lunes, 7 de septiembre de 2015

(Cap.3) Moteros al calor de Andalucia

Décimo primer día
Martes 21 de Julio



Nos despedimos de los Apartamentos Casa Patio del Panadero, de su dueño Guillermo y de Cadiz con muy buen sabor de boca. Sin duda la anotamos como ciudad muy interesante de visita obligada.


Ahora rodando por sus calles empedradas se me antoja que la visita fue muy corta, me supo a poco y que dejamos mucho por ver, así que algún día volveremos para disfrutar del resto de Cadiz que dejamos sin visitar.



















Volvemos la vista atrás al pasar bajo la Puerta de Tierra, la muralla que separa el casco histórico de la ciudad nueva. Salimos por la autovía ya que ir por las comarcales se convierte casi en un laberinto sin salida.

No tardamos mucho en llegar a Coníl de la Frontera donde hacemos parada para desayunar y de paso echar un vistazo al pueblín. Aparcamos al lado de la Puerta de la Villa, una de las cuatro que existían pues el pueblo antiguamente estaba amurallado.

 Caminamos hasta la Plaza de España donde nos topamos una estatua del escritor portugués José Saramago leyendo un libro a un niño y bueno ahora a Karol tambien. La verdad es que el niño no tiene cara de estar muy entretenido.

Coníl nos está gustando. tiene ese punto acogedor de casitas blancas y callejas estrechas, es un pueblo con cierto carácter, estupendo para pasear y tapear en sus terracitas.


Contemplamos la Torre de Guzmán el Bueno que es lo que queda del castillo, la torre del homenaje .

 Y la Iglesia de Santa Catalina construida en 1411 sobre los cimientos de un templo mudéjar.

En la playa una curiosa escultura, el "Monumento al Atún" con el que se quiere homenajear la importancia del atún en esta costa que formó parte de la tradición y del desarrollo económico de la costa de Cádiz. A lo largo de la costa hay siete de estas curiosas veletas de cuatro metros de largo. Una aquí en Coníl y el resto en Barbate, Zahara de los Atunes, Tarifa, La línea de la Concepción, Chiclana y Cádiz.

 Terminamos el paseo en la inmensa playa del pueblo, la playa de la Fontanilla.

No vamos a pasear por la playa de esta guisa así que regresamos a la moto.

Y sin perder más tiempo volvemos a la carretera y seguimos viaje por la zona de Los Caños de Meca.

Nos topamos con pequeñas playas tranquilas y escondidas. La playa de los Castillejos de Los Caños de Meca que está formada por un conjunto de calas de arenas blancas rodeadas de rocas y acantilados y unas aguas azuladas y limpias. Esta zona costera es más de mi gusto, no me van los arenales infinitos.

Y esta es otra de las calitas, uno de los núcleos nudista de la zona, cuna del movimiento hippie desde hace muchos años.
Mientras estamos en un chiringo tomando algo fresco aparece un hombre con una cesta en forma de barca llena de marisco. Trata de hacer negocio vendiendo la mercancía en vasitos de plástico a los turistas.


Reconozco los camarones y la quisquilla pero-  -¿que es eso del "tupper", paisano?- pregunto al vendedor- Es mojama- me dice y me invita a probarlo. Tuerzo el hocico y le digo- ¡¡ Que coño dices, que yo no como eso crudo !! Entonces me explica que la mojama son los lomos de atún curados en salazón. No quise probar la mojama pero me regaló un poco de cultura.

Continuamos circulando hasta que llegamos a Zahara de los Atunes. Rodamos por sus calles despacio, sin prisa, buscando algo atractivo pero no encontramos nada interesante, también es verdad que el calor esta ya haciendo mella en nuestras ganas de pasear.


Salimos finalmente de Zahara y la carretera atraviesa ahora campos repletos de molinos eólicos



Y más tarde un secarral en la que pone "Zona Militar. Prohibido el paso. Campo de tiro".
Es una zona de practicas de tiro del ejercito pero de momento vamos tranquilos pues no se oyen disparos ni explosiones. Hoy supongo que estarán de cañones caídos.



Llegamos a Tarifa. El pueblo no es la ostia pero nos sirve para buscar donde comer y quitarnos un par de horas de la fuerza del calor.


Por la cosa de buscar donde comer paramos en un parquing. Estamos decidiendo hacia donde ir cuando se acerca una chica de melena leonina y me pregunta- ¿Oye, esa cruz que llevas pegada en el casco que significa?- Yo me pongo en plan fino y le digo- Es la Cruz de la Victoria- En cuanto le digo esto se descojona de la risa y dice- Venga coño, vosotros sois asturianos  y yo también así que no te pongas tan fino. jajajajaja. En esto Karol le dice- Vaya, como te pareces a "La Junca" la de la serie "Aida". La Chica se vuelve a reir y poniendo voz "chunga" de vecina de Vallecas nos dice.-Pueggg claro que me pareggggco, como que soy yo, "La Junca". Y es que esta actriz es asturiana, de Avilés.¡¡¡ Vaya sorpresa nos llevamos!!! Charlamos un buen rato, contamos nuestras andanzas y antes de despedirnos le paso la cámara de fotos a su marido para inmortalizar el momento. Fué un placer conocer a Maria Díaz "La Vikinga" y más de esta forma tan poco convencional. 


Después de un par de vueltas por Tarifa encontramos una terracita chula donde comer. El Restaurante "La Olla" es un buen sitio. Nos pedimos una sarten de arroz negro con chipirones y acertamos, esta riquísimo.

 Justo desde donde estamos comiendo vemos al Puerto de Tarifa, situado a 16,5 km del continente africano, la Puerta de África lo llaman.

Y al lado también tenemos el Castillo de Tarifa que se usó en su día para la defensa de la ciudad, durante la Reconquista. Su función fue la defensa de los ataques piratas berberiscos y durante la Guerra de la Independencia las tropas españolas lo utilizaron en la resistencia tarifeña. Aún hoy día pertenece al Ministerio de Defensa.

África, tierras marroquíes a la vista. Desde Punta Tarifa tenemos a tiro de piedra el continente africano. No me imaginaba el Estrecho tan estrecho, valga la redundancia.

Llegamos al lugar más lejano que podemos estar de casa sin caer al mar claro, este es otro de esos sitios que marco en cada viaje como el punto de retorno. Este es el punto geográfico más meridional de la Europa continental donde se marca la divisoria entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo.

Y nos hacemos otra foto con la bandera de nuestro grupo motero, bueno y con un par de chicas italianas que se nos unieron espontáneamente a la fiesta.
Me llevé la foto de recuerdo pero a cambio me dejé olvidado el reloj. Kilómetros más adelante lo eché en falta y recordé que me lo había quitado para ponerme protector solar. Los viajes siempre se cobran alguna ofrenda.


Desde aquí vamos hasta Algeciras y paramos muy cerca del Peñón de Gibraltar. Hace un rato estábamos mirando tierras marroquíes y que cosas, ahora tenemos delante tierras británicas. Dicen que el Peñón de Gibraltar era una de las Columnas de Hércules conocido por los romanos como Mons Calpe. El otro pilar estaría en el lado africano, el Mons Abyla o Jebel Musa.


Vemos el Puerto deportivo de Algeciras.


Y reemprendemos la marcha y nos despedimos del mar, de la costa, nos dirigimos al interior de la provincia de Cadiz  rodando por una bonita carretera arbolada. Dejamos sin visitar a un lado Castellar de la Frontera pero lo dejamos anotado en la lista de pueblos a visitar.


Y finalmente llegamos a Jimena de la Frontera. Está dentro de la ruta de los denominados "Pueblos blancos de Andalucía". Es una preciosidad. Y es una sorpresa, pues fue la casualidad la que nos trajo hasta aquí tras la búsqueda de alojamiento a través de booking.

Este es el alojamiento de hoy. Por fuera "Casa Henrietta" no parece gran cosa, la verdad.

 Pero en cuanto pasamos a la recepción nos quedamos impresionados. Se trata de una casa señorial reformada del siglo XVIII. Parece que continua nuestra suerte con los hoteles y los pueblos chulos.

 Toda la decoración es "vintage" y con muy buen gusto.


Desde nuestro balcón tenemos unas estupendas vistas del pueblo.



 Y justo debajo tenemos un patio  magnífico para tomar algo fresco. No perdemos tiempo.


Nos tomamos un par de cervecitas y brindamos por el estupendo hotel Casa Henrietta, por el bonito pueblo y por estas estupendas vacaciones.


 El hotelito está lleno de rincones chulos como la zona del bar.

 O el comedor

 Y un pequeño rincón con un altillo donde se celebran pequeñas actuaciones y conciertos.

Se está estupendamente en este sitio y el trato de su dueña Melissa es excelente.
Ella misma nos contó que es licenciada en Bellas Artes y al terminar su carrera viajó a Irlanda donde vivió siete años. Después de trabajar como profesora de arte en centros comunitarios y dar clases en el Hospital infantil de Dublín regresó a Jimena de la Frontera donde inició su proyecto, Casa Henrietta, hostal y retiro artístico.


No queda mucho para oscurecer pero decidimos que es ahora o nunca la visita al Castillo.

 Es un Castillo árabe del siglo VIII. No es mucho lo que se conserva o más bien falta mucho por escavar y restaurar pero está declarado bien de interés cultural en 1931.

 Las vistas son impresionantes desde el castillo sobre el pueblo de Jimena de la Frontera y su entorno.

 No tarda mucho en hacerse de noche y el hombre encargado de cerrar sus puertas, a pesar de estar fuera de horario, se enrolla y nos enciende algunos focos para que veamos partes del castillo que nos perdimos por falta de luz.

 Y de regreso al hotel decidimos cenar en el estupendo patio a la luz de los faroles. Dejamos que Melissa nos sorprenda y de primero nos tomamos Ensalada de tomate, queso manchego y albahaca fresca.


 De segundo nos trae fajita de ternera con no se que rollos y una salsa rara. Con este sí que nos sorprendió no estaba bueno para nada. Y como soy muy sincero se lo dije.

 La copa de helado si esta rica y por supuesto también se lo digo.
No tardamos demasiado en irnos a dormir que estamos echos polvo, no tanto por los kilómetros como por el calor que pasamos. Hace calor desde que amanece hasta que oscurece y aún así de noche tampoco bajamos de 30º C. Gracias a Dios que existe el aire acondicionado.


Décimo segundo día
Miércoles 22 de Julio


Dejamos temprano Jimena de la Frontera y hacemos una última foto panorámica del pueblo.


Seguimos dirección a Ubrique.






Y la carretera nos lleva a través del Parque Natural de los Alcornocales.

 Subimos el puerto de Galiz que es chulo, pero se nos hizo muy largo por el mal estado del asfalto. Es un paraje remoto en la sierra Penibética, un paso obligado entre quien iba y venía de la campiña gaditana a las serranías de Cádiz y Málaga. Este paso fue testigo de guerras de frontera, de tropas árabes y tropas cristianas, testigo del paso de bandoleros, arrieros, carboneros, corcheros, cazadores, contrabandistas y trajinantes. Durante la guerra de la Independencia también pasaron las tropas del general Ballesteros en refriegas contra los franceses y hoy día punto de encuentro de ciclistas, motoristas y viajeros curiosos con ganas de oír viejas historias.

Frente a la nueva Venta se puede ver esta enorme roca, el "Peñón de Ballesteros"y en la que hace años instalaron una pequeña virgen.

La "Virgen de los Milagros de Puerto de Gáliz" una imagen rodeada de exvotos y ofrendas más pagana que cristiana.

 Y llegamos a Ubrique a la Cuna de la Piel y la marroquineria, Al llegar me acordé que este es el pueblo del torero "Jesulín" y de sus "hazañas" solo recordé aquellas famosas corridas (de toros) donde la arena se cubría de bragas y sujetadores. Bueno también aquella época que pudo ser cantante si no fuera por la voz. -Toooooa toooa toa, te nezezito tooooa- 

Ubrique es otro de los denominados pueblos blancos de Andalucía situado entre los picos más altos de la provincia de Cadiz.

Damos unas vueltas e igual que en otras ocasiones sin bajarnos de la moto, pero finalmente no nos llega a gustar tanto como para parar. También es verdad que como siempre el calor no ayuda. Es el sino de este viaje. El calor es todo lo contrario al Red Bull, nos corta las alas.


Y dejamos Ubrique tomando dirección a Grazalema.

 Subimos el pequeño puerto de Los Alamillos (822 m.)


Y nos topamos de frente con la hermosa vista de Grazalema.

Grazalema es un pueblo muy recomendable para visitar que también forma parte de la ruta de Pueblos Blancos dentro del Parque Natural Sierra de Grazalema.

Aquí tienen el monumento al "Toro con cuerda" una costumbre que perdura desde la Edad Media. La cosa se trata de llevar los toros atados con sogas para jugar con ellos desafiando su fuerza. Pero no es una costumbre única de aquí pues en casi todas las comunidades españolas celebran de una u otra forma la fiesta del "Toro encordao o ensogao"


Llegamos a la plaza y aparco la moto a la sombra arrimada a la pared para tomar algo en la terracita de enfrente. Antes de bajar de la moto se me acerca un policía municipal y me dice que nada de dejar la moto aquí que está prohibido para todos los vehículos excepto carga y descarga. No me hizo ninguna gracia pero como un amigo me dijo hace tiempo- Si quieres fastidiar a la policía, hazle caso.



Nos despedimos de Grazalema y rodamos bordeando el Embalse de Zahara-El Gastor.

Ver sobre la loma Azahara de la Sierra fue como ver un oasis en mitad del Kalahari.
Quisimos llegar hasta aquí por el Puerto de las Palomas pero no sabemos como, ni en que momento nos equivocamos de carretera.
No obstante me alegro del error pues entre Grazalema y Zahara de la Sierra nos quisimos morir literalmente cocidos en nuestro propio sudor. Cinco minutos más de sol y nos morimos de uno de golpe de calor. Es imposible disfrutar del guapo paisaje, solo tenemos ansiedad por llegar a algún sitio con sombra y bebida fresca.


Nos metemos en el primer bar que nos encontramos, en la Cervecería el Gallo y desencajados de calor nos bajamos dos litros de agua de un trago. Un rato más tarde, algo más recuperados, pedimos algo de comer. Un pisto con huevos fritos para mi y una hamburguesa con papas para Karol.


Las vistas del Embalse de Azahara desde lo alto del pueblo son todo un espectáculo. El agua verdaderamente tiene un color que parece irreal.

 De momento no podemos hacer otra cosa que disfrutar del paisaje cobijados a la sombra. Miramos el mapa y cualquier ruta nos parece larguísima e imposible. Sin duda es el peor día de calor desde que estamos de vacaciones y eso que ya tuvimos muchos y muy chungos.

Lo cierto es que no nos rendimos porque no hay más cojones que seguir adelante. Antes de subir a la moto buscamos hotel en un pueblo que quiero visitar si ó si. Se llama Setenil de las Bodegas. Es uno de los más curiosos que podremos visitar en Andalucía y no me lo voy a perder.

La carretera es entretenida y nos topamos con estampas como esta. Bien podríamos estar recorriendo territorio Comanche y estar cruzándonos con el "llanero solitario".

Y llegamos a Setenil de las Bodegas en poco más de media hora. Llegamos a nuestro Hotel El Almendral**. El hotel es feo de cojones pero también es verdad que nos estamos acostumbrando mal. Lo que si tiene es una piscina estupendísima, cama, ducha y parquíng y es todo lo que pedimos.


Y como estamos como perros apaleaos lo primero que hacemos es quitarnos el calorazo del día tirándonos de cabeza a la piscina. Desde luego salimos de ella relajadísimos y como nuevos.

 Con renovadas fuerzas nos vamos a visitar el pueblo. Setenil de las Bodegas es el caramelito que nos tenía reservado el día, al final después del sufrimiento siempre llega la alegría.

 Cuevas del Sol y de la Sombra. Se llaman así en función de la cantidad de sol que reciben estas dos calles típicas del pueblo. Esta es la de Sol.

 Sin embargo, a pesar del que unas reciben más sol que las otras en el interior conservan un micro clima que logra que esté fresco en verano y cálido en invierno.

 Esta es la calle de Cuevas de Sombra. Setenil es uno de esos pueblos que su origen resulta un enigma. Estas cuevas de techos negruzcos nos retrotraen a la prehistoria, cuando nuestros primitivos congéneres, posiblemente, las utilizaron como refugio natural.
Las viviendas se dan en llamar semitrogloditas. Son cuevas naturales aprovechadas construyendo una fachada para cerrar su entrada. El fondo y la altura depende de la naturaleza de las cuevas pues no se a escavado para darles más amplitud.

Esta es la Calle Jabonería su nombre le viene de la existencia de alguna fábrica de jabón en el siglo XVIII y XIX ó bien por el hecho que aquí bajaban las mujeres a lavar la ropa en el río.

Nos lo estamos pasando muy bien disfrutando de la visita al pueblo.

 La Calle Herrería es una de las calles más antiguas que en su día albergó un taller de herrajes.

Las casas parece que estuvieran siendo engullidas por la pared rocosa.

Subimos a la parte alta a las murallas desde donde las vistas son magníficas.

En la parte más alta del pueblo está la fortaleza Nazarí que fue construido por los árabes en el periodo almohade (S. XII-XIII). La fortaleza conserva toda su cerca con 530 m. de muralla y unas 40 torres. Siete intentos necesitaron hacer las tropas de los Reyes Católicos para arrebatarles el bastión a los musulmanes.

 Las calles empedradas, las casas típicas y el curioso aprovechamiento del entorno es especialmente fotogénico y atractivo.

 Y entramos en el Bar la Escueva, que tal como nos dijeron es todo lo grande que permite el techo y fondo de la cueva al igual que pasa con el resto de bares y viviendas.

Sus dueños son un par de chavales con ganas de agradar. Como este par de "quillos" nos están cayendo de puta madre aquí mismo nos quedamos a cenar.

 Y nos aconsejan un plato de brochetas con langostino y bacón y de segundo una bandeja de tostas variadas. Esta todo pero rico, rico, de muchos cojones.


A que apetece. Un placer para los sentidos terminar el día en este local bajo el techo de una cueva natural.

Décimo tercer  día
Jueves 23 de Julio


 Amanece soleado como todos los días y después de desayunar al lado de la piscina y colocar todo el equipaje en la moto nos bajamos a Setenil para comprar lotería. Si, lotería es el único recuerdo que nos gusta llevar a la familia y este año decidí que fuera de Setenil de las bodegas.


Ultima foto ante de volver a la carretera. Nos vamos directos a Ronda.

 Y llegamos a Ronda. Aparcamos y a pasear, de mano rodeamos la plaza de toros de Ronda donde están colocadas sendas estatuas del torero Antonio Ordoñez y de Cayetano Ordoñez, abuelo y nieto respectivamente. De casta le viene al galgo.

También esta la estatua al Toro de Lidia y justo al lado amarrado a pleno sol un pobre caballo. Y este no es de metal, es de carne y hueso, pero el cabrón de su dueño lo tiene ahí a pleno sol para sacar pasta a los turistas por hacerle fotos. El caballo al sol pero él está sentado a la sombra disfrazado de mamarracho. Pues de mi no saca un puto euro.

 Ronda esta lleno de rincones cuanto menos curiosos.

 Tampoco pueden faltar los carros de caballos para pasear turistas.

 Y su monumento más emblemático, el Puente Nuevo, construido entre 1759 y 1793 que une la zona histórica y la moderna salvando el Tajo de Ronda. Una garganta de más de 100 metros de profundidad excavada por el río Guadalevín.

Plaza Duquesa de Parcent.

Otra vista de "El Tajo" osea del cañón que divide Ronda.

 El Puente Nuevo tiene 98 metros de altura y en la parte alta sobre el arco central tiene unas dependencias que en otro tiempo sirvieron como prisión y que hoy día alberga el Centro de Interpretación.
Las calles empedradas, estrechas y sombreadas de Ronda invitan a pasear sin prisa y descubrir sus rincones y su historia.

 La Iglesia Sta María la Mayor que sufrió una reconstrucción después del terremoto de 1580.

Maniquíes con la indumentaria típica asomados en el balcón del Museo Lara.
En su interior hay exposiciones de Ciencia e Historia, sala de Relojes, sala de Instrumentos Científicos, sala de Armas, sala Romántica, sala Arqueológica, sala de Fotografía y Cine, exposición de la Santa Inquisición, exposición de Brujería, colección instrumentos musicales, colección Máquinas de Coser, colección Navajas de Bandolero, colección Máquinas de Escribir, colección Trabucos, Fragua y Forja. Vamos, que hay visita para un rato largo.

En la plaza del Socorro está la iglesia del Socorro. Fue totalmente destruida y quemada en la Guerra Civil de 1936 y restaurada en 1956. De la antigua solo se pudo aprovechar el solar.

 Nos vamos, queremos llegar a la costa para comer y mientras ir buscando donde pasar la noche. Bajamos hacia el sur atravesando el puerto de El Madroño (1065 m.) Se va algo más fresco, debe ser la altitud y la proximidad del mar.

 A medio camino. en la bajada hacemos parada en La Venta El Madroño, parada obligada para moteros. Todas sus paredes están cubiertas de fotos de moteros y sus motos.

 Bajo la tele luce una joya de las clásicas.

Una foto para dejar constancia de nuestro paso por Venta el Madroño. Vssss a los moteros que por aquí campan.

 Y enseguida que bajamos el Puerto del Madroño, ya se intuye a lo lejos el mar y también nos sorprenden enormes urbanizaciones. Hay algo que salta a la vista, esta parte de la costa no es nada normalita. Abundan las casas gigantescas, los campos de gol y nos cruzamos con fantásticos coches deportivos. Marbella, Puerto Banús, son nombres que lo dicen todo.

Tocamos costa a la altura de San Pedro Alcántara claramente se mueve el dinero en billetes grandes. El nuevo paseo marítimo ajardinado fué galardonado con Bandera Azul desde el año 1993.

Las terrazas de los chiringuitos son de lujo, las palmeras, las motos de agua, los yates, hasta el mar en calma total parece que esté preparada exprofesamente para deleite de los coleccionistas de dinero. Me siento para la foto en el "Alabardero Beach Club", con piscina y zona ajardinada dentro del chiringo.
No tenemos animo para buscar otro sitio así que nos sentamos aquí mismo en "El Alabardero" a comer aún a sabiendas que nos van a meter un sablazo.


Se nota enseguida que los camareros están acostumbrados a bregar con "pijos" Son mas estirados que la antena de una radio de pilas y sus maneras sobre actuadas. De echo pedimos un fideuá negro con chopitos y cuando lo traen vienen dos camareros portando la paellera como si fuera un cuadro de Picasso. Nos ponen delante diciendo- Señor, señora, aquí tienen su bla bla bla con bla bla bla.-.Yo con mi finura de costumbre les suelto- ¡¡Si tu lo dices, Ala, déjala ahí y venga tira!!- y añado antes que se vayan - Ostia chaval, vaya mala pinta que tienen estos fideos-. La verdad es que el fideuá parece que se va a tirar a nosotros pero engaña, pues estaba pero que muy rico, No dejamos ni lo pegao del fondo.


Y mira que detalle, los platos diseñados por el famoso humorista gráfico Mingote.

 Dejamos San Pedro Alcántara y continuamos directos a La Carihuela que es donde encontramos hotelito para esta noche.

No hay más remedio que rodar por la autovía, no hay otra opción. Al menos vamos cerca del mar y el paisaje es agradable y además se rueda relativamente fresquito.

Enseguida llegamos a La Carihuela una zona netamente turística entre Benalmádena y Torremolinos. Y entramos al Hotel Residencia Miami**


Es un hotel viejo pero con cierto encanto e historia. La decoración es fea de cojones eso sí, como la del Castillo de Doña Urraca pero bueno, es aceptable en calidad/precio. Además dispone de parquíng privado dentro del recinto y una pequeña piscina de agua salada. Es todo lo que necesitamos.


En principio, este palacete era la casa veraniega de la gran bailaora, Lola Medina la reina de los gitanos, vivía en las Cuevas del Sacromonte en Granada.


El hotel fue diseñado y decorado en 1950 por Manuel Blascos, primo del más importante pintor del siglo XX, Pablo Ruiz Picasso. Fué punto de reunión y encuentro de grandes figuras literarias e intelectuales de la época.


Sus muros son testigo de las famosas tertulias, que se celebraban de forma clandestina y donde « La reina de los gitanos », como gran anfitriona, amenizaba las largas veladas con sus bailes y coplas en el salón, junto a la chimenea y los mosaicos granadinos.


El salón está presidido por el cuadro llamado « La Muerte de un Torero » que representa la grave cogida sufrida por el gran matador « Gitanillo Chico » el 10 de Agosto de 1952.

Su actual propietario compró la casa y la transformó en Hotel en 1957, manteniendo intacto todo el esplendor de aquella época y conservando el encanto de la típica construcción andaluza.

Una vez dejamos todo en el hotel, inclusive el calor que traíamos de todo el día, salimos a recorrer el paseo de la playa hasta llegar al espigón que limita con Benalmádena.
A partir de aquí creo que ya es Benalmádena.

Nos sorprendemos con este barco atracado en el puerto que al parecer fue traído de EEUU, restaurado y convertido en barra flotante y restaurante. El típico Vapor de Ruedas fluvial que recorría el Mississipi y el Misuri.

La Carihuela no es más que un arenal con pasarelitas de madera lleno de sombrillas y hamacas con un paseo masificado de tiendas, chiringuitos y tiendas de souvenirs, Cien manteros africanos aderezan la acera y todo ello atestado de turistas de mil nacionalidades. Después de cenar en uno de los bares que no es ni bueno ni malo sino todo lo contrario volvemos al hotel. En la calle hace mucho calor pero en la habitación tampoco tenemos un aire acondicionado muy potente.

Décimo cuarto día
Viernes 24 de Julio

La cosa es que dormimos muy bien y desayunamos aún mejor. Enseguida y antes de que el calor nos impida disfrutar nos subimos a la moto y nos escapamos a Málaga capital. Solo son 16 km. pero acabé estresado hasta de llegar al centro y aparcar. Hay saturación de "enlatados" por toda la costa y dentro de la capital.



Paseamos por la amplia Plaza de la Marina y el Puerto de Málaga.

El Ferry atracado parece un pozo sin fondo, menuda manera de engullir personas, coches y camiones por su popa.

Caminamos por el Palmeral de las Sorpresas hasta llegar al Museo Alborania-Aula del Mar.

Bonitas maquetas de barcos históricos hechos a mano, galeones, buques escuela, fragatas y embarcaciones pesqueras.

También cuenta con una colección de pequeños acuarios con distintos hábitats y especies. En este nadan tres tortugas bobas en fase de recuperación.

Esqueletos de delfines y ballenas.

Y nos podemos medir y comparar con la mandíbula de un cachalote.

También hay algunos calamares gigantes y una gran colección de conchas y animales marinos.

Dejamos el museo y la siguiente visita es a la Alcazaba, una fortificación palaciega de época musulmana construido a la falda del monte Gibralfaro.

Arcos del siglo XI

El Palacio de los Surtidores.

Jardines de la Alcazaba


Puerta y Torre del Cristo.

Hay buenas vistas desde lo alto de la Alcazaba sobre Málaga.

Murallas almenadas.



Bueno, la fortaleza está muy bien, pero encontrarnos dentro con un pequeño chiringuito y tomarnos unas cervecitas frías no tiene precio. Un brindis por nuestras vacaciones y como me gusta decir -con la izquierda para volver-. No se si se dice para "volver a donde estamos" o para "volver a brindar" pero lo importante es brindar muchas veces más y por muchos años.

Dejamos la Alcazaba tranquila y seguimos paseamos por las calles malagueñas en busca de aceras en sombra.


Y Karol que se queda enamorada de los vestidos de flamenca. Seiscientos y pico pavos cuestan los vestiditos.
Después de comer en un restaurante volvemos a la moto y regresamos al hotel. Un termómetro en la calle marca 39º C. a la sombra, pero nosotros estamos al sol y apuesto que al sol estamos a más de 50º C. Es penoso decirlo pero perdonamos el resto de la visita a Málaga, la visita al pueblo de Mijas que teníamos prevista y cualquier otra cosa visitable.
Aquí hasta rascarse el culo es un esfuerzo, como para ponerse a trabajar. Desde hoy digo que al ignorante que oiga decir que los andaluces son vagos que se baje al sur a pedir trabajo, que hay vacantes para esparcir asfalto.
En cuanto llegamos al hotel salimos a la playa a darnos un baño en el Mar de Alborán por que no se diga, pero una hora después ya estamos de nuevo en el hotel metidos en la piscinita que está mucho más tranquila y además tiene hamacas a la sombra.


Después de una tarde muy relajada salimos a cenar.


Elegimos la Tahona de la Carihuela, un restaurante estupendo, bien atendido y que oferta riquísimos platos.

No vamos demasiado tarde a la cama pues mañana queremos madrugar para salir disparados de tierras andaluzas de regreso a casa. Estamos a dos días del final de las vacaciones, regresamos al norte.

Décimo quinto día
Sábado 25 de Julio



Salimos temprano y tomamos raudos y veloces por la autovía a Córdoba. De momento rodando a buena velocidad no notamos calor, al contrario, terminamos parando para ponernos un jersey.

Al llegar a la altura de la capital cordobesa nos salimos de la autovía, todavía es temprano así que podemos permitirnos el lujo de hacer una visita aunque sea rápida a la ciudad.
Damos vueltas y más vueltas por las calles pero terminamos perdidos y no damos con el casco histórico ni de coña, así que media hora perdida después desistimos. Cuando algo se niega pasamos de ello y así tenemos una disculpa para una futura visita.

Al salir de nuevo a la carretera tomamos la N-432 por supuesto mucho más entretenida que la autovía y vamos por Sierra Morena hasta Espiel donde giramos al norte por la N-502 hasta Alcaracejos.

Dejamos a un lado pueblos tan bonitos como Belalcázar con el Castillo de los Sotomayor Zúñiga y Madroñiz.


Y en la lejanía vemos el precioso paisaje del Embalse de la Serena ya dentro de la provincia de Badajoz.


Es el embalse más grande del territorio español y uno de los mayores de Europa.


Por tres veces lo atravesamos sobre sus puentes.


 Curiosamente esa montaña en forma de pirámide verde es una isla en medio del embalse. Un puente nos llevó a la isla y otro nos sacó a la orilla contraria.



y finalmente hacemos parada para comer en Puebla de Alcocer. Llevamos 340 km. desde Málaga hasta aquí y aún queremos recorrer muchos más.

Con la panza llena volvemos a la moto y muy pronto notamos que el calor es insufrible. Nos cocemos literalmente bajo el inclemente sol y a pesar de que vamos por la preciosa Ruta de los Pantanos de Extremadura no podemos disfrutar como se merece de su espectacularidad.

El embalse de Orellana, el de Garcia de Sole, el de Cíjara todos bordeados o atravesados por una carreterita bien asfaltada y con curvas bien torneadas pero el solazo nos derrite e impide pensar en otra cosa más que llegar a alguna sombra y tomar algo frío. Y ver la aguita azul no mejora la situación pues aún nos da más sed.


Despues de varias paradas para sofocar el calor y tras haber recorrido desde esta mañana 507 km. entramos finalmente en Talavera de la Reina a través del Puente de Hierro ó Puente Reina Sofía como lo llaman hoy día. Una obra de 426 m. construida en 1904 por la empresa ovetense Duro Felguera en su parte metálica.


Tenemos reservada habitación en el Hotel Be Live City Center Talavera****
El hotel es una torre altísima todo cristal, moderno, pulcro, pero no tiene ninguna personalidad, es como si nos hubiéramos metido en Ikea.
Una buena ducha para quitar el calorazo del día y un paseo antes de cenar nos hace mucho bien. Hoy estamos realmente agotados.

Décimo sexto  día
Domingo 26 de Julio

A las 8:00 de la mañana ya estamos levantados y enseguida que preparamos el equipaje y desayunamos, salimos de Talavera. Hoy estamos de bajonazo pues es el último día de nuestras vacaciones.
Cogemos la N-502 que atraviesa una preciosa zona de la Sierra de Gredos

La provincia de Avila es mucho más montañosa y verde que las que dejamos atrás. A un lado vemos el imponente Castillo de Monbeltrán.

 Y a continuación subimos el hermoso puerto del Pico (1352 m.) de los llamados recorridos moteros por excelencia.

También pasamos el Puerto de Menga (1564 m.) no menos interesante. Más tarde circunvalamos Avila, pasamos Adanero y luego por la autovía dejamos atrás rápidamente Medina del Campo, Tordesillas y llegamos a Villalpando donde hacemos parada para comer, descansar y repostar.


Y tras recorrer 473 km desde Talavera de la Reina entramos triunfantes a través del Puerto de Pajares en Asturias. Siempre me llena de amor por la tierrina de orgullo de ser asturiano, ver los picos, las nubes bajas y el frescor que sube del valle. Me siento como cuando te arropas bajo la manta en una noche fría.



En total recorrimos 3500 km. durante 16 días y atravesamos la Península desde Asturias hasta Punta Tarifa en Cadiz que fue el punto más distante. Un nuevo reto conseguido y una bandera plantada.

Cuando viajas vives momentos buenos, días duros, alegrías, enfados, risas, momentos tensos, ratos serenos, sustos, rabias y conoces gente amable, gente arrecha, gente amena y notas sentimientos puros, sentimientos buenos, en definitiva vives, palabra de viajero. 


Vsssss en la carretera.

PICA PARA VOLVER (Cap.1) Moteros al calor de Andalucía