miércoles, 24 de junio de 2009

Mi primer ascenso a Peña Ubiña

Domingo 21 de Junio del 2009

A pesar de la cercanía de mi pueblo Pola de Lena, del macizo de las Ubiñas a tan solo 30 km., aún no me he acercado nunca ni siquiera a tocar su falda.
Hace dos meses, en un domingo ocioso se me ocurrió la feliz idea de conocer el nuevo refugio de meicín que esta dentro del circo de las Ubiñas.
La ascensión hasta el, ya es preciosa en si y más en marzo , pues la nieve tapiza abundantemente el camino, corto pero empinado.
Aquel preciso día me embrujo la mítica Peña Ubiña, el techo de la Cordillera Cantábrica con una altitud de 2417 m. Según dicen es el pico estrella de los montañeros asturianos y la segunda más hermosa por detrás del Naranjo de Bulnes en Picos de Europa.
Al verla tan de cerca desde el refugio de Meicín, ver su tamaño y oir hablar a los montañeros que se aproximaban al refugio me despertó el gusanillo de intentar el ascenso al mítico pico pero eso si, tengo que esperar a que se deshaga la nieve pues sin material apropiado ni experiencia en alta montaña es imposible y mortal intentarlo.
Me informaron sobre todo mi nuevo amigo Alex”El chile” uno de los guardas del Meicín sobre posibles formas de acometer el ataque a cima.
Dos meses después de aquella conversación me llega la oportunidad. Fin de semana soleado, buenas previsiones meteorológicas y el transporte asegurado.
Domingo 21 de Junio a las 6.40 salto de la cama y preparo mochila y el material para la aventura.
No estoy seguro que lo consigamos mi mujer Karol y yo (que siempre me acompaña como una valiente en todas las paranoias que se me antojan) pero que no quede por intentarlo.

Tenemos la intención de hacer travesía desde el Puerto de la Cubilla, hacer cumbre en Ubiña la grande y bajar por Meicín hasta Tuiza de Arriba donde nos recogerán mis padres. Es la ruta más cómoda pues solo tenemos un desnivel de 822 metros.
A las 9:00 a.m. ya empezamos a caminar. El día hermoso, el sol brilla a rabiar y ni la más mínima nube ni rastro de niebla.Aún así, aquí arriba el aire es fresco y no sobra el forro polar. Karol y yo cargados con las mochilas y mis padres los “sherpas” como los fui llamando todo el tiempo, acompañándonos durante 1 km. desde la casa de Mieres por el valle la Cantarilla donde nos separamos y quedamos en vernos alrededor de las 5:00 ó las 6:00 p.m. en Tuiza
Inmensas praderias por la vega Candioches, pasamos un estrechamiento en la roca y trepamos el Boquerón de los Ollones, cruzamos por el desagüe natural del río Retuerto y llegamos a vega de Retuerto donde ya divisamos completamente las dos Ubiñas al fondo.
No somos los únicos que hacemos la ruta, al menos nos topamos con otras 6 personas. Llegando a la base de Ubiña nos adelanta un montañero que va a buen paso y nos cruzamos cuatro frases sobre la marcha.
-Buenos días, ¿vais a hacer cumbre?
-Buenos días, si, esa es nuestra intención. A ver si hay suerte, es nuestro primer intento.
-Yo también voy a subir, es mi 3ª vez. Parece que por la canal de la Fana aún esta complicado por el neveru.
-Pero tú llevas material de escalada, no tienes problema.
-Si, pero solo por si acaso, subiré por la fácil.
-Hasta luego.
-Adiós.
Karol y yo nos miramos y miramos a la vez la pared que se levanta delante de nosotros y nos decimos.
-¿Pero por donde coño se sube a este monte, si lo único que se ve son peñas cortadas a pico? ¡¡Hay dios, que feo lo veo!!
Tratamos de no perder de vista al compañero que se hace más y más pequeño según asciende.
Nos guiaremos por el y confiemos que suba por la zona fácil como nos aseguró. Nosotros nos tomamos las cosas sin prisa pero el va como una moto, aunque vemos que cada vez se ralentizan mas sus pasos, ahora cada 6 pasos se detiene a descansar.
Que duro y empinado y aún no llegamos a tocar la pared rocosa. Estamos subiendo por una fuerte pendiente de pradera y rocas sueltas que se desprendieron de la pared.
En mi línea, voy haciendo fotos desde distintos ángulos de la mole, me agacho y ¡¡zas!! el cuadriceps izquierdo se me contractura con un espasmo de dolor fortísimo. Que rabia, por un mal movimiento casi echo por tierra el ascenso.
Me tiro un buen rato haciendo estiramientos y masajes y parece que se calma aunque a cada paso me duele todo el muslo.
Aún así, continuamos subiendo hasta dar por fin con la caliza viva. Al principio, parece que se marca el camino claramente por el paso de otros montañeros que van desgastando las piedras y de cuando en cuando un hito te lleva un poco mas arriba. Estamos a unos 2000 metros y da mucho vértigo mirar hacia abajo, el paisaje es tan amplio que nos sentimos como moscas en una pared. Una preciosidad, pero la preocupación por donde colocar pies y manos va tensando por momentos el ánimo, sin contar el cansancio y el dolor de la pierna.
Propongo a Karol que no siga subiendo pues temo por ella, ya que va muy indecisa y atemorizada. Mira hacia abajo y dice “Ufff lo peor va a ser bajar” y con mucho gusto se sienta en un anchurón y me dice, que suba yo solo que espera allí muy tranquila.
La dejo y trepando trato de no perder la invisible senda sobre el abismo, a cada paso más profundo. Cada vez cuesta más subir y a cada paso las rocas son mas altas y la senda es cada vez más débil, estrecha y casi no hay huellas.
De repente me doy cuenta que voy por un sitio equivocado .Me desvié por una roca lisa y es imposible dar la vuelta así que desando el camino hacia atrás, pero no veo donde poner los pies. Me pongo nervioso, es peligroso.
Trato de relajarme y me auto animo para no cejar en el intento y regresar. Encuentro de nuevo el camino correcto, veo mas gente por encima de mi y me digo si ellos pueden por mis cojones que subo.
Por fin corono a 2374 metros pero no es la máxima altura, es uno de los dos picos que faltan para la cota máxima. Ahora es más fácil pues solo queda crestear olvidando que tengo una gran caída libre a izquierda hacia Castilla-León y hacia la derecha Asturias y es como ir por el canto de la mano.
Mi respiración es fuerte debido al esfuerzo y la excitación de estar llegando.
Todo alrededor son picos todos más bajos y se ven cumbres reconocibles en todas direcciones, la zona de Somiedo, Babia, el pantano de Luna, la Mesa, la Tesa, Soto de Ribera, picos de Europa, Pajares, el valle del Huerna, picos pertenecientes a Palencia, incluso el mar Cantábrico.
Por fin cumbre a 2417 metros, toco el punto geodésico y saludo al montañero que nos adelanto por el camino. Nos dedicamos a hacernos fotos y charlar, me muestra el nombre de casi todos los picos que se ven, es un experto. Mientras como algo, me hago un pequeño video y el llama a su padre que lo va a recoger también en Tuiza, consiguiendo cobertura con muchísima dificultad.
Hay un buzón de cumbres y una placa conmemorativa a tres jóvenes de 19, 23 y 24 años que murieron en esta cumbre años atrás. El cielo azul, el aire fresco y las magníficas vistas vertiginosas sobre los valles circundantes hacen sentirte más vivo que nunca.
Mi nuevo compañero, Roberto de Mieres, me dice que se tiene que ir que lleva un buen rato y empieza a tener frío, me invita a que le sigua y accedo encantado.
Temo por la bajada, el esta experimentado y eso me da seguridad, además no me tengo que preocupar por perder el camino. Solo preocuparme por colocar pies y manos en lugar seguro para no precipitarme al vacío.
Bajamos estupendamente charlando y haciendo fotos hasta que encontramos a Karol, que me estaba esperando acompañada por tres madrileños que no se atrevieron a subir por miedo a la altura. Seguimos el descenso que nos queda para llegar al alto Terreros y nos separamos de Roberto. Aquí comemos los bocatas disfrutando del sol y el paisaje y contando las sensaciones del ascenso. Karol se siente un poco culpable por no atreverse a subir pero yo estoy contento pues lo hubiera pasado mal. Con llegar a 2000 metros ya la tengo por una autentica valiente.
De aquí al refugio de Meicín por la vaguada se hace largo pues ya tenemos las piernas muy machacadas, aunque el cuadriceps se esta comportando.
Me alegro mucho de ver otra vez a mi amigo “El Chile” y nos saludamos efusivamente, se alegra que haya subido al pico. No me esperaba encontrarle pues tiene pendiente una operación de tobillo y luego regresa a Chile una temporada para recuperarse.
Tomamos unas cervezas frías, charlamos distendidamente con otros montañeros y decidimos bajar a las 6:00 p.m. pues mis padres ya deben estar esperándonos en Tuiza. 30 minutos después llegamos al pueblo y contamos la aventura del día mientras tomamos cervezas en el bar.
Estoy muy contento y orgulloso de la aventura de hoy, para mi un novato en esto de la alta montaña fue toda una experiencia, que poco a poco me va enganchado a esto de la roca pelada.
Esta ruta a pesar de ser la fácil no es apta para todos los públicos pues no deja de ser de alta montaña y tiene peligrosidad, aún así muy recomendable para los más atrevidos que no padezcan de vértigo y tengan los nervios templados y siempre, siempre con todas las precauciones sin hacerse el superman.