Lago de Valle, está empezando a cubrirse de blanco, nieva. Son las 5:30 de la tarde, está oscureciendo cuando pasamos entre las primeras casas del pueblo.
Casas de piedra. Paramos delante de un antiguo lavadero y enseguida aparece Gloria, la dueña de la casa rural que alquilamos para disfrutar estos tres días del puente de diciembre.
Casa Rural La Laguna. Es de nueva construcción pero mantiene el sabor a las viviendas rurales típicas de la zona con su fachada de piedra y madera con la techumbre de pizarra.
La decoración rustica con muebles muy curiosos, como la cocina que se esconde literalmente dentro de un armario.
Objetos antiguos adornan las paredes y los estantes, además de fotografías de zonas emblemáticas de Somiedo.
una tierra de carácter agreste, duro, un paraje natural.
El pueblo de Valle de Lago está situado al final de un valle glaciar con su característica forma de U y rodeado de altos picos que rondan los 2000 metros de altitud, picos cuyo acceso es restringido en su mayoría para preservar en lo posible la integridad del parque natural en el que a día de hoy prospera una enorme variedad de fauna salvaje, nada menos que 188 especies de vertebrados.
Rebecos, venados, corzos, buitres leonados, urogallos, jabalíes y una buena población de lobos y de osos pardos por citar los más importantes. Merodean en las frías noches muy cerca de los pueblos de montaña, bueno no solo merodean por los picos y los bosques sino que incluso este verano algunos vecinos vieron como uno de estos osos se acercaba para ir a beber a la fuente del centro del pueblo.
El 4 de Junio de este año, el fotógrafo francés Eric Poussin grabó en el Parque Natural de Somiedo un video con la lucha por el alimento entre osos y lobos.
Nos instalamos en nuestro apartamentito ilusionados por poder disfrutar de esta pequeña pausa en la rutina.
Fotos desde todos los ángulos.
No pasaron dos horas y ya la fina película de nieve que cubría los tejados, empieza a cuajar también el suelo y todo el paisaje se blanquea y refulge en la noche.
Nieva copiosamente y no nos podemos resistir a salir. Vemos el camino gracias a las luces que brotan de algunas ventanas y de las escasas farolas. Hace muchísimo frío pero no importa, vamos bien abrigados. Son prácticamente las primeras nieves de esta temporada a pesar de estar ya en diciembre. Acertamos viniendo antes que se hiciera de noche pues llegar hasta aquí a 1200 metros de altitud hubiera sido difícil sin usar cadenas.
El paseo por el pueblo nos lleva hasta el restaurante La Cobrana, el único bar del pueblo.
En el bar solo está la dueña con la que charlamos un buen rato. También me hice amigo de "colmillos". Tras terminar la consumición decidimos volver a la calle y regresar a nuestra casita rural.
Ya contamos con dos o tres centímetros de nieve en tan solo dos horas, si sigue así toda la noche, tendremos una estampa espectacular por la mañana.
Tenemos el coche bien aparcado dentro de una finca frente a la casa y a estas horas ya tendría problemas para moverlo sin utilizar las cadenas, menos mal que no pienso moverlo hasta el lunes así que de momento no me preocupa.
A pesar de que la calefacción ya va calentando la casa, le pido a Gloria una caja de leña para encender la chimenea. Nos encantan las chimeneas, contemplar el fuego y disfrutar de la sensación. Bueno, eso y una cenita rica con velas, una botella de buen vino y música chill out como banda sonora, que más se puede pedir. Esto es vida.
Antes de irnos a la cama me asomo a la ventana para comprobar emocionado que sigue nevando y que ya hay una capa de al menos diez centímetros.
SABADO
Despierto temprano, aún no amaneció y rápidamente abro la contraventana para ver que continua nevando y dibujandose un paisaje de postal navideña.
Vuelvo de nuevo a la cama pero ya no consigo dormirme, tengo ganas de salir a pisar nieve y con un poco de suerte poder hacer alguna ruta de las que llevo programada.
En cuanto desayunamos salimos a la calle cámara en mano para inmortalizar cada árbol, cada rincón y cada estampa de esta nevada de postal.
Los animales deberían estar a cobijo, llevan abrigo de pieles pero no por ello dejan de sentir el frio de la nieve.
Los árboles se ven hermosos con la nieve pegada, parecen decorados para la navidad.
En lo alto de los riscos otean los buitres.
La única casa que conserva el techo de "teito"
Y la quitanieves que no deja de darnos sustos cada vez que asoma a toda leche en las curvas.
Otro pobre que se comió la nevada toda la noche a pié firme en medio del monte.
Tipica postal navideña.
El agua del lago no está como para darse un baño.
Enseguida nos cruzarnos con otros turista, algunos ya con la mochila a cuestas y bien preparados incluso con raquetas de nieve para hacer alguna de las muchas rutas que ofrece la zona.
En estas andamos cuando recibimos la llamada de nuestros amigos Toño y Marta que parece que vienen a pasar un par de días también al pueblo de al lado, a Urria. Hoy se celebra la fiesta del pueblo, la fiesta de Santa Eulalia, así que nos invitan a bajar para tomarnos algo después de la misa en la sesión vermut con pinchoteo que preparan entre todos los vecinos de Urria.
Yo no quiero mover mi coche pero parece que Gloria y Leo, los dueños de la casa si van a bajar hasta Urria así que aprovechamos para ir con ellos en su 4X4. Casualmente son amigos a su vez de Toño y Marta, aquí todo el mundo se conoce y la mitad son familia.
Visto que hoy no está el día para rutas, pues no deja de nevar y la niebla está muy baja, decidimos bajar y pasar el día con nuestros amiguetes.
Llegamos a Urria, la ermita de S. XVII es muy pequeña, apenas cogen los pocos vecinos del pueblo.
Comienza la misa. Karol y yo quedamos afuera bajo el portal de la entrada junto con algunas personas del pueblo.
También tienen gaitero, un chaval de unos 12 años que es el hijo de los dueños de nuestra casa rural. Aún no llegaron nuestros anfitriones, parece que se les pegaron las sábanas.
La nieve no está aquí por poco pero aún hace más frio si cabe que arriba en Valle de Lago. Nos estamos quedando tiesos, tengo pena por quedarme fuera de la ermita dentro seguro que hay mucho calor humano.
A media misa van llegando nuestros amigos los rezagados, Toño y Rubén.
Y también Marta con su perrita "Bimba" vestida con chubasquero rosa fashion.
Ellos si van directos a la misa, la abuela no permite deserciones.
Sacan la "santa" de procesión llevada en volandas por Beni, la abuela y otras tres mujeres del pueblo, seguidos por el resto de asistentes.
Mientras tanto el pequeño gaitero nos deleita con su música un tanto torpe por su juventud e imagino porque tiene que tener los dedos medio congelados.
Oficiada la misa todos a una los feligreses se ponen de mudanzas. Desmontan la fila de bancos del interior de la ermita y en su lugar colocan mesas de diversa procedencia para hacer lo que nunca antes había visto.
Montan una espicha dentro de la iglesia, espectacular. Esto debería ser imitado por todo el clero, los feligreses acudirían en masa y se irían mucho más satisfechos que con una mísera ostia.
Bandejas calientes con cordero asado, chorizos criollos, empanada, aceitunas, patatas fritas, embutidos varios y vino, refrescos y caldito calientes para quitar el frio. Vean las caras de satisfacción.
Salimos con la panza bien llena y cada uno a su casa. Nosotros vamos a casa de nuestros amigos y enseguida la abuela Beni nos prepara café y nos pone una montaña de tarta con chocolate en el plato por si habíamos quedado con hambre. Chupitos de orujo, conversación, anécdotas e incluso una partida de parchís para matar la tarde.
Alrededor de las 6:00 de la tarde Toño nos sube de nuevo a Valle y nos despedimos hasta mañana con la firme idea de madrugar para ir de ruta los cuatro.
Ya apenas nieva y de echo ya se derritió parte de la que había, la carretera está totalmente limpia, también en parte por el paso de la quitanieves durante todo el día.
Antes de entrar en casa pido más leña a Gloria y en cuanto entramos me dedico a encender la chimenea. Mala idea, la calefacción hubiera sido más que suficiente.
Nos asamos vivos, tanto que terminamos abriendo la ventana para bajar la temperatura y por supuesto apagando la chimenea.
Dedicamos el resto de la tarde-noche a tele, cenita, sidra "El Gaitero" para brindar y película hasta tarde.
DOMINGO
Hoy parece que el tiempo está más tranquilo, no nieva, ni llueve y la neblina esta bastante alta en las cumbre. Incluso parece que quieren aparecer algunos claros.
Quedamos con nuestros amigos alrededor de las 10:00 pero mientras tanto me voy a dar una vuelta para hacer fotos mientras Karol se va preparando.
La nieve esta bastante mermada pero aún se ve un paisaje muy chulo.
Enseguida aparece Karol y vamos a ver las últimas casas rurales construidas en el pueblo.
Apartamentos Rurales "Braña la Code" son reproducciones de los teitos, muy fotogénicas y quedan muy bien en el entorno.
No tardan mucho en llegar Toño y Marta pero ya con la decisión tomada de abandonar la idea de hacer ruta pues la niebla está bajando, espesando y las nubes amenazan lluvia inminente.
Asi que nos subimos a la furgo y decidimos subir hasta el Puerto de Somiedo para pisar y disfrutar de la nieve.
El paisaje somedano es fantástico, una preciosidad.
Y pasamos por el punto más alto del Puerto de Somiedo.
Llegamos a la raya entre Asturias y León y en cuanto tratamos de continuar nos damos cuenta que no podremos llegar muy lejos pues esta la carretera sin limpiar por la parte leonesa, así que damos vuelta a duras penas y nos metemos en el bar Coronel a tomar algo.
Rato mas tarde bajamos de nuevo disfrutando del enorme, impresionante paisaje que ofrece el puerto con el pueblo de La peral colgado en la ladera.
Llegamos de nuevo a Pola de Somiedo y nos tomamos otra en el bar miño antes de subir a comer.
Lo siguiente fue tirar para Urria y sentarnos a la mesa para ponernos finos con la rica comida de la abuela Beni. Sopa de fideos, garbanzos con patatas, tocino, chorizo y morcilla, carne guisada con patatas fritas y de postre tarta de la abuela nunca mejor dicho. Café y chupitos de orujo a pasto.
Las chicas nos piden la revancha al parchís pues ayer perdieron la partida.
Un rato de risas gracias a las descaradas picardías de Toño y de nuevo las chicas pringan.
Ya se hace de noche así que pedimos a Toño que nos suba a Valle y nos despedimos de nuestros maravillosos amigos y anfitriones.
La casa está bien calentita así que no vamos a encender la chimenea. Nos entretenemos un rato y luego disfrutamos de la cena y de una peli que no conseguimos terminar, estamos cansados y la peli es muy mala.
LUNES
Ultimo día y ultima oportunidad para hacer ruta. Nos levantamos y me asomo para descubrir que el cielo está bastante plomizo pero no llueve.
Preparamos las mochilas de ruta, con toda la intendencia y metemos todo en el coche. Hoy ya lo puedo mover sin ningún problema, la nieve está casi desaparecida. Alrededor de las 11:30 de la mañana nos despedimos de Gloria y nos vamos justo en el momento que se pone a llover, que putada.
Aparcamos en Pola de Somiedo, decepcionados y descolocados pues se chafaron nuestros planes, así que damos unas vueltas por el pueblo bajo el paraguas pensando en que ocupar el día.
Tendremos que desistir de hacer ninguna ruta así que tiramos por el puerto de Somiedo entre la niebla y la lluvia y continuamos dirección a Babia.
Pero pocos kilómetros más alla vemos el letrero de La Cueta un pueblín del que nos hablaron nuestros amigos, así que a falta de otra cosa vamos a visitarlo.
Tenían razón es un rincón precioso, incluso con el día frío y lluvioso, así que imagínatelo con buen tiempo y sol.
Unas fotos por sus caleyas
y nos metemos a calentarnos en su único bar.
Un chigre típico de pueblo, muy coqueto y lleno de cachivaches.
Dan comidas pero no tenemos hambre aún, así que continuamos regreso a la carretera.
Por esta zona parece que mejora un poco el tiempo incluso aparece algún rayo de sol que nos regala un arco iris.
Vamos despacio tomando decisiones sobre la marcha, de donde parar y por donde regresar a casa. Y decidimos subir el Puerto de Ventana con la esperanza que no nos lo impida la nieve.
Tienen muy malísima pinta los nubarrones y la neblina que se ve a lo lejos dirección al Ventana pero lo intentamos y si no podemos pasar damos la vuelta y punto.
La nieve en la cuneta es alta pero la carretera está totalmente limpia y comienza a llover.
Paramos en su cota más alta y sin salir del coche nos comemos los bocatas que habíamos preparado para la ruta.
Continuamos el camino hasta Cueva Huerta, donde hacemos otra parada para echar tiempo.
Cueva Huerta está cerrada al público pero decidimos que un día de estos le haremos una visita. Hace años pudimos entrar en ella sin problema y hacer un tramo por nuestra cuenta pero de un tiempo a esta parte es imposible sin pagar entrada y hay que llevar un guía.
Otra parada más adelante, en Teverga, donde nos tomarnos un café en un bar y damos un paseo.
Y ya sin prisa pero sin más pausas llegamos de nuevo a casa, con la espinita de no haber echo ni siquiera una pequeña ruta de trecking pero lo bueno es que volvemos muy relajados y descansados después de estos tres días de asueto lejos de la monotonía. El que no se consuela es porque no quiere.
Volveremos.
Chulisima crónica! La espicha clerical me ha encantado!!! Jajaja
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