viernes, 4 de septiembre de 2009

A la falda del Picu Urriellu

30 de agosto de 2009


Como lo prometido es deuda, allá en el mes de julio y mirando el Urriellu desde Horcados Rojos me dije: Lo próximo que haga por estos lares va a ser tocar el Urriellu con mis manos. Este último fin de semana de agosto se presenta con tiempo estable y muy soleado. No me lo pienso ni un momento, tengo que tocar nuestro emblema asturiano, tantas veces admirado desde la distancia y ver que se siente a los pies de esa enorme pared vertical.
Preparo el ataque a mi ansiado reto como si de una gran ascensión se tratara. Y no es pequeña pero claro, nada que ver con las proezas de los grandes escaladores con los que compartí cena y noche en el refugio J D Úbeda o Urriellu situado en Vega de Urriellu a 1.953 m. de altitud en el corazón de los Picos de Europa.
El sábado montamos nuestro “campamento base” en el pueblin de Sotres. A las 8:00 de la tarde aparcamos en un prado que tienen acotado como parking en la parte alta del pueblo, que esta debidamente señalizado con la “P” de parking. Ya entrada la noche otros “furgocaravaning” se nos acoplaron al lado nuestro. Ahí cenamos y después de tomar algo en el bar de uno de los hotelitos del pueblo nos fuimos a dormir con las estrellas asomando entre nubes.
El amanecer no puede ser más hermoso, sin gota de niebla ni nubes, el sol nos va a castigar fuertemente.

Emprendemos la caminata a las 8:30 a.m. tratando de evitar las horas de más calor.
Al contrario que el resto de senderistas y montañeros decido que comencemos la ruta desde Sotres hasta el refugio, evitando la tentación de llegar en coche hasta el Collado Pandébano, o sea que nos comemos 8 Km. más de pateo entre la ida y la vuelta.
Caminamos el primer kilómetro por asfalto, otro más hasta los invernales del Texu por pista de gravilla y otros dos hasta collado Pandébano, también de gravilla con buen firme y sin baches. Saltándose la señal de “Prohibido el paso a vehículos no autorizados” los coches continúan hasta el final, menos mal que esta prohibido el paso que si no en vez de 35 o 40 coches nos encontramos con 400 en Pandébano.
Ya en collado Pandébano solo nos quedan 7,5 km. hasta el refugio en Vega Urriellu, ahora por un camino bien marcado por las camperas del puerto, pasamos por otro refugio que no supimos distinguir entre las 10 ó 12 cabañas en la Majada de la Tenerosa.
A partir de la Tenerosa ya el camino se vuelve más escarpado bordeando la montaña, a veces cogiendo considerable altura y asomando de cuando en cuando el impresionante Urriellu.
Esta es la zona más espectacular y más costosa, pues a parte de dos pequeñas bajadas el resto es un zigzag en dura ascensión con buen camino, pero sin un momento de descanso hasta llegar arriba.
El sol como preveíamos nos esta haciendo sudar la camiseta, gracias que llevamos agua en abundancia en las cantimploras, ya que la única fuente está al principio en los invernales del Texu. La vista recorre el canal de Balcosín y se distingue a lo lejos muy por debajo de nuestros pies el pueblin de Bulnes, además de adivinar el mar Cantábrico por encima de la sierra del Cuera. Inmejorables y espectaculares vistas sobre todo en días limpios de bruma y niebla como hoy.
Se puede apreciar el aún más difícil camino que parte desde Bulnes a vega Urriellu por esta canal y por el Hou Lluengu ,repleto de pedreros en una pendiente de vértigo y totalmente expuestos a la fuerza del sol. Son las 2:00 de la tarde cuando llegamos al refugio después de varias paradas para disfrutar y fotografiar el espectáculo rocoso que nos rodea, como nos gusta a Karol y a mi. Otros senderistas prefieren correr como alma que lleva el diablo, como si tuvieran echa alguna promesa a un santo y se cronometran, no es nuestro estilo, como decimos por Asturias “Ca un ye ca un y k2 una piragua”.
Nos registramos en el libro del refugio J.D.Ubeda y como novatos que somos en esto de pernoctar en un refugio preguntamos las normas y costumbres.
Las botas no pueden entrar en las habitaciones, la mochila y los bastones no entran en el comedor, y las taquillas donde se dejan las pertenencias no tienen candado, te lo tienes que traer de casa.
La cena es a las 8:00 pm y el desayuno de 7:00 am a 9:00 am en punto, esto último lo descubrimos a la mañana siguiente. Los wc son mixtos y cuando pregunté por la duchas me dijo con una gran sonrisa, a ducharse a la fuente que queda fuera y sin problemas que el agua esta a temperatura ambiente. 8º ó 10ºC. calculé yo aproximadamente. Tienen muy buen sentido del humor.
En este refugio disponen de 4 habitaciones, cada una compartida con otros 24 compañeros de litera codo con codo. Colchoneta, manta y serenata de sonidos nocturnos y el petardeo no eran los grillos precisamente lo que se oía durante la noche. Gracias a dios y a que es domingo somos pocos, pero no quiero imaginar una noche de llenazo, sudor de escalada, trecking y las duchas ausentes con calcetines puestos para no pisar descalzo.
Una vez puestos al día, nos relajamos en los bancos del exterior del refugio y nos devoramos los bocatas que llevamos en las mochilas, junto a unas cervecitas frías. La tarde no puede ser más guapa y apacible, no hay gota de viento ni la más mínima nube. Contínuamente llega un goteo de visitantes al refugio. Unos que llegan de Pandébano, otros de trepar a algún pico de los alrededores y algunos escaladores que ya se descuelgan del Urriellu tras hacer cima.
La cima del picu Urriellu (2519 m.)que es su nombre original ó Naranjo de Bulnes como se le bautizó posteriormente, está 566 metros por encima de nuestras cabezas.
Hay buen ambiente, muy distendido , todos cuentan sus hazañas e intercambian información para el día siguiente o futuras escaladas. Algunos hablan de los huevos que hay que tener para hacer tal via o tal otra.
Como dice uno de los guardas del refugio en su acento sudamericano, “Cuando te ves “asha” colgado se te “shena” el culo de preguntas”
A media tarde los rebecos hacen su aparición tras de nosotros a pocos metros. Un alemán y yo nos dedicamos a correr tras ellos cámara en ristre, yo en chanclas de playa, por los riscos de los alrededores. Nos deleitan con buenas tomas, pues no nos tienen miedo y se mantienen muy cerca de nuestros objetivos. Lo de que era alemán me enteré cuando después de un buen rato de mantener un monologo con él me dice: “nou entenderrr nain, mi, poco spanish. Coño, ya me extrañaba que no me diera "coba" en la conversación. La tarde fue pasando entre material de escalada, mosquetones, cuerda y relatos de altura. Son las 8.00 cuando el cocinero anuncia que ya esta lista la cena, todos al comedor.
Menú ligerito. Menestra de verduritas y micro tacos de jamón, Patatas con bacalao, espárragos con mayonesa y lechuga. Postre, melocotón en almíbar y dos pudimos repetir melocotón ¡¡Wow!!.
Curiosamente todo en el mismo plato, si no te acababas todo, tenias que servirte el siguiente plato sobre los restos del anterior, o sea a comérselo todo, todo y todo. En el comedor nos juntamos un grupo variopinto. Dos holandesas, dos de Villajoyosa, tres de Zamora, otros seis de distintas provincias y el más raro. Un hindú nacido en Uganda y residente en Escocia.
Disfrutamos de una roja puesta de sol sobre los picos y el mar y a las 10.00 p.m. casi todo el mundo a la cama, ya empieza a hacer rasca. Nos cuesta un poco dormirnos pero al final después de dos o tres horas dando vueltas en la litera nos quedamos sopa hasta las 9.00 a.m. Bajamos al WC a lavarnos como los gatos, un poco los bigotes.
Pedimos el desayuno nos dice:¿ Pero donde vais tan tarde?
Yo le digo: Pues a ninguna parte, no tenemos prisa hasta la tarde.
Y me contesta: Tan tarde para desayunar, ya son las 9:10 a.m. ya no servimos desayunos.
Bueno, pues dame dos cafés y ya mojamos las muesly que llevabamos para el camino.
A las 9.30 salimos al fresco de la mañana, no queda casi nadie en el refugio, además de 9.30 a 12.00 a.m. el refugio se cierra para limpiar.
Aún tengo que ir a tocar la pared del Urriellu que tenemos a una media hora del refugio, por un gran pedrero empinado.
Karol se queda a medio camino y yo me acerco a tocar la pared como había prometido y me deleito haciendo fotos y contemplando esa pared caliza tan impresionante. ¡¡Reto conseguido!!.
Bajamos y a las 11.30 a.m. cargamos las mochilas y desandamos el camino de regreso a Sotres.
Ultimo vistazo de despedida al Urriellu.
El regreso hasta pandébano se nos hace relativamente corto, pero al llegar a la pista de gravilla el calor es tan fuerte que cada sombrita que topamos nos tenemos que parar un rato debajo. Se me ocurre hacer un poco el pijo.
Llevamos dos paraguas plegables y me dije: Ya que cargamos con vosotros que sirváis para algo. La estampa es ridícula pero gracias a ellos continuamos hasta los invernales del Texu con más ánimos.
Falta 1,5 Km. de pendiente durísima hasta Sotres. Decido dejar a Karol y las mochilas bajo una sombra y yo solo con la cantimplora me subo a buscar el coche, pues el calor es inhumano y ya vamos derrotados. En media hora regreso.
La única fuente del recorrido esta aquí en los invernales, ni cortos ni perezosos nos pegamos un fresquísimo baño que nos devuelve las fuerzas y un agradable buen olor.
Ya el resto de la tarde nos la tomamos de relax de terraza en terraza parando en los pueblinos de camino a casa.


Dos días después, el miércoles 9 de septiembre del 2009 se realiza la que se puede llamar una proeza mundial en el Urriellu.
Los hermanos Pou, vascos, consiguen de un tirón en tan solo 8 horas y en el mismo día, la que es ya, la vía abierta en estilo libre más difícil del Naranjo de Bulnes y del mundo.
Iker y Eneko, no se esperaban ni ellos mismos poder completar los 13 largos de la vía “Orbayu”, pero superaron la prueba tras 2 meses de duro trabajo estudiando la pared.
Se puede considerar una gesta de tintes épicos en el mundo de la escalada, que marcará un antes y un después en la historia del Urriellu y tendrá una enorme repercusión en todo el mundo, dando un nuevo impulso a la escalada en nuestro pico emblemático.
Los Pou han dejado huella en la historia del Urriellu.