barata, 10 €/persona. Como podéis ver es un no parar de sacar pasta al turista. Es por esto por lo que reniego tanto de los sitios masificados pues allí donde llegan los turistas en masa todos se quieren aprovechar de la gallina de los huevos de oro. Y es que el turista no regatea el precio, para una vez que sale de casa no le importa pagar lo que le pidan.

Comenzamos a caminar por la garganta formada entre los Montes Hom y Borst. Ciertamente es una zona realmente chula. Según estudios geológicos antes de la última era glacial el río Radovna corría en dirección este pero al bloquearse con el hielo y detritus del glaciar de Bohinj se formó un lago cuyo agua terminó abriéndose camino hacia el noroeste a través de una capa blanda de arenisca.

El recorrido es de 1,5 km aproximadamente. Comienza por un sendero y enseguida continúa por unas pasarelas de madera literalmente colgadas por la misma pared del cañón sobre el caudaloso y transparente río Radovna. Realmente no podría ser de otra forma pues sin dichas pasarelas no habría por donde caminar.

 No cabe duda que es atractiva y fotogénica la garganta pero personalmente no me resulta tan sorprendente pues en Asturias tenemos abundantes gargantas ó hoces de este tipo y algunas me atrevería a decir que son incluso más impresionantes. Pero ya sabemos que las comparaciones son odiosas.

Durante el recorrido hay varias pequeñas cascadas, piscinas naturales, rápidos y numerosos saltos de agua que hacen que el agua sea el protagonista de la banda sonora de la estrecha garganta entre paredes de 50 a 100 metros de altura.

La garganta fue descubierta en 1891 por Jakob Zumer y Benedikt Lergetporer. Poco después se colocaron las primeras pasarelas para su estudio hasta que finalmente se abrió al público el 26 de agosto de 1893.

El colofón de la ruta esta al final donde nos obsequia con una cascada de 13 metros de altura, la Cascada Sum que literalmente significa "Cascada ruidosa", es guapa pero bueno tampoco es la ostia.
Regresamos por el mismo camino y en total nos llevó dos horas hacer el recorrido de ida y vuelta sin prisa y parándonos a hacer fotos.

Nos vamos de Vintgar con intención de hacer otra visita de estas imprescindibles, pero antes pasamos por Bled para buscar donde comer. De camino nos topamos con una curiosa furgo-cañero con varios grifos de cerveza para autoservicio de los clientes. Estos eslovenos parece que se lo saben montar bastante bien. Muy simpática la furgo y no se aquí, pero dudo que en España pase la ITV.

Nosotros preferimos tomarnos la cervecita sentados tranquilamente. Pedimos una Lasko que es la mayor productora de cerveza de Eslovenia y que también la exportan a países vecinos como Croacia.

Y el local que elegimos es muy curioso, se llama Kult Bled. El bar está en la parte baja de un edificio redondo, por tanto, el bar también es redondo (perfecto para que no se junte mugre en las esquinas) y en él además de poder tomarse una copa ó pedir algo de comer también puedes asistir a un concierto de rock.
Nosotros nos pedimos una hamburguesa con carne y queso de calidad y una pizza kebab que resultó ser inmensa. Igual nos excedimos con el pedido pensando que las raciones iban a ser modestas, pero nos equivocamos, aquí las raciones son heavys.

Estamos tan cerca de Austria que incluso anda por aquí algunos tiroleses despistados.

A treinta kilómetros dirección oeste llegamos al otro lago, este se llama Lago Bohinj que aún es más guapo si cabe que el de Bled,  Este es más idílico, mas salvaje, me recuerda esas estampas típicas del National Geographic cuando muestran fotos de Alaska ó Canadá, es impresionante.

El lago Bohinj es el más grande de toda Eslovenia, es de origen glaciar y tiene 4,2 km de largo por un kilómetro de ancho y recoge todo el agua de los riachuelos que bajan de las montañas que lo rodean e incluso es alimentado por un par de manantiales que brotan de su fondo. La cabrita esta tan quieta porque es de hierro, no vayáis a pensar que le pegué las patas con "loctite".
Es increíble el color turquesa y la transparencia que refleja el agua del lago a pesar de que el cielo está totalmente cubierto de nubes negras de tormenta. Llámame aguafiestas pero no tardará mucho en echarse a llover.

La iglesia de San Juan Bautista está ubicada en la entrada del lago junto al puente se salva el río Sava Bohinjka.

Si lo nuestro fuera la pesca podríamos adquirir un permiso de pesca por un día en los puntos de información turística y sentarnos a pescar truchas pardas y tímalos (son los peces de la foto) cosa que no parece muy complicado pues desde la misma orilla se les ve nadando tan cerca que casi podríamos cogerlos con la mano.

Tengo que mencionar que aquí también tenemos que pagar si ó si 5 € por 2 horas de parquing. Como sitio turístico que es no le falta ningún tipo de negocio para aligerar bolsillos de turista. Restaurantes, cafés, hoteles, campings, alquiler de canoas, tablas de padelsurf, y paseos en lanchones para ir al otro lado del lago.
Bordeamos el lago hasta llegar a un camping situado al mismo borde del agua con una pequeña playa de guijarros. Algunas tiendas solo se separan de la orilla un par de metros. La verdad es que por aquí sitúan los camping en los sitios más idílicos.

No se si alguien se paró a sopesar los posibles peligros pero a pesar de ser un sitio maravilloso me daría mal rollo dormir aquí. No sé porqué pero me viene a la memoria la película "La Ola"(2015) La película está ambientada en la montaña Åkneset, en el fiordo noruego de Geiranger, donde hace 58 años se produjo un gran desprendimiento de rocas de gran tamaño que, al caer al mar, provocó una gigantesca ola de 85 metros de altura. Este tsunami, que arrasa todo a su paso, dejó 40 muertos entre los habitantes de la localidad más cercana.
Y es que este lago está rodeado de montañas altísimas que emergen literalmente del fondo del lago y que cualquier pequeño desprendimiento podría provocar un desastre. Una simple ola de 3 ó 4 metros podría arrasar el camping.

Son las 6:30 pm y mis augurios de lluvia se cumplen aunque me quedé corto. Las nubes de repente dejan caer gruesos goterones y en 10 minutos pasamos de suelo seco a tromba, convirtiendo la carretera en un río incapaz de achicar todo el agua que cae. No deja de diluviar desde aquí hasta Liubliana y aún continúa lloviendo, tronando y relampagueando con la misma intensidad más allá de las 10:00 pm. Los campistas a orillas del lago Bohinj las deben estar pasando bien putas.

Espero que mañana amanezca mejor día sino nos podemos despedir de la visita a la ciudad. Con la que está cayendo no nos apetece ni siquiera salir a cenar al restaurante del camping y además estamos todavía llenos con la hamburguesa y la pizza kebab que nos zampamos a las 4:30 pm así que a la cama sin cenar pues no tenemos ni gota de hambre. Mira que baratos que salimos hoy. Buenas noches.

DESPEDIMOS LIUBLIANA Y SALUDAMOS PIRAN

Domingo 25 de Agosto de 2019

Hoy toca despedirse de Liubliana pero antes tenemos que darle un último repaso. Antes de irnos del "Hotel y Camping Liubliana Resort" nos metemos entre pecho y espalda un buen desayuno visto que ayer me sentó estupendamente. En cuanto terminamos nos vamos directos al mismo parquing que tenemos ya localizado en el centro de la ciudad.

Es temprano aún y como es domingo las calles a estas horas están bastante solitarias, casi vacías, nada que ver con el mogollón en la tarde de ayer.

Nos damos un tranquilo paseo por su casco histórico disfrutando por suerte de un día soleado y fresco. Llegamos a una de las más interesantes calles, la calle peatonal Ciril Metodov donde está el Ayuntamiento y la Catedral de San Nicolás.

En la fachada del ayuntamiento cuelga la bandera de la Comunidad Europea, la de Eslovenia y la de Liubliana con su escudo en el que aparece un dragón sobre un castillo. También cuelgan con orgullo una banderola que recibió Liubliana cuando fue nombrada "Capital Verde Europea en 2016"

En el interior del ayuntamiento ó Magestrat nos encontramos con dos patios góticos muy decorados con un pozo central.

Seres mitológicos como unicornios y algún dragón decoran sus paredes interiores.

De vez en cuando en este espacio del ayuntamiento hay exposiciones itinerantes de algunos artistas, en este caso debe ser el trabajo de algún alfarero pues está lleno de cacharros de barro.

Liubliana sufrió varias destrucciones por terremotos, por guerras como la Segunda Guerra Mundial y también estuvo en manos de los Habsburgo e incluso del mismísimo Napoleón lo que propició una mezcla muy interesante de arquitecturas de diferentes épocas y estilos.

Por las calles hay puestecitos que parecen diseñados por Ikea en los que venden almendras tostadas, todo muy coqueto y aséptico acorde al resto de la ciudad. Da la sensación de estamos en un escenario donde todo está recién pintado y por estrenar.

Poco más allá nos topamos con un par de músicos callejeros como estos dos elementos que se hacen llamar "The Brothers Honeywell" venidos desde Canadá. No se si tiene algo que ver con ellos el gualtrapa que tienen al lado.

Liubliana sigue tranquila, la gente todavía no salió de sus casas, avanza la mañana y apenas hay cuatro gatos por la calle que por otra parte es estupendo pues así vemos mejor las calles.

Sin buscarlo nos topamos con el funicular que sube al Castillo de Liubliana. Y justo llegamos a tiempo pues quedan un par de sitios para nosotros por lo que no tenemos que hacer ni un solo minuto de cola. Pagamos 15 €/persona por el ticket que incluye el funicular y la visita al castillo. También nos incluye una audioguía en español que es de agradecer, todo un detalle que pensaran en los hispanohablantes. Nos dimos cuenta hace tiempo que a partir de los Pirineos los españoles no solemos contar para nada. Es tarea imposible encontrar algo que esté traducido al castellano, ni menús, ni museos, ni prácticamente nada.

Auténtico símbolo de la ciudad es el Castillo de Liubliana que ya cuenta con 900 años de historia. Fué fortaleza, sede del gobernador provincial, cuartel, prisión y actualmente atracción municipal y punto cultural.
Bajo la Torre Pentagonal tienen expuesto un antiguo cañón M 75/96 que fue utilizado por el ejército del Imperio Austro-Húngaro durante la Primera Guerra Mundial. El cañón se fabricó en bronce debido a su coste más económico. Tenía un alcance de hasta 5.000 metros.

Por las primeras impresiones de la visita, he de decir, que de nuevo lo más valido son las vistas desde el torreón pues el castillo en sí pasa igual que con el de Bled, está excesivamente restaurado. Mas parece un recinto moderno que un castillo. Demasiado uso del hormigón, vigas de hierro y cristal. Apenas se nota la pátina del tiempo pues sus estancias y fachadas están recién pintadas.
Desde la Torre Pentagonal ó panorámica tenemos una amplísima vista de toda la ciudad, Esta es la Plaza del Congreso de Liubliana.

Una cosa muy chula es la escalera de caracol de doble sentido, muy rara pues por una se sube y por otra se baja y nunca te encuentras, una verdadera obra de ingeniería. Esta es la moderna, claro está, aunque sustituyó a la que hubo en su época cuando esto era una fortaleza y que la logística exigía que los soldados no se cruzaran en las escaleras.

En esta parte podemos ver una colección de las pesadas puertas de hierro y rejas que se usaron cuando el edificio era prisión.

La capilla del castillo fue consagrada a San Jorge, aquí hay una pintura de San Jorge y el dragón También fué consagrada a San Pancracio y a la emperatriz Helena. Está claro que no se cansaron de consagrar gente, desde luego.

En el año 1747 se plasmaron también en ella los escudos de todos los gobernadores.

Una realista escultura de un cristo crucificado.

Este pozo es uno de los cuatro de que disponía el castillo pues el agua era el bien más necesario y escaso en un edificio elevado en el terreno por lo que se tenían que usar la imaginación y la ingeniería para tener siempre agua potable casi toda procedente de la lluvia y la nieve.
Ahora lo utilizan como pozo de los deseos, desde luego no dejo de flipar con las manías que tienen los turistas.

En una de las paredes hay una pintura más que curiosa, parece que los nobles van acompañados de la muerte, no se el significado de esta pintura mural pero es realmente macabra.
Por los restos encontrados de épocas antiguas se sabe que el primer asentamiento conocido se estableció en esta colina en el siglo XII a.C. y perteneció a la cultura de los Campos de Urnas.

En el siglo I a. C. se establecieron aquí los romanos en lo que fue la ciudad de Emona, como campamento militar de la "Legio XV Apollinaris", donde edificaron una fortaleza y un templo en la hoy es la colina del Castillo. De la Antigua Ciudad Romana aún se conservan vestigios como restos del foro, la puerta norte de la ciudad, una necrópolis en la cual se encontró esta estatua de bronce, varias viviendas, parte de la muralla y un primitivo templo cristiano de los siglos IV y V.

Ya en la Alta Edad Media fue cuando se construyó el primer castillo, una pequeña fortaleza de madera. Después sucesivamente se fueron construyendo y modificando hasta el actual.

 Después de hora y media de deambular por el Castillo de Liubliana damos por terminada la visita y de nuevo regresamos en el funicular a pié de calle.

Como despedida de Liubliana hacemos una turistada frente a las letras típicas que ahora se pusieron de moda por muchas ciudades del mundo.

Un último paso por el "Puente del Jubileo" ó más conocido popularmente como el "Puente de los Dragones". Los dragones se convirtieron en el símbolo de la ciudad y ahora están por todas partes formando parte de un gran merchandising.

Este es el precio de los paseitos en barco por el canal que recorre la ciudad, realmente barato si lo comparamos con el precio de las góndolas en Venecia.

En el mercado central encontramos un montón de puestos con todo tipo de frutas. Nosotros nos decantamos por un vaso de frutos del bosque, moras, frambuesas y fresas que están cojonudas.

También descubrimos uno de los dulces típicos de Eslovenia, la "Kremsnita" una especie de pastel de milhojas con crema que se come en todo el país aunque dicen que es originario de Bled.

Y una anécdota curiosa. Estamos en este deambular cuando se acerca a mi un hombre con una niña y me pregunta con mucha dificultad en un ingles (peor si cabe que el mío) que por donde se va al puente de los dragones. Cuando le contesto en español se sorprende y alegra a partes iguales y me dice que es argelino pero que habla español. Como tenemos por fin un idioma en común (cosa que me alegra) nos soltamos a charlar y cambiar impresiones abiertamente. Yo le pregunto que porqué habla tan bien español y me dice que estuvo durante 13 años en Tineo en Asturias trabajando como veterinario. Que casualidades tiene la vida, casi me da un abrazo cuando le digo que yo soy asturiano. Me sigue contando que ahora está en Francia trabajado desde hace unos años pero añora muchísimo Asturias y sobre todo sus estupendas gentes que le acogieron como un vecino más, añade que nada que ver con la frialdad de los franceses. Quiere jubilarse y volver a Asturias para terminar sus días allí. Nos despedimos como si fuéramos conocidos de toda la vida. ¿Que probabilidad había de que este hombre fuera a preguntarme a mi precisamente en mitad de Eslovenia y en medio de Liubliana?, los viajes dan estas maravillosas sorpresas.

Definitivamente dejamos atrás la ciudad y tiramos dirección a Postojna donde dicen que se encuentra una de las cuevas más grandes de Eslovenia, la cueva de Postojna. Pero esta no nos interesa visitarla pues hablando con gente que conocimos durante el viaje nos hablaron de otra que hay cerca de aquí y que aún es mas impresionante. Aquí lo que queremos ver es el extraño Castillo de Predjama.

Pero antes nos paramos a comer en un restaurante muy chulo donde Carol se pide una hamburguesa y yo un plato típico esloveno. Se llama "Cevapi"ó "Cevapcici", osea una especie de salchichas sin piel muy parecida a una albóndiga cilíndrica. Está echa a base de carne de ternera, cerdo ó cordero sazonada con ajo y un toque de guindilla ó pimienta cayena. Dicen que la introdujeron los turcos en el silo XV. La cosa es que está muy rico. Total que comer nos salió por 19 € y Carol no consiguió terminar su hamburguesa, demasiado grande y rellena, pero yo la ayudé a dejar el plato limpio.

Cuando termino me pongo la banderita que trae el plato en la oreja cosa que hizo descojonarse de risa a la camarera.

Y llegamos al impresionante Castillo de Predjama que está literalmente incrustado en la montaña a la entrada de una caverna. En esloveno "jama" significa "cueva" por tanto su nombre es "Castillo en una cueva". Se encuentra en una ubicación espectacular ante un precipicio de 123 metros sobre el arroyo Lokva.

La situación estratégica, construido a la misma entrada de la cueva, le daba la ventaja de tener las espaldas cubiertas ante los ataques enemigos, además de contar con una salida secreta al exterior a través de las galerías de la caverna y así, además de tener un lugar de evacuación en caso de necesidad, también sirvió de aprovisionamiento cuando intentaron sitiarlo.

El Castillo data del siglo XVI aunque ya hubo una construcción anterior en 1202. El aspecto renacentista que presenta hoy día fue hecho en 1570 por encargo de Ivan Kovenzi.

Seguimos camino en busca de la Cueva de Skocjan, que es la que sí ó sí queremos visitar. Pero que putada, llegamos tarde. Son solo las 5:30 pm y el último pase es a las 5:00 pm. Pues nada, mañana lo intentamos más temprano. Por cierto una de las chicas del mostrador habla español, aleluya hermanos.
Sin más empezamos nuestra búsqueda de alojamiento cerca de la cueva pero no hay nada que nos convenza y Carol propone entonces buscar algo en la costa pues desde aquí estamos a tan solo 50 km.

Tenemos anotado como visita imprescindible el pueblín costero de Pirán ó Pirano, que dicen es guapísimo, uno de los más chulos que hay a lo largo de los 46 km de la cortísima linea costera perteneciente a Eslovenia. Ahora que ya sabemos como funciona el tema de los alojamientos por aquí nos vamos en busca de un "Sobe" ya que es la opción más económica.
Y llegamos a Pirán pero hoy el "karma" tiene ganas de jugar con nosotros.

La entrada y salida al pueblo ya nos deja flipados pues se llega a él a través de un parquing con barrera donde tenemos que coger ticket para acceder.

Dicho parquing está completo así que seguimos pueblo adentro por una única calle que bordea el puerto y por la que vamos haciendo malabares entre los coches que vienen en sentido contrario y la gente que va despistada por medio de la calle. Apenas un kilómetro de pueblo y llegamos a una pequeña rotondita que nos obliga a girar en redondo y desandar el camino pues es todo el recorrido  que nos permiten hacer y además pone bien claro prohibido aparcar en toda la zona. Así que nos vemos de nuevo saliendo del pueblo por donde entramos sin haber podido aparcar para buscar un "Sobe". Al menos al salir no tuvimos que pagar nada pues no estuvimos más de los 10 minutos. Hay un breve margen de tiempo para salir sin pagar. Así que volvemos a salir de Pirán hasta un super parquing de esos que son un edificio de varias plantas y que vimos como a un kilómetro. Allí que aparcamos para buscar por booking algo donde dormir. Encontramos y reservamos uno chulo, el "Apartman Tranquillo" que además tiene un nombre con muy buen rollo, pero ilusos de nosotros aún teníamos esperanza de poder aparcar cerca del alojamiento. Volvemos a entrar en Pirán, tras coger de nuevo otro ticket para que se levante la barrera. Aparco en lugar prohibido y espero dentro del coche para evitar una posible multa mientras Carol va en busca del "Apartment Tranquillo". Casi dos horas nos llevó encontrarlo y llevar nuestro equipaje al apartamento. Y damos con él gracias al traductor de google y al dueño que se ofreció a cargar personalmente con nuestras maletas pues yo no tenía intención de dejar el coche allí solo. El chaval nos explicó que tenemos que dejar el coche en el parquing de las afueras, a dos kilómetros del apartamento pero que el precio del alojamiento incluye una tarjeta para aparcar gratis. Y para evitar caminatas tienen un pequeño autobús que lleva a la gente desde el parquing al pueblo y viceversa gratuitamente. Es una gran idea para descongestionar el pueblo. Pasé de estar literalmente cagándome en sus muertos, a entender el problema de los coches en un pueblo tan bonito y pintoresco. Deberíamos copiar la idea para nuestros pueblos de España.

Después de entender el funcionamiento me quedé más relajado pero todavía no conocía el apartamento y entonces si que flipé. Tenemos una gran habitación con buena cama.

 Un enorme salón con cocina americana totalmente equipada, y baño completo. Excelente elección. Gracias por todo karma.
Para celebrarlo salimos a degustar un par de cervecitas eslovenas y en este caso probamos la Union Svetlo ("Luz" en esloveno) y dar un paseo disfrutando de la agradable temperatura de la noche, pero no damos demasiadas vueltas pues el día fue largo y estamos realmente cansados así que a eso de la 12:00 am ya estamos de regreso en el apartamento.


 También es verdad que la gente aquí no parece demasiado marchosa a pesar de estar a tope de turismo con lo que las calles y bares ya se están quedando practicamente vacíos a estas horas.


UNA DE LAS MAYORES CUEVAS DEL MUNDO


Lunes 26 de Agosto de 2019

Dormimos de lujo con lo que no despertamos hasta las 9:00 am. Desayunamos en el apartamento y cogemos el minibus gratuito que nos lleva hasta el parquing. Sin demora tomamos la carretera en dirección a las Cuevas de Skocjan pegada al pueblo de Matavun.

Llegamos al entorno del Parque Skocjanke jame dentro del cual están las cuevas carsticas de Skocjan. Desde aquí se aprecian dos gigantescos derrumbamientos del techo de la cueva que forman unas enormes dolinas en el terreno.
Conseguimos entradas para el turno de las 12:00 pm. Hay un pase cada hora (al menos entre Junio y Septiembre) y no se en los otros pases pero en este nos apelotonamos un montón de peña de flipar, más de cien personas. Lo bueno es que nos dividieron en cinco grupos más pequeños acompañados por cinco guías que hablan distintos idiomas. Nosotros, a falta de uno que hable español, elegimos una guía que habla italiano, que no tenemos ni puta idea pero al menos pillaremos algunas palabras al vuelo.


Pagamos 24 €/persona, pues elegimos el recorrido completo, el que llaman (1+2) Osea que un guía nos llevará a través del cañón subterráneo y en la segunda parte podremos recorrer el río Reka también subterráneo pero por libre. Este es el folleto que nos dieron con el plano del recorrido.

Salimos en rebaño desde el centro de visitantes por un camino que nos lleva a una entrada artificial que crearon perforando un túnel hasta el interior de la cueva.

 En cuanto accedemos se abre ante nuestros ojos la más inmensa, enorme, gigantesca e impresionante cueva que nunca antes habíamos visto, Y que conste que Carol y yo ya vimos unas cuantas, pero esto es la puta ostia. 

 Una caminito de cemento vallado recorre la gruta en descenso hasta llegar a un punto donde podemos ver el río Reka, el causante de esta maravilla a lo largo de miles de años. Pero no es que toquemos el agua con la mano pues para llegar al nivel del agua tenemos como 50 metros de profundidad contando desde la pasarela colgante que estamos. Pero esto no es todo pues sobre nuestras cabezas calculo que hay otros 50 metros de altura hasta el techo.
Pero mis cálculos se quedan cortos pues según el folleto estamos en el cañón subterráneo más grande del mundo con una profundidad de techo a suelo de hasta 146 metros, varios kilómetros de caminos acondicionados y 500 escalones. Dichos caminos pasan por varias impresionantes pasarelas y se ven hasta 26 cascadas además de estalactitas y estalagmitas de hasta 15 metros.
Hay que estar aquí dentro para ver la magnificencia de esto, es muy difícil describirlo.


No encuentro adjetivos suficientes. Y tengo que describirlo pues están prohibidas las fotos (estas tres imágenes anteriores las tomé prestadas de su web). En un momento dado la cueva va en ascenso pero siempre mantiene las mismas dimensiones. La guía nos va mostrando con una linterna las distintas formaciones de estalactitas y estalagmitas.

También nos muestra como va anclada por la inmensa pared la vía ferrata que se utilizó hace dos siglos cuando entraron en 1884 para explorarla. Imagino que hoy día no la usen pues los cables son puro herrumbre. Lo cierto es que por donde discurre acojona pero mucho, menos mal que ahora el camino es mucho más fácil de hacer.

Terminamos la primera parte de la visita y por fin dan carta blanca para sacar las cámaras de fotos. A partir de aquí el recorrido es por libre sin guía ni tiempo limitado.

Ahora el recorrido continua por exterior asomándonos a una de las dos inmensa dolinas, que como ya sabéis es una zona de la cueva que sufrió un hundimiento del techo dejando el río al aire.

Pero no acaba aquí la cosa pues aún nos quedan por visitar nuevas e inmensas cavernas tan grandes como la anterior, con cascadas, pozas, caminando a través de puentes y pasarelas que salvan el vacío a un montón de metros sobre el río.

Lo que no entiendo es porque aquí si permiten ir por libre y hacer fotos sin problema. No veo la diferencia.

Si en la primera parte flipamos, en la segunda nos lo estamos pasamos teta pues nadie nos mete prisa y disfrutamos haciendo fotos a todo mientras caminamos prácticamente solos.

Esta es una de las pasarelas que cruzan sobre el río, impresionante altura.

Sin duda hay mucha seguridad y está todo vallado a conciencia para que ni adultos ni críos tengan un disgusto.

Esta cueva parece no tener fin, salimos de una gruta y entramos en otra.



La verdad es que en este entorno nos sentimos diminutos. Aquí dentro podría esconderse toda la población de una ciudad pequeña.

Tras una larga caminata finalmente el camino nos saca de la cueva y nos lleva a través del bosque que sin pérdida nos retorna al centro de visitantes. Tuvimos suerte pues la tarde se puso feisima, empezó a tronar y la lluvia estaba asegurada. Al final nos metemos a comer los bocatas en el bar donde está el punto de venta de tickets por si acaso. Pero no se echó a llover hasta estár a mitad de camino de Piran.

Llegamos de nuevo a Pirán y por suerte aquí no cayó gota y no tiene pinta de que vaya a llover.
Subimos los bártulos al apartamento y salimos para disfrutar de esta tarde tan estupenda. Estamos tan cerca de Italia que aquí los nombres los ponen en esloveno y en italiano. En la carretera pone Pirán ó Pirano en italiano.

Hay muchos detalles en las fachadas de la época de la república veneciana.

Un curioso asiento hecho con un tronco de olivo.

Y en todo lo alto sobre la colina está la Iglesia de San Jorge de estilo Renacentista veneciano

Este es el interior del Baptisterio que fue añadido a un costado del campanario de la iglesia de San Jorge. En la misma entrada hay una gran concha que hace de pila bautismal y que es en la que se bautizó al artista Giuseppe Tartini

Esta es la iglesia de San Jorge, que sorprende por la luminosidad de su interior.

Esta es la torre de la iglesia, el "campanile", que está separado de la iglesia. Las vistas son preciosas y tan solo me cobraron 2 € por subir a la parte de arriba. El campanario tiene una altura de 46,50 metros y 146 escalones, data de 1608 imitando al de la Plaza de San Marcos de Venecia. En el pico del tejado hay una estatua del Arcángel San Miguel

En la subida me encuentro con el mecanismo oscilante del reloj hecho en el taller de Pesariis en los Alpes cárnicos que están entre Austria e Italia.Data de 1802.
Desde la torre la vista panorámica es espectacular, es una impresionante vista de todo el pueblo y el mar. Esta es la plaza Tartini (Tartinijev tgr), plaza que antaño fue muelle interior para embarcaciones pequeñas y barcos de pesca que por supuesto estaba fuera de las murallas de la ciudad. En la Edad Media se rodeo el muelle de edificios y palacios imponentes pero como las aguas residuales terminaban en el puerto se decidió rellenar por ser insoportable su mal olor y por la insalubridad que provocaba. Así que el puerto terminó siendo la plaza real desde 1894.


Y esta es la estatua en bronce que da nombre a la plaza, es del músico Giuseppe Tartini famoso violinista y compositor nacido en Pirán (1692-1770)

En el campanile hay varias campanas, en una de ellas aparece la fecha de 1865.

Este es ahora el límite del muelle frente a la plaza Tartini.

Desde todos los ángulos destaca el "Campanile" es inevitable que aparezca en cada foto.

A cada lado de la entrada al antiguo muelle había unos mástiles que se sujetaban a estos bloques de granito uno con el típico león alado de San Marcos con un libro en su pata y una inscripción latina que dice -"Mirar el león alado que agarra territorios, mares y estrellas".

Y este es el otro bloque que sujeta el otro mástil en el que aparece San Jorge matando al dragón patrono de la ciudad y cuya inscripción pone -"Con nuestras oraciones, los habitantes de Piran permanecerán seguros".

Siguiendo el paseo que bordea el mar llegamos a la Iglesia de San Clemente (siglo XIII), un edificio situado en la misma punta de la península. Antes de la existencia de la iglesia en este mismo lugar, los griegos guiaban a los barcos al Puerto de Aegido mediante hogueras, muy importante tanto por servir de ayuda a los marineros en la antigüedad como por ser la que dio nombre a Pirán, pues el nombre viene del griego "Pyr" que significa fuego y alude al que ardía constantemente en el faro.

De nuevo en la plaza principal nos sentamos a tomar un par de birras, ya estamos cansados y sedientos. A continuación buscamos un restaurante chulo para cenar. Elegimos uno que tiene muy buena pinta, veremos como son los precios.

Nos pedimos un plato de pescado frito, cigualas y chipirones con dos birras grandes. En total pagamos 44,80 €.

No nos pareció excesivamente caro para estar donde estamos, en este pedazo de restaurante con vistas al mar Adriático y tratándose de pescados y mariscos. Ahora ya bien cenados solo queda ir directos a la cama que ya no estamos para nada y tampoco por las calles queda mucho jolgorio.

GÉNOVA


Martes 27 de Agosto de 2019

Hoy nos vamos de Eslovenia, se acaban los días y se acerca la hora de regresar a casa. Reacemos el equipaje, lo bajamos a la calle y llamamos a nuestro anfitrión. Nos dice que en media hora llegará un amigo suyo con un "car electric" para ayudarnos con las maletas.

Y efectivamente llega con un cochecito mixto con caja abierta donde metemos las maletas y nos traslada hasta el parquing de las afueras donde tenemos nuestro coche, eso si, a duras penas pues en la pendiente se quiso morir la batería un par de veces,  De nuevo el idioma nos juega una mala pasada y tardamos un buen rato en encontrar a nuestro amigo el dueño del "apartman" para devolverle la tarjeta del parquing.

Tomamos la autopista directos a Italia. Hoy vamos muy callados, pensativos, no es lo mismo ir que volver y lo sabemos. Atravesamos el norte de Italia sin pena ni gloria, las autopistas son así de sosas pero comen kilómetros con rapidez. Bueno, rápido entre comillas pues en el primer peaje ya nos topamos un buen tapón. Alrededor de las 2:00 pm. hacemos parada en una gasolinera solo con la intención de comer algo pues llevamos gasoil de sobras ya que llenamos en Eslovenia antes de salir. Queremos atravesar Italia sin repostar pues es el país con la gasolina más cara de todo este viaje. Hoy queremos dormir en Génova, de echo tenemos una reserva hecha a través de booking. Aún nos topamos con un par de retenciones más en el camino. Es increíble como están de saturadas estas autopistas a pesar de ser de peaje, claro que cada dos por tres aparecen señales de obra aunque luego llegas y no hay ni obras ni nada, ni un mal currante barriendo la cuneta. Así que pasamos de ir alegremente a 135 km/h a ir a 20 km/h en cuestión de minutos, incluso llegamos a estar totalmente parados en varias ocasiones. Son las 6:30 pm cuando entramos en Génova. El último tramo de autopista de acceso a la ciudad tiene una pendiente importante, curvas cerradas y cientos de túneles, parece un auténtico escalextric. Llegamos cansados y con calor. La ciudad como no, es un puto caos a la italiana. Conducen tan mal como la fama que tienen. Logramos finalmente encontrar el parquing que nos aconsejó la dueña del apartamento que está justo en el puerto junto al Acuario de Génova. Y también logramos encontrar el apartamento en un pis pas pero es de risa. Nos envió las instrucciones a través de wassap y desde luego no dejó ni el más mínimo detalle al azar.  Tenemos la sensación de estar participando en una especie de Scape room. Una pasada, desde luego nos vino de perlas pues aunque nos lo envió en ingles lo pudimos traducir en el traductor de google y siguiendo los pasos todo salio perfecto.

El alojamiento es para verlo. Parece un piso de soltero sobre todo la cocina. Es un popourri de cacharros de cocina ordenados de forma ambigua pero si algo no se tiene claro, solo hay que leer los cartelitos que hay pegados por todos lados con instrucciones. Hasta nos mandó en el wassap las instrucciones de como encender la cocina de gas.

La casa cuenta con una terraza a la que se accede por la ventana de la cocina utilizando un taburete para subirse al alfeizar y salir a un balconcillo que solo cogen los flacos para subir por unos peldaños tejado arriba, es la típica estampa de las "pelis" italianas, la verdad es que mola un montón, es muy surrealista.

Las vistas desde aquí arriba son un tanto dantescas con todos los tejados formando un bosque de antenas.
Aunque para el otro lado aún podemos ver una brumosa y ajada puesta de sol acorde con la vieja Génova.
De la habitación no tenemos ninguna queja, está muy bien, la cama super grande equipada con aire acondicionado, tele plana, wifi gratis y el baño aunque compartido está limpio y también perfectamente equipado. De echo nadie lo estrenó hoy.

Parece que de momento estamos solos, no vimos a nadie al entrar y tampoco se oye ruido en las otras habitaciones.

Salimos a la calle, tenemos ganas de conocer Génova. Una bonita replica de un galeón decora el Puerto Viejo. Es el Neptuno, una réplica construida entre 1984 y 1985 para "Piratas" la película de Roman Polanski. De hecho fue el decorado más caro hasta entonces (8 millones de dólares) para una peli que fracasó en taquilla. Ahora sirve para hacer visitas guiadas e incluso hace alguna singladura por el Mediterráneo pues esta equipado con un motor diesel.

Aquí mismo en el Puerto Viejo pudimos dar la mano a Mahatma Gandhi (1869-1948), bueno a su escultura en bronce.


Dejamos el coche en un parquing de pago, es el parquing del Acuario de Génova frente a la Piazza Caricamento y muy cerca de aquí es donde tenemos el apartamento. Entre los edificios modernos se asoma la almenada "Torre dei Morchi" del siglo XII.

Este es el Palacio de San Jorge (Palazzo San Giorgio) adyacente a la plaza Caricamento. Recientemente fue cubierta su fachada con frescos que le dan nueva vida a este edificio del siglo XIII.

Continuando nuestros pasos por el Puerto Viejo además de restaurantes y cafés otro de los atractivos turísticos es la noria, que ofrece vistas espectaculares del puerto.

También hay otra opción de vista panorámica 360º el Elevador Panorámico Bigo, un ascensor que sube a 40 metros de altura.


Y la "Biosfera" una enorme esfera de vidrio de 20 metros de diámetro que hospeda en su interior un microclima tropical con más de 150 especies vegetales y animales.

Ya se nos va haciendo de noche y seguimos callejeando y disfrutando de la ciudad pues se ve muy interesante iluminada. Nos encontramos con la casa donde aseguran que nació el famoso "Christophorus Columbus" osea Cristobal Colón que siempre se dijo era natural de Génova y al parecer dicen que nacido en esta misma casa en 1461.

He aquí la placa que lo detalla y certifica aunque siempre tendremos la duda de si es cierto pues no hay ciudad que no tenga algún edificio sospechosamente famoso por algún motivo incierto pero que siempre sirve para espolear el tirón turístico.

Pegado a la Casa de Colón están las ruinas de Sant Andrea también conocido como "Sant Andrea della Porta" por estar cerca de la Puerta Soprana. Son los restos que se conservan del claustro del monasterio de la orden Benedictina.

Paseamos por la Via San Lorenzo y llegamos a la importante e imponente Piazza de Ferrari, la plaza principal de Génova, centro financiero de la ciudad en la que se asientan los edificios de Bancos, Aseguradoras e importantes empresas además de palacios y edificios históricos, vamos que aquí se amasa la mayor parte del dinero genovés.

No menos imponente es la Catedral de San Lorenzo consagrada por el papa Gelasio II en 1118. Es una edificación medieval con añadidos posteriores construida entre el siglo XII y el XIV de fachada gótica.
La catedral sigue ahí por pura casualidad pues un obús perforador fue lanzado por error humano desde el navío británico HMS Malaya en 1941 impactando contra la esquina sudeste de la nave pero el material blando de la catedral evitó que se accionara la espoleta y que explosionara pudiendo ser desactivada posteriormente. Ahora se conserva dicho obús como reliquia en su interior.

Ya cansados de "patear" decidimos sentarnos y disfrutar de una cenita rica en el "Bigo Café-Ristorante-Pizzeria" justo en el Puerto Viejo. Yo me pido unos Gnochis que me encantan y Carol se pide una pizza que por supuesto está de vicio y de postre nos tomamos dos frappe con helado.

Cenamos muy bien, estaba todo muy bueno y de seguido ya decidimos regresar al apartamento de Serafina, nuestro hogar genovés por un día, así que a darle uso que ya nos pesan tanto los párpados, como los pies.

DEJAMOS ITALIA Y ENTRAMOS EN FRANCIA

Miércoles  28 de Agosto de 2019

Hoy no madrugamos demasiado. Ya son muchos días sin apenas darnos tregua por carreteras secundarias, autovías, pueblos, ciudades, grutas, castillos, islas, playas, ruinas y muchos hoteles, sobes, apartman y camping. Es la dura vida del turista vocacional ó como prefiero denominarme de un tiempo a esta parte la intensa vida del viajero. Entiendo por turista el que va de A hasta B con todo organizado atado y bien atado normalmente por una agencia de viajes. Sin embargo ser viajero es dar un poco de picante al viaje, es ir improvisando y disfrutando cada uno de los kilómetros del camino buscándose la vida sobre la marcha allá donde amanece y oscurece. Me parece mucho más auténtico e interesante pues siempre se manteniendo un buen plus de sorpresa e incertidumbre que da salsa al viaje.
Pero por supuesto cada persona es libre de eligir la forma de viajar que se puede permitir y con la que más disfrute sin que nadie tenga ningún derecho a juzgar.
Nos levantamos sin prisa y nos disponemos a preparar el desayuno. Aquí lo tenemos incluido en el precio y de hecho una balda de la nevera esta reservada para nosotros, incluso hay un papelito con el nombre "Carolina" por si hubiera alguna duda. La "senorina" la "padrona di casa", que no tuvimos el gusto de conocer, nos dejó preparadas magdalenas caseras, pastel, leche, café, mantequilla, queso fresco, mermelada, zumo y yogur.

Estamos intentando encender la prehistórica cocina de gas cuando de improviso entra en la cocina un hombre de mediana edad. Nos dice que es el hijo de Serafina la dueña, se llama Mauricio y por cierto nos vino de perlas pues llevaba un buen rato buscando un mechero y resulta que la cocina tenía chisquero incorporado, así que amablemente nos la encendió.
Estuvo pululando por la casa mientras desayunamos y antes que termináramos se sentó a nuestro lado y sin pedírselo nos mostró un mapa que había impreso sobre el que subrayó un planing de los sitios interesante que visitar de la ciudad. Verdaderamente el hombre no puede ser más atento y servicial.
Nos despedimos de Mauricio y bajamos todo al coche pero aunque amenaza con lluvia no nos vamos a ir sin antes dar una vuelta por la ciudad para disfrutarla también de día.

Lo primero que nos llama la atención muy cerca de la Piazza Caricamento es el edificio histórico de la "Loggia della Mercanzia"y que en su interior hay una exposición dedicada al cine y su historia, que se llama "Cinepassioni". Me viene a la mente mi amigo Jimmy que no se la hubiera perdido, es un autentico"friki" del cine, de hecho tiene un canal en YouTube dedicado a la crítica de cine. Por si te apetece visitarla y darle al "like" dejo aquí el enlace  "La Zona Moretti".
La entrada a la expo cuesta 6 €/persona. Hago una primera foto desde la calle y el tío de la taquilla sale y me recrimina que no se pueden hacer fotos. Lo que me faltaba, si me abronca en la calle como para hacer fotos dentro. La cagó el chaval, ya no entro ni aunque me paguen, que le den por el culo a él y a la expo.

Continuamos por la Vía San Lorenzo que circunda parte del casco histórico

Y llegamos a la Catedral de San Lorenzo que si desde fuera es muy llamativa, su interior es impresionante, una arquitectura preciosa. Y pensar que el famoso obús lo hubiera convertido todo en escombros.....

Custodiando la puerta hay un par de leones tristes y algún bicharraco más tallados en mármol blanco.

De día la Piazza de Ferrari no parece tan espectacular, las luces de la noche le dan mucho más glamour.

Este es el monumento a Giuseppe Garibaldi justo frente a la puerta de la Opera Teatro Carlo Felice

Enfilamos hacia la Via XXV de Aprile para llegar a la Via Garibaldi donde está la mayor concentración de palacios.

Entramos en el patio del Palacio "House of Gio Battista Spinola" construido  e 1563 donde tan solo con ver las esculturas que lo decoran se puede imaginar la magnitud del resto. Es privado y solo se puede ver acompañado de un guía.

El Palazzo Nicolosio Lomellino construido entre 1563 y 1569 y que es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2006.

Y no alargamos mas el recorrido, anoche ya le dimos un buen repaso y yo creo que me gustó Génova más de noche que de día, quizá se ve menos la mierda de algunos callejones. Aún así hay que reconocer que es chula aún a pesar de estar un tanto ajada y sucia. Dejamos Génova y tomamos de nuevo la autopista más revirada y con más túneles que nunca habíamos visto antes.

 Enseguida  empezamos a costear pasando a Francia y dejando atrás San Remo, Mónaco, Niza. A partir de aquí la autopista va más al interior y dejamos a un lado Marsella. A eso de la 1:30 pm hacemos una parada para comer en un área de descanso que tiene Mc Donald pero no entramos a pedir nada, simplemente nos aprovechamos de su mesa y sus sillas de la terraza y comemos los bocatas que traemos. Bueno, al final les hacemos un poco de gasto, entramos para pillar un par de Mc flurrys de postre. Seguimos ruta a buen ritmo, parece que Francia está menos saturada y podemos circular casi todo el tiempo con el regulador de velocidad trabado a 135 km/h. No hubo apenas atascos excepto un pelín en algún peaje y todo porque el Vía T de los cojones no nos funcionó en todo el viaje a partir de Tolousse. Espero que al llegar al mismo punto empiece a funcionar de nuevo.

De camino nos cayó una pequeña tormenta y llegamos a media tarde con cielo casi totalmente despejado a Balaruc les Bains, al Hotel Bel Air que esta mañana reservamos con booking, Al final no queda más remedio que tirar de la app de marras, después de todo no se comportan tan mal.

Tenemos que abonar la habitación en metálico en cuanto llegamos a la recepción del Bel Air. Subimos todo a la habitación y vemos que el hotelito no es la bomba, muy básico aúque aceptable.
Y salimos a pasear por Balaruc les Bains a pesar de que ya lo conocemos de el viaje que hicimos hace tres veranos cuando viajamos hasta Marsella en moto que titulé en el blog como  (En moto por lugares con encanto y otros no tanto).

Volvimos a sentarnos en el mismo restaurante de aquella vez e incluso nos sentamos en la misma mesa que en el año 2016.

Mola recordar viejos tiempos. Nos pedimos algo que en francés parecía sofisticado. Para mí, Foiegras con tostas y mermelada acompañado de broza de la desbrozadora. Para Carol ensalada griega. De segundo no lo llegamos a saber a ciencia cierta.

Lo de Carol parecía pescado con verduras y arroz.

Lo mío una especie de bechamel con frutos del mar patatas fritas y más broza de segar el jardín.
En esta ocasión el traductor de google no nos facilitó mucho las cosas. Lo que si sabemos que estaba muy bien presentado y sobre todo que estaba muy cojonudo. El césped ni la toqué.

De postre unos maravillosos profiteroles con nata y chocolate. Nos dimos un buen homenaje.
Un paseo al borde del mar, bueno más bien al borde del Etang y al hotelito a descansar.


SAN JUAN DE LUZ

Jueves 29 de Agosto de 2019

Otro día que nos levantamos de la cama sin prisa, esto llega a su fin, cada vez estamos mas cerca de casa. Desayunamos de picnic en la habitación y nos vamos de Balaruc les Bains sin mirar atrás.

Hoy tenemos intención de llegar a San Juan de luz a dormir, que ya está a tan solo 10 km de la frontera con España.  Son tan solo 500 km para hacer hoy así que a la hora de comer estamos ya en el pueblín. Pero son las 2:00 pm, ya tenemos hambre y como no tenemos nada de prisa nos paramos en un área de descanso a comer a falta de pocos kilómetros de San Juan de Luz.

El hotel que conseguimos para hoy es carísimo y no lo elegimos por darnos un capricho sino porque no hay nada más donde elegir osea que apoquinamos los 100 €. Es el Hotel "Le Petit Trianon" y además tenemos que aparcar el coche en la calle, al menos el parquing que encontramos no está lejos de aquí y es gratuito.

Salimos enseguida a la calle para conocer el pueblo y en cuanto recorremos la Rue Gambetta ya estamos entusiasmados con San Juan de Luz. Esta calle desemboca en la Plaza Luis XIV en la que nos sentamos a tomar un descanso junto con una par de cortos de cerveza por los que nos soplaron 7 €. Con razón estan los hoteles tan caros y hay tantísimos turistas, bueno en realidad estas dos cosas van siempre de la mano junto con la carestía en la comida y la bebida. Una buena parte de las calles son peatonales, atestadas de tiendas de todo tipo, productos típicos, puestos de gofres, restaurantes, cafeterías, chocolaterías, panaderías, etc, aunque por supuesto abundan las de souvenirs. Las casas son las típicas construcciones de estilo vasco con entramado de madera con esa cuidada estética antigua que tan bien saben conservar los franceses (cosa que admiro de ellos). También abundan las flores en las ventanas normalmente rojas que dan aún más color a los edificios.

 Otro sitio espectacular es su puerto muy apreciado por los navegantes de paso y accesible todo el tiempo tanto de día como de noche.

Y no menos bonita es la larga playa de arena, de hecho es la primera que pisamos con arena fina desde que salimos de casa hace 20 días y eso después de recorrer más de 6000 km y más de la mitad por costa. La llaman comúnmente la "Grande Plage" osea Playa Grande, pero su nombre real es Playa de Donibane Lohizune algo más jodido de pronunciar.

Este es un pequeño y curioso faro que ilumina la bocana del puerto. Fué construido en 1936 por el arquitecto André Pavlobski de estilo neolabourdin.

 Para dejar constancia hacemos nuestra foto de turistillos en San Juan de Luz. Saint-Jean-de-luz en francés. Sent Joan de Lus si lo nombramos en esuskera. Estamos en la región francesa de Nueva Aquitania, dentro del territorio denominado Pais Vasco francés.

 Y si la playa es interesante, su paseo marítimo o Promenade lo es tanto ó más. Las casas frente a la playa son una pasada, muchas de ellas del siglo XVII y una curiosidad es que están conectadas al paseo.mediante puentes de madera.

 Las tascas y bares también tienen la típica estética del país vasco incluidos sus nombres.


Más allá de la Plaza Luis XIV llegamos al paseo marítimo y a la Gand Plage.

Regresamos al hotel para asearnos y descansar un rato antes de salir a cenar. Sabemos de los horarios reducidísimos de los restaurantes franceses así que no demoramos la salida pero aún así nos pilló el toro. En cuanto salimos a la calle preguntamos en el primer sitio que vemos y nos dicen que no hay sitio. No es verdad, se ven mesas libre pero lo que pasa es que son las 9:30 pm y aquí en Francia a las 10:00 pm ya quieren tener todo recogido y la fregona pasada, puto horario francés.

 Pero por casualidad ó por que el karma no nos abandona, al fondo de un callejón que nos podría haber pasado desapercibido vemos un restaurante que se llama Chez Theo, probamos suerte y aquí nos dicen que sí podemos cenar. Eso nos alegra y aún más descubrir que el camarero que nos atiende es uruguayo por tanto habla español.

Pedimos algo sencillo para que no se les alargara la hora de cierre así que pedimos una ensalada con queso de cabra, una ración de chipirones fritos y por ver que tal una ración de pulpo a la gallega.

Esta todo rico pero la ración de pulpo nos dejó impactados. -¿Eso es una ración de pulpo? debes ser de diseño pues es una puta miniatura. Ya veis el platito, en él no cogería un limón entero, hay que ver que husmias son estos gabachos. No obstante no protestamos pues estamos agradecidos de que nos sirvieran a pesar de ser "tardísimo" (9:45 pm) y haber podido charlar un rato en español. La broma fueron 56 €. Desde luego Francia e Italia son países caros, al contrario que Eslovenia y Croacia que nos parecieron muchísimo más comedidos y dan raciones generosas por un precio razonable. No demoramos mucho la cena como les prometimos y enseguida nos vamos a la plaza del pueblo a ver la banda que está tocando. Los "Mac Fly". Tocan versiones de los 80 y cuando llegamos estan tocando rock pero son temas que nunca oímos, aunque está claro que fueron éxito en Francia pues el público asistente las cantan todas.
No nos mola, así que nos vamos en busca de un local con música más actual y llegamos al "Le Garaje" una especie de Octoberfest donde venden hamburguesas y pijadinas para ir picando mientras se toman unas cervezas. Pero este ambiente no es lo que buscamos. Están cenando y charlando con música bajita y dormilona tipo chillout,. Joder esto es un muermo. Como no tiene pinta de que vaya a mejorar nos piramos, además pone horario hasta la 1:00 am y ya son las 11:30 pm. Para que nos metan un plumazo por dos cubatas y apalancar con la música chillout nos marchamos a dormir. Estos franceses tienen una idea raruna de lo que es fiesta.

Viernes 30 de Agosto de 2019

Último día de nuestro viaje, solo nos resta recorrer los 500 km que hay desde Irún a Pola de Lena. Llegamos sanos y salvos a casa, a nuestra Asturias patria querida que nos espera con los brazos abierto. Pero como buenos viajeros ya empezamos a pensar que a partir de hoy empieza la cuenta atrás para volver a escapar a vivir la vida con nuevas experiencias y volver a leer de nuevo carteles del tipo Bienvenidos, Onguietorri, Bienvenue, Benvenuto, Dobrodosli o cualquier otro idioma que se ponga en nuestro camino.

FIN