miércoles, 29 de diciembre de 2010

Senegal 2010. De Norte a Sur.

Diciembre del 2010


La llamada de Africa

Comienzo mi relato desde el estrecho asiento del avión. Si, de nuevo volando, exactamente 13 meses despues de nuestro viaje del 2009.
Y lo más curioso que vamos rumbo a Dakar, parece increible, pero de nuevo nos hemos embarcado en una nueva Aventura por Senegal.
Siempre dije que no me gustaba repetir destino pero solo un año despues voy al mismo país. Empiezo a creer en la mítica "llamada de Africa".


Para ser sincero en realidad lo que recibí hace unos meses atras, fué la llamada de nuestro amigo Gonzalo y Cuca sorprendentemente desde Asturias, al lado mismo de nuestra casa, lástima no poder verlos, pero siendo como somos unos culos inquietos no paramos en casa más que lo justo. Y menos ahora que descubrimos una nueva forma de correr caminos, sobre nuestra moto "custom" y ese día estábamos de ruta con unos amiguetes moteros.
Esta llamada fué la que encendió la chispa de nuevo y a pesar de tener mirado otro destino lo cambiamos por volver con "Campamentos Solidarios" y con nuestros viejos amigos. Creo que fué un acierto o puede que cosa del destino. Habiamos mirado un circuito por Marruecos y casualmente las cosas se pusieron muy revueltas en Marruecos y el Sahara Occidental, todos vimos las noticias, civiles muertos y reyertas en las principales ciudades.
Nuestros viejos compañeros Gonzalo, Cuca, Curra, Marta repiten al igual que nosotros. Y al igual que el año pasado nos encontramos en el aeropuerto de Barajas y siguen tan majos como siempre. Nos presentan a Carol y a mi, a los nuevos compañeros de viaje de este año y nos dan muy buen rollo. Creo que estamos en lo cierto, seguro que vamos a disfrutar de su compañia. Las presentaciones en la T4 fueron un tanto rápidas y aún no me acuerdo de los nombre de todos pero ya iremos conociendonos y reconociendonos. Es una de esas buenas cosas que tiene compartir viaje con personas desconocidas que según van pasando los días dejan de ser anónimas para pasar a ser amigos y acabas sintiendote como si fueran de tu familia.

El cansancio se apodera de nosotros, los asturianos, somos los que venimos de más lejos, ya llevamos 36 horas de viaje sin dormir desde que salimos de Asturias en el autobus. Espero llegar pronto a destino y dormir unas horas a pata suelta antes de empezar la gran expedición senegalesa. En esta ocasión el circuito será diferente al anterior, empezaremos visitando el norte que es la zona más desértica (nuevo para nosotros) para ir bajando de nuevo hasta el llamado Siné y Saloum e inaugurar el nuevo campamento (Campamento de Faoye) y seguir viajando en dirección sureste hasta el país Bassari (Campamento de Badián). Solo quedará recorrer todo el sur fronterizo con Guinea-Bissau y Guinea-Conackry hasta el suroeste donde visitaremos el campamento de Seleky. Tras esto embarcaremos en un ferry que nos lleve de regreso a Dakar, con visita a la isla de Goré y de nuevo al aeropuerto donde finalizamos el circuito. En total doce días que se auguran muy intensos.
Por cierto, hoy viaja con nosotros Nathalie Bersaille directora de la asociación que lleva otro grupo haciendo un circuito diferente al nuestro. Me a hecho muchísima ilusión conocerla personalmente, me parece tan agradable en persona como la primera vez que hablé con ella por teléfono.
Coincidiremos con ella y alguno más de la asociación en Faoye con Alvaro , Juan , Yolanda y los delegados senegaleses en el campamento que vamos a inaugurar este año. Nos acercamos a los mostradores de facturación y por esta vez mis maletas estan bien de peso, tras la insistencia de Gonzalo de que las pesara muy bien y no la liara como la otra vez. Lo cojonudo es que esta vez le tocó a él y varias de sus maletas sobrepasan el límite de peso con el consiguiente lío de desatar los bultos y sacar parte de la ropa para repartirlo entre las demás que van por debajo del peso (2 bultos de 23 kg por persona el límite que nos permite Iberia).
Son las 21:30 hora senegalesa, una hora menos que en España, cuando aterrizamos en el aeropuerto Léopold Senghor en Dakar tras un vuelo tranquilo de cuatro horas y media.
Una enorme cola se amontona en la zona aduanera para pasar el control de pasaportes como es habitual y es que se lo toman con mucha parsimonia estos morenitos con sus curiosos uniformes de camuflaje en tonos azules. Y digo yo, ¿como pretenden camuflarse vestidos de azul en este país de tonos marrones y rojizos?.
Recogemos todo nuestro equipaje sin problema a pesar del mogollón de bultos que llevamos, esto empieza bien. Las primeras caras conocidas Ibou nuestro guía y Usman nuestro conductor, que alegria nos da verlos de nuevo, que gusto poder viajar con estos dos profesionales, con ellos nos sentimos totalmente seguro de que todo irá bien.
Cargamos nuestro viejo camión, que casi no reconozco, pues luce una nueva capa de pintura y unos asientos recuperados de un viejo autobus, nos da risa, al pobre nos lo amariconaron un poco con el nuevo look. Pero seguro que nuestras espaldas lo van a agradecer. Solo 40 km nos separan de nuestro primer hotel, el Keur Saloum, que esta en la misma orilla del Lago Rosa, ese punto extratégico tan conocido por ser donde acababa el París-Dakar. Precisamente este hotel disfrutó del honor de hospedar a todos los participantes y equipos de la mítica carrera. Se nota la huella de su paso en las paredes, cubiertas de firmas y fechas dejadas por ellos. Por desgracia para esta gente y por culpa de sus vecinos de Mauritania ahora la prueba se disputa por tierras Argentinas con la consiguiente perdida de ingresos para Senegal.








Antes de irnos a la cama estoy manejando un buen puñado de billetes de moneda de aquí, las CFA,s (cefas). Carol y yo en este viaje tendremos el dudoso honor de ser tesoreros de la expedición, encargados de llevar el bote del grupo y como todos estan de acuerdo pues nos hacemos cargo sin dudar. Tendré la oportunidad de ser el "paganini" en todas las compras que hagamos durante el viaje y sabré en primera mano como andan los precios por aquí.
De nuevo estamos disfrutando nuestra primera noche en Senegal, otra vez la mosquitera, las piretrinas y el apestoso Relec escociendo sobre la piel (hay que evitar los mosquitos trasmisores de Malaria) y ese calor sobre colchones de esponja barata, pero que buena sensación y que ganas de comenzar nuestra nueva aventura por Senegal, volver a ver a esos chavalinos sonrientes corriendo hacia nosotros pidiendo regalos, y esos amigos que dejamos en los campamentos. ¿Que tal estarán todos?¿ Se acordarán de nosotros? Tengo ganas de volver a Badián, a ese rincón tan acogedor de gentes amables, Anna la enfermera, Sambu el atento maitre, Makhan el gerente, Maríe en lavandería, Abdoulaye el artista escultor y todos los demás que desconozco sus nombres pero todos tan amables y cariñosos con nosotros y esos crios que seguro que ya crecieron un montón.

Rumbo a la frontera con Mauritania

Nos despedimos del Lago Rosa bordeándolo por una pista de tierra. El lago es llamado así por el aura rosáceo que toman sus aguas bajo los rayos del sol sobre todo en la estación seca, debido a su alta concentración de bacterias y la alta salinidad diez veces superior a la del mar. Nosotros lo vemos de color agua normal con algo de "guarrumbre" flotando. En sus orillas se amontonan toneladas de sal apilada, que una vez secada al sol se petrifica por lo que hay que volver a picar y triturar para envasarla en sacos de 25 kg para su posterior transporte. Por cada saco de 25 kg reciben menos de 400 CFA (0,75 cent. de € ) Decenas de hombre se encargan de esta tarea mientras que otros navegan en sus destartaladas piraguas de quilla plana por el centro del lago afanados en "pescar" la sal que se va acumulando en su fondo de escasa profundidad.








El trabajo en esas condiciones es martirizador debido al intenso calor y la salinidad por lo que como protección utilizan manteca de karité que extienden sobre su piel. El karité es un arbol que crece en las sabanas al oeste de Africa, cuyo nombre significa "árbol de la mantequilla" y es elaborado desde tiempo inmemorial en Africa. Extraen de sus semillas esta especie de mantequilla que derriten y extienden sobre piel y pelo.Funciona como regenerador celular natural previniendo el envejecimiento de la piel y el cabello, gran poder hidratante y nutritivo en rostro y cuerpo, propiedades suavizantes y reestructurantes en arrugas y estrías. regenerador de cabellos secos y estropeados, Ayuda a proteger la piel de las radiaciones UVB y UVA actuando como protector solar, antes y después del bronceado, protegiendo a la piel del sol y del frio. Vamos, un producto milagroso totalmente natural, puro oro líquido.
Es muy temprano y ya aprieta el calor húmedo de la zona, no me puedo imaginar lo duro que debe ser aguantar el sol en medio del lago durante todo el día.
Por delante, siempre en dirección norte, tenemos al menos 200 km por carreteras cochambrosas llenas de baches y 80 km por pistas de tierra aún peores, hasta llegar al campamento donde pernoctaremos esta noche.
El día y los kilómetros van trascurriendo sin apenas cambios en el monotono paisaje que cada vez es más árido, de echo nos adentramos en la región llamada desierto del Ferló. Al final yo creo que estamos recorriendo más kilómetros por pista que por carretera asfaltada, este Usman se sabe todos los atajos y tenemos la convicción que le encanta la conducir por tierra más que por asfalto.

Cuanto más al norte menos poblados vamos encontrando y en medio de la nada surge del paisaje algún pastor Peúl con su rebaño de vacas, ovejas o cebúes.



Nos detenemos a 200 metros de media docenas de chozas solitarias.














Nuestro conductor decide que es un buen lugar para dejar una bolsa con ayuda humanitaria, sabe que la única riqueza que poseen estas gentes son hijos y tienen un buen montón a pesar de ser cuatro familias. Reciben nuestra visita con muchísima alegría y enseguida se prestan para enseñarnos sus modestísinas viviendas mientras los críos nos rodean con las manos extendidas en busca de caramelos. Lo austero de sus pertenencias es tan breve que coje todo en ocho metros cuadrados, pero tienen la ventaja de todo cuanto les rodea es espacio libre aquí no tienen problema de aparcamiento, solo el pequeño detalle, que tampoco tienen nada que aparcar.





Son pastores nómadas Peúl y sus ingresos no son muy boyantes. Una curiosidad es que aunque tienen unas cuantas cabezas de ganado no las utilizan en principio para su consumo de carne, ni siquiera de leche, más bien es su patrimonio, el cual les da un prestigio frente a sus vecinos. Además sirve como dote en los casamientos de sus hijas. Estas reses son heredadas de padres a hijos e imagino que cuando se mueren de viejas es cuando aprovechan para comerselas.
Ya bien entrada la noche llegamos a los límites del Parque Nacional de Djoudj y en medio de la nada el hotel de su mismo nombre. Las instalaciones parecen buenas, con mosquiteras, duchas con abundante agua e incluso unos ruidosos aparatos de aire acondicionado que suena igual que tener una moto arrancada en la habitación, asi que preferimos apagarlo a pesar del calor si queremos dormir.
Cenamos, pero ¿que cenamos?. De primero una especie de empanadillas rellenas de verduras, bastante ricas. De segundo verduras asadas con carne probablemente de cebú pero con la textura de neumático de camión. Incapaces de cortala con los cuchillos ni con los dientes queda entera en los platos, pero no reclamamos nada, es lo que hay por aquí ya se sabe. De aquí mis sospechas de que no se comen las reses hasta que se mueren de viejas, duras como las rocas del desierto. Al menos el postre esta bueno, créppes rellenos de trocitos de fruta. Tengo aún hambre y me como el mío y el de Paloma Villanueva, que no le apetece comérse el suyo.
Vamos pronto a la cama, en parte por el cansancio y en parte porque queremos madrugar más que nuestros vecinos de hotel ( todos turistas franceses) para ser los primeros en hacer la visita al parque.
Muy importante para ver el espectáculo de las aves en todo su explendor.
Asoma brevemente el sol cuando llegamos al borde del embarcadero donde subimos en una fuera borda que ya teníamos alquilada y que nos lleva por una parte del rio Senegal. Una zona de marismas, lagunas y lechos de carrizo. Es uno de los primeros lugares al sur del Sahara que conserva agua todo el año por lo que atrae un buen número de especies de aves lo que le convierte en el tercer santuario más importante de aves del mundo.


A pesar de no ser unos grandes entusiastas de la ornitología quedamos todos sorprendidos y emocionados por la enorme cantidad de garzas, flamencos y sobre todo cormoranes y pelícanos. Estos últimos salen por decenas de los cañaverales espantados por el ruido del fueraborda y aleteando y salpicando delante mismo de nuestra proa levantan el vuelo y planean a escasos centímetros del agua con una destreza impresionante.


El final del recorrido por los canales, nos lleva a una pequeña isla en la cual no cabe ni un pelícano más, apretados unos contra otros dandose codazos. El madrugón desde luego mereció la pena y ser los primeros nos convirtió en los privilegiados del día. Muy recomendable la visita menos en el caso que te den terror los pájaros, como le pasó a Cuca nuestra compañera de viaje, que prefirió quedarse en el hotel. Por momentos nos sentiamos como en la película de Alfred Hitchcock "los pájaros", entendemos lo que habría sufrido de haber venido.
Hora y media despues de dejar la canoa y subir de nuevo al camión, estamos atravesando el río Senegal pero ahora a unos cuantos kilómetros más al sur hacia Saint-Louise por el puente de Faidherbe diseñado por Gustave Eiffel, sí, el ingeniero y constructor de la famosa torre Eiffel parisina. Este puente que en principio se contruyó para atravesar el Danubio, fué trasladado a Saint-Louise en 1897.




Esta ciudad, antigua capital de Senegal, fué el primer asentamiento francés en Africa, siendo en 1790 un concurrido puerto y centro para el comercio de bienes y esclavos.
Despues de una visita en calesa al puro estilo "guiri" recorremos algunos barrios adornados con hermosas buganvillas y otros muchos más humildes, de calles arenosas y sucias, atestados de niños y adultos para terminar la visita en el puerto pesquero, que en realidad es la misma playa, donde martirizamos la nariz con el nauseabundo olor del pescado ahumado y secado al sol con un aspecto francamente repugnante y muy preocupante para la salud.









Un paseo a pié por la zona nos llevó a otra parte tambien de playa. Nuestro guía nos avisó del peligro de pisar esta arena. Como justo frente a ella, se encuentra la zona más humilde de la ciudad, la gente no disponen de baño en sus casas por lo que utilizan la larga playa literalmente como retrete.


Lo mejor de Saint-Louise, la cervecita "gazelle" que nos tomamos en el hotel mas viejo de la ciudad. El Hotel de la Poste, con una decoración al tipo safari africano lleno de trofeos disecados con todo tipo de "cuernúpedos" que ó llevan mucho tiempo allí colgados ó estan realizados con poco acierto. Incluso se exhiben dos enormes colmillos de elefante sobre la barra.



Este, era el lugar donde los intrépidos pilotos postales franceses descansaban despues de entregar su preciado correo.




Una noche en las dunas


Unos cuantos kilómetros al sur de Saint-Louise tenemos la intención de visitar una parte del desierto distinta, como dicen por aqui es un trozo del Sahara que se quedo atrapado en la costa senegalesa.
Las pistas de tierra nos van adentrando en un paisaje diferente al que fuimos viendo desde que salimos de Dakar hacia el norte. Van surgiendo pequeñas lomas arenosas, se va pareciendo más a la típica estampa desertica, de echo nos dirigimos a una región llamada desierto de Lompoul. Este pequeño desierto, según nos van comentando por el camino, sí es de típicas arenas finas y enormes dunas, un lugar guapísimo donde vamos a sentirnos como auténticos beduinos, comentan.
Usman para el camión sin previo aviso, vemos como desciende de la cabina y se lía a sacar aire de los neumáticos. Por lo que se ve, a partir de aquí la pista va a ser un tanto complicada, de arena blanda y necesitamos que las ruedas tengan toda la tracción posible para circular sobre ella. Mientras tanto y como siempre como salidos de la nada, un tropel de crios acuden con su mítica frase "toubab kadoo"(blanco regalo) con la intención de reclamar nuestra atención y recibir nuestros regalos.
Ya llego a creer que los niños viajan con nosotros agarrados a los bajos del camión, es parar un momento, miras y ahí estan con sus cajas de dientes en ristre pidiendo caramelos. Por supuesto vamos bien pertrechados de caramelos, gomitas para el pelo incluso globos y pequeños juguetitos que nos arrancan de las manos. A mi en concreto me hicieron un poco de sangre con las uñas con el ímpetu de cogerlos.
De nuevo arrancamos, Usman acelera llevando el motor a tope de revoluciones, en marchas cortas por la empinada duna y sentimos en nuestras carnes lo que debe ser participar en el Paris-Dakar. Comenzamos a subir y bajar dunas dando botes tratando de agarrarnos como podemos pero aún así nos golpeamos contra los hierros del camión en cada salto. En varias ocasiones tengo la sensacion de que vamos a volcar por la fuerte inclinación. En otras, el camión parece que se va a calar sin conseguir coronar la pendiente tan pronunciada de la duna, pero saliamos airosos de nuevo. Hay que reconocer que la ruta hasta el campamento deLompoul es jodida de verdad y se necesita tener experiencia en la conducción sobre arena como es el caso de nuestro conductor todo un profesional. Ovacionamos y aplaudimos al callado y tímido Usman en cuanto detiene el camión.
Parece que llegamos. Nos bajamos del camión, sacamos las maletas que cargan a su espalda los chavales del campamento que ya nos están esperando y caminamos sobre la arena entre unos arboles, de repente ante nuestros ojos, se muestra la inmensidad del desierto hasta donde alcanza la vista. Que paisaje tan impresionante. No pudimos llegar en una hora mejor del día, el sol esta en ese punto en que la puesta de sol refleja los tonos dorados y esto sobre las arenas es una visión maravillosa que permite volar la imaginación.
Dunas preciosas, sinuosas. Corro por la arena como aquel crio que va por primera vez a la playa y no dejo de admirar todo lo que me rodea con la intención de grabar para siempre esta imagen en la retina. Me siento emocionado.




Dos grupos de tiendas mauritanas se agrupan, una de once jaimas a nuestra derecha bajo una enorme duna y catorce a nuestra izquierda en las que vamos a dormir nosotros. Contrastan con la arena pero no estorban , sus telas blancas encajan a la perfección con el entorno dorado de las arenas como si hubieran surgido de ellas. A unos doscientos metros y bajo el último grupo de arboles que limitan con la gran extensión arenosa un par de chozas y una gran jaima forman lo que es la cocina, el bar y el comedor, con una capacidad de unas 40 personas en dos grandes mesas.
Un poco más alejado tras otro grupo de arboles y tras unas empalizadas de caña media docena de wc y duchas conforman todas las comodidades que podemos desear.
Una vez asignadas las tiendas tiramos dentro las maletas y salimos sin demora a recorrer los alrededores y alucinar con el inmenso paisaje arenoso que nos rodea antes que se ponga el sol. Seis de nosotros Ernesto, Paloma Alvarez, Paloma Villanueva, Curra, Amelia y yo optamos por ir caminando hasta una duna alejada en dirección a la puesta de sol, mientras Carol, Marta, Susana y Antonio Olmedo prefieren ir a pasear en camello para ver la puesta de sol al ritmo cadencioso de su montura.
Cualquier opción es una delicia. No se puede respirar mas paz y quietud. La puesta de sol cambia a cada minuto jugando con los colores rojizos de las nubes.


Con una sensación de bienestar y la mente relajada volvemos poco a poco ya a oscuras al campamento y es en ese momento cuando nos damos cuenta lo facil que te puedes desorientar en el desierto.
Las pequeñas luces de los candiles que nos colocaron frente a las tiendas sirven como punto de referencia para regresar.
Antes de la cena Carol, yo y alguno más del grupo optamos por quitar el calor del dia y la arena que nos reboza, tomando una refrescante ducha en nuestro baño sin techo mirando las estrellas que ya abarrotan el cielo.
-¡¡¡¡Que ducha más buena!!!! Ni el mejor hotel tiene estos techos estrellados.
Hace un buen rato que suenan los Djembes cerca de la choza-bar y la oscuridad de la noche y la música logra crear un ambiente muy beduino como salido de una película de aventuras y oasis, tambien se distinguen desde donde estamos, las siluetas de bailarines siguiendo su ritmo frenético.
Ya limpios y vestidos con los pantaloncitos tipicos senegaleses que compramos en Saint-Louise, subimos la pendiente arenosa para participar de la pequeña fiesta. La escena la compone un grupo de percusionistas situados frente a unas grandes alfombras, las cuales hacen las veces de pista de baile. En cuanto llegamos a su lado los bailarines nos cogen de la mano y nos lanzamos a bailar, intentando imitar sus ritmicos pasos de baile en medio del circulo de turistas que estan mirando el espectáculo y tocando las palmas al son de los tambores. Al final terminamos la canción bailando salsa, saltandonos todas las leyes de la música senegalesa e intentando buscar el tiempo musical sin lograrlo.
¡Que buen rato pasamos! que calor y que sudada, otra vez rebozados de arena casi como antes de ducharnos.
-La cena esta lista-, nos avisan y todos nos reunimos en la gran jaima-comedor. Una mesa para nosotros y la otra para un grupo de franceses. Cenamos en penumbra en un ambiente relajado, bromas, risas, en el grupo se nota la complicidad, ya nos vamos conociendo y sentimos que formamos casi una pequeña familia, cuanto estamos disfrutando. Recorro la larga mesa con la mirada y ya puedo poner nombre a cada uno de ellos.
Antonio Prieto, Paloma Alvarez, Paloma Villanueva, Susana, Antonio Olmedo, Amelia, Curra, Gonzalo y Cuca, Ernesto y Elena, Ernesto hijo, Marta, Ibou el guía, Usman el conductor, Carol y yo mismo.
La cena de hoy es distinta, muy sabrosa y bien condimentada.
Sopa de verduras,cuscus con carne de ternera tierna y verdura cocida. De postre sandía. Hoy si que esta riquísima la cena. Comemos con buen apetito.
Para bajar un poco la barriga despues de la cena, Carol y yo decidimos enseñar al grupo el baile del "Waka waka" de Shakira, que ya les habiamos prometido, algo que hablamos con todos la noche anterior e incluso nos compramos en Saint-Louise todos, pantalones senegaleses de estos llenos de colorines para llevar un vestuario acorde y poder hacer la exhibición en el campamento de Faoye ó donde cuadre. Ver para creer, mira que son cachondos y tienen gana de juerga, todos colocaditos en filas y partiendonos de risa intentando en vano imitar los movimientos de Shakira. Disfrutamos como enanos con la pequeña clase de baile, desde luego irrepetible. Aún tendremos que ensayar un poco más, tendremos juerga para rato.
La noche no terminó aquí y despues del baile nos tiramos sobre la arena a oscuras sin luces que molesten ver el firmamento. Por suerte esta noche tampoco hay luna y podemos contemplar el cielo hermosamente sobrecargado de estrellas como nunca habíamos visto. Se distinguen las constelaciones, la Via Láctea y de cuando en cuando incluso cae alguna estrella fugaz. Que suerte poder vivir este momento, en tan agradable compañia.
Pasamos un buen rato recordando las experiencias y sacando chistes de todo. Poco a poco se fueron metiendo casi todos en las jaimas para intentar dormir algo.
Es la media noche y solo quedamos Ernesto, Marta, Carol y yo partidos de risa como contagiados por algun brevaje, igual es el chupito de orujo gallego que nos tomamos tras la cena. Con toda naturalidad y sin inmutarse, dedicandole cuerpo y alma, a unos pasos de de nosotros Ibou extiende su alfombrita en dirección a la Meca hace sus abluciones y reza.
Ya vamos notando que baja la temperatura, las tiendas se humedecen con el rocio y cuando encendemos las lintenas frontales nos damos cuenta del montón de bichos que pululan por la arena. Fué cuando pensamos que debimos hacer caso a Ibou cuando nos decia que no anduviéramos descalzos por la arena que al frio de la noche salian los escorpiones. Por suerte no pisamos ninguno.
Nos metemos en las tiendas de mala gana pero estoy muy cansado y enseguida me quedo dormido a pesar del concierto de ronquidos del vecindario, al menos tres tenores amenizan la noche.
De pronto me despierto,abro lo ojos y desincrustro la cabeza de entre las dos colchonetas. Busco la linterna a tientas y miro el reloj, son las 6:00 de la mañana, tengo que salir pitando hacia el wc urgentemente y aunque me da mucha pereza calzo las chanclas y subo duna arriba en busca del baño. A pesar de la linterna no consigo orientarme, una vez más me doy cuenta de lo que desorienta el desierto y me topo de bruces con la choza-bar. Ya no puedo buscar mas, voy a la parte trasera y aquí mismo me alivio. Eso si antes de irme entierro con arena todo el temario para evitar accidentes. Regreso al calorcito de mi jaima y me doy cuenta de cuanta cantidad de arena duerme en mi colchón, llevo como un par de kilos bajo la espalda pero da igual es lo que tiene vivir la aventura no valen delicadezas.
La verdad es que no tengo nada de sueño y al salir de estampida desperté a Carol, así que decidimos irnos a tomar una duchita tempranera. Apenas clarea el día y duchaditos regresamos justo cuando la mayoria del grupo se encaminan a las mas bonita de las dunas para disfrutar de un amanecer que se augura impresionante.
Una vez contemplado el milagro del amanecer nos metemos un buen desayuno a base de leche en polvo y pan con Nocilla. Sacamos las maletas y se las cargan a cuestas los chavales que se ganan la vida como porteadores. Les damos una propina y nos despedimos de todos menos de uno que se acopla con nosotros para que le llevemos hasta el poblado próximo y como viaja con su djembe nos ameniza con música todo el camino. No desperdiciamos la más mínima oportunidad para dar palmas y cantar a grito pelao todos a coro.


-E buléeeee,


de cofista,


cofista langa,


langa ticolanga,


sumbalelé,


sumbalelé,


sumbalelé,


asúm,


asúm,


asúm.


Badián, Seleki y Faoye

En los estatutos de la asociación podemos leer:
El Artículo 3 establece los fines de la asociación:
"Contribuir al desarrollo sostenible de zonas de extrema pobreza del tercer mundo, mediante la ayuda humanitaria desinteresada, la conservación del medio ambiente existente..."
El Artículo 4:
"la implantación de campamentos ecológico-turisticos, construidos y gestionados conjuntamente con personas autóctonas, que sirvan como foco generador de empleo y de obtención de recursos" y posteriormente establecer "un centro de asistencia médico-sanitaria básica y actuaciones "que fomenten la educación, escolarización" etc.
Oyendo hablar a nuestro amigo Gonzalo, a su mujer Cuca, a Curra la sonriente y dedicada doctora, a Nathalie (Directora), a Alvaro (presidente) y todos aquellos que formaron la asociacion y vieron los comienzos de esta iniciativa en tierras senegalesas, te das enseguida cuenta del amor y la dedicación que estas personas, que podrian vivir tranquilas y confortablemente en su tierra natal, con sus trabajos bien remunerados y en sus bonitas casas e ir a disfrutar sus vacaciones en el Caribe o en Cancún tumbaditos al sol con un caypiriña con sombrillita, sin embargo dedican año tras año muchos meses y su tiempo libre a luchar a brazo partido para que una pequeña parte de un lejano pais africano, tengan una mejor calidad de vida y una forma respetable de ganarse el pan.
Este es el segundo año consecutivo que Carol y yo contamos con su buena amistad y la suerte de poder viajar con ellos haciendonos sentir parte activa del grupo sin ser aún miembros de la asociación y así vivir momentos que no olvidaremos por el resto de nuestras vidas.



Hoy día cuando llegamos a los campamentos creados por la asociación vemos como las cosas parece que funcionan bien, la gente trabaja a gusto tratando a los viajeros con cariño, los poblados en buenas condiciones de limpieza, con sus escuelas, los niños sanos, pozos de agua potable y dispensarios medicos funcionando a pesar de su modesto equipamiento, pero como ellos nos cuentan, los que llegamos ahora no pudimos ver la enorme mejora y el gran cambio que sufrió la zona de Kedougou en el Pais Bassari al igual que Seleky en la zona de Casamance y el último, precisamente inaugurado en este viaje de diciembre en la zona del Sine Saloum, el campamento de Faoye. Y todo esto fué posible gracias a que la asociación "Campamentos Solidarios" a sus socios , sus amigos, todos esos viajeros con un poco de ese espíritu solidario que confiaron y confian en ellos y se dejan sumergir en un turismo que activa el corazón y graba profundos sentimientos en el alma.


Ahora gentes de distintas zonas, etnias y nivel social, disponen de un lugar donde acudir para tratar sus enfermedades. Dispensarios que aunque pequeños y modestos como es el caso de Badián (con Anne nativa senegalesa como enfermera titulada), curan con más amor que medios y ofrecen un futuro para estas personas y que sus niños puedan soñar con ser algo en la vida y hacer algo más que cultivar unas tierras yermas y sufrir diarreas, tifus, tiña, malaria y todo tipo de enfermedades descritas ó desconocidas, malviviendo entre basuras, sin saneamientos y sin agua potable.



Es cierto que en cada expedicción que organiza la asociación varios medicos pasan consulta al menos un día y surten de medicinas los dispensarios, pero como bien decía nuestro amigo Antonio Olmedo que viajaba este año por primera vez, -Un día de visita médica no supone ninguna ayuda pero aunque no se cure la enfermedad del corazón, se cura la enfermedad del alma".
Tambien nos decia un tanto emocionado,- ¿Quien no soño alguna vez ejercer de médico al menos durante un día, en algún lugar de Africa?, puedo decir que con este bonito viaje cumplí mi sueño.
Susana, otra médica de nuestro grupo por su parte reitera diciendo, -Es una gota en el océano, pero una gota más para aliviar las necesidades de gentes que aprovechan hasta las pequeñísimas gotas que deja el rocio".
Aquí en Africa, se vuelve superlativa la frase "Lo que no te mata te hace más fuerte" y nos demuestran que son gentes valientes y sobre todo muy optimistas que no abandonan la sonrisa ni se arredran ante las necesidades y que aman más que a nada a sus hijos y sus familias que sin duda es su mayor tesoro. Algunas cosas son dificiles de cambiar por el arraigo de las tradiciones lo que requiere un largo proceso.



La asociación desdeluego lucha por que se mantengan esas tradiciones, esas danzas tribales, sus bailes de mascaras su música autoctona pero a la vez, trata de inculcarles la necesidad de mantener unas medidas básicas de higiene para mejorar su calidad de vida.






Os pongo como ejemplo que a pesar de haber construido pozos de agua potable en el mismo centro de algunos poblados, las mujeres siguen yendo a lavar a los rios como hicieron sus tatarabuelas, sus abuelas y sus madres pero lo que no se dan cuenta que cada vez es más la cantidad ingente de bacterias que arrastran sus aguas además de basuras, defecaciones humanas y a pocos metros las de los hipopotamos y los cocodrilos.
Tres grandes rios cruzan Senegal de parte a parte, el Rio Senegal de 1790 km de largo que nace en Guinea, en la meseta de Fouta Djalon transcurre dirección noroeste y luego forma un largo tramo de la frontera entre Mauritania y Senegal.






El río Gambia de 1130 km que nace en la misma planicie de Guinea, atraviesa Senegal y recorre todo Gambia hasta Banjul desembocando en el mar. Y el río Casamance tambien con nacimiento en las colinas de Fouta Djalon que recorre todo el sur muy cerca de la frontera con Guinea-Conackry y Guinea-Bissau con sus 320 km hasta el mar. Bien, pues sus cauces estan totalmente desaconsejados para el uso humano por la cantidad de residuo natural y humano, además de estar habitado por una gran población de hipopotamos y cocodrilos que comen y defecan en cada tramo incluso a pocos metros de los poblados donde estas mujeres y esos niños se aprovisionan de agua, lavan la ropa y se lavan ellos mismos.








Pues a cada paso nos vamos topando con la tipica estampa de esas mujeres lavando la ropa cubiertas solamente con una tela de cintura para abajo y junto a ellas los niños jugando dentro del agua.
Cuando recorres todo el pais de punta a punta te das cuenta que los poblados más humildes con chozas de contrucción tradicional son sucios, pero la mayor cantidad de inmundicia se ve en las grandes aglomeraciones, lo que ellos llaman ciudades, muy lejos de la imagen de ciudad que tenemos en Europa. El ejemplo que más me impactó como ya comenté anteriormente es en Saint-Louise, antigua capital de Senegal, en cuya playa la gente mas pobre que no disponen de wc en sus casas la utilizan literalmente de cagadero. Tanta es la basura inorgánica, plasticos, chatarra, que hay por todos los lugares que no se puede soportar el mal olor. Montones de basura son quemados en la parte trasera de algunas casas ó en pequeños descampados lo que contribuye a extender la pertilencia y el humo por la zona.




Algunos dispensarios médicos que nos topamos por el país tampoco estan en la mayoria de los casos en optimas condiciones de higiene en los que te puedes encontrar animales sueltos pululando por las instalaciones y los restos de curas arrojados sin control a su misma puerta.
Las ropas de cama, las batas de los enfermeros y las paredes y suelos se cubren de lamparones no identificados. De esta forma se hace casi imposible atajar ningún tipo de infección y contagio.







Cuando algunos de nosotros en Octubre del 2009, pisamos por primera vez Senegal y supongo que todo el mundo le pasará, todo nos dejaba impactado, el olor, el calor, los paisajes, sus gentes y sobre todo esa miseria que lo inunda todo, esta vez, un año despues nada parece haber cambiado, excepto que ahora el olor, el calor, los paisajes y las gentes nos son familiares ahora incluso son amigos, pero la basura, la miseria y las enfermedades siguen inundándolo todo y al igual que aquí en muchos lugares del planeta al que llamamos tercer mundo. Acabar con esto deberia ser la prioridad de los gobiernos de las naciones ricas pero desgraciadamente sigue siendo una utopía y no tiene visos de cambiar.








Todos nos acordamos de la ingente cantidad de millones de euros gastados en erradicar la denominada "pandemia de la gripe A"claro era algo muy importante, afectaba directamente al primer mundo. Dicho tratamiento con vacunas resultó totalmente inutil e innecesario como despues se demostró. Ahora estan llenos los almacenes del Ministerio de Sanidad de excedente de vacunas y bien repletitas de dinero las arcas de las multinacionales farmaceuticas y pensamos




¿porque no se trata con igual rapidez e inversión de dinero la erradicación de esas enfermedades y pandemias que matan a miles de millones de personas en el mundo como la malaria?. La respuesta es sencillamente, porque no afecta a los ricos del mundo sino a miles de niños indefensos especialmente negros y estos naturalmente no interesan a las citadas farmaceuticas.



Pero no me quiero ir más por las oscuras ramas, siguiendo con el tema sobre la positiva tarea que desempeña la asociación os cuento.
El último sitio donde la asociación contruyó un nuevo campamento esta en el Sine y Saloum el llamado Campamento de Faoye.
Se trata en esta ocasión de una construccion de chozas rectangulares echas de materiales naturales de la zona, sobre pilotes tipo palafitos, formando una hermosa imagen al borde mismo de la marisma en cuyas aguas salobres (en las que si es posible el baño), se rematan con unos bonitos porches con vistas al amanecer y que nunca te cansas de admirar en estas maravillosas tierras africanas.







La llegada a media mañana a Faoye subidos en nuestro camión nos dejó gratamente sorprendidos. Una formación de jinetes con telas a modo de capa nos escoltan hasta la gran explanada que forma parte del campamento, atestada de las gentes del poblado que nos saludan agitando las manos y esbozando una amplia sonrisa. Sin apenas dejarnos bajar del camión nos abrazan y ayudan con los equipajes y los crios se pegan a nosotros en multitud como ya estamos acostumbrados.



La fiesta empieza inmediatamente y los djembes no dan tregua, danzas, muestras de su cultura tradicional teatralizada y para hacer un alto en el expectáculo el discurso de inauguración del jefe del poblado, de Alvaro Planchuelo presidente de "Campamentos Solidarios", Tapha delegado de la asoción en Senegal e incluso la presidenta de la asociación de mujeres.



A media tarde nos deleitan con un pequeño paseo en patera y como es costumbre en mí, me subo con la cámara fotográfica. La verdad bien pensé que no llegaba sana y salva a la orilla sin darse un chapuzón. La patera, muy pequeñita y de escaso calado a punto esta de volcar ó inundarse por lo que no me ofrecía ninguna confianza y todo el tiempo lo pasé dando voces diciendo.


-Cabronazos, no os movais tanto y vamos a la orilla a posar esto-, todos por supuesto se partian el culo de risa y me decian


,-Calla y saca fotos-.


Al final llegamos secos a la orilla terminando alegremente el viajecito. Antes de salir del agua le paso la cámara a Gonzalo y me doy un buen baño con todos los demás.
Desde la orilla no nos quitan ojo, la expectación es enorme. Todos los asistentes a la fiesta (y son un mogollón), nos miran con una curiosidad infinita, contemplandonos hacer el mono en el agua con nuestros cuerpos blanquitos en bañador. Nos sentimos realmente ridículos ante ellos de pieles morenas, curtidas, brillantes y nosotros blanquitos con el aspecto del pan sin cocer.
Los festejos continuaron y no cejaron hasta bien entrada la noche y despues de una abundante y suculenta cena, como colofón nos ofrecen una exhibición de lucha tradicional senegalesa.
Unas moles humanas, todo musculos, todo fibra, luchan igual que lo harian los animales salvajes enfrentados, con tan solo una tela anudada a modo de taparabos por la que se agarran, se lanzan arena al cuerpo para mejorar el agarre y forzejean hasta conseguir estampar al contrincante contra la arena. No esta permitido golpear, solo consiste en lanzar al contrincante contra el suelo y el que toca con la espalda o tan solo con un hombro pierde. A pesar de no poder dar golpes uno de los luchadores tuvo que abandonar por un rodillazo en los "cataplines" no intencionado por supuesto. Tampoco como público estamos muy seguros pues el ring delimitado por una cuerda a veces se quedaba pequeño y en la garrapela saltaban fuera poniendo en peligro de ostiarnos. Impresionante exhibición de fuerza bruta y pensamos que si estos solo son amateurs como serán los profesionales.


Colmados de atenciones en cada uno de los tres campamentos quisiéramos quedarnos por un largo tiempo con esta gente tan hospitalaria para disfrutar de su compañia y sus tranquilos asentamientos.
¿Como es posible que se pueda añorar tanto un lugar en el que tan solo pasamos un par de noches?







Estando allí por mi cabeza pasaba un pensamiento que ahora quiero dejar constancia. -Campamentos solidarios, aunque estamos muy lejos de nuestra tierra, me siento como en casa-, esa seria la frase con que yo los definiría.



Senegal no es país para safaris



Puede que pienses que todo Africa esta lleno de leones, elefantes, jirafas, cebras, rinocerontes y si al llegar a Senegal pretendes que esto sea un safari con grandes mamíferos y cientos de hervíboros sueltos cubriendo la sabana, estas en el lugar equivocado.


Unos cuantos parques nacionales, seis en concreto y varias zonas con habitats naturales protegidos, se distribuyen por el país pero no es tierra de jirafas , ni elefantes, ni miles de cebras ni ñues. Dos lugares visitamos, uno al norte y otro al sur donde pudimos ver algunas especies de animales salvajes. El Parque Nacional de D´Joudj al norte, una gran reserva de descanso de cientos de aves.






Y otro lugar situado al sur y casi de obligada visita como es el Parque Nacional de Niokolo-koba. Declarado reserva de la biosfera de 9.000 km cuadrados. Algunos clásicos africanos sí viven en este parque, incluidos leones y elefantes importados pero son muy pocos y las posibilidades de verlos son mínimas, nuestro guía nos comentó que el nunca habia visto ninguno de los dos en todo el montón de años que lleva visitando el parque con turistas. Se pueden ver con relativa facilidad los antilopes acuáticos, duiqueros, antílopes caballo, babuinos, monos patas y vervet y facóqueros. Tambien es facil ver hipopótamos y cocodrilos del Nilo, africanos y enanos en especial si remontamos algún río de los que cruzan el parque. Tambien existen bandas de chimpancés que pululan por la zona.


A pesar de ser la segunda vez que Carol y yo hacemos la visita al parque no logramos ver al magnífico león, aunque si la mayoría de los anteriormente mencionados aunque de forma bastante esquiva y una de las razones es porque un vehículo por medio del parque con su ruido alerta a los animales en varios kilómetros a la redonda por lo que es posible que vayamos formando un circulo a nuestro alrededor de dos o tres kilometros de desbandada. Lo bonito aunque peligroso, seria visitarlo a pie y sin hacer ruido pero esta totalmente prohibido, incluso viajando en vehiculo tenemos que ir acompañados de un guía del parque. De echo a mitad del recorrido nos topamos con una chica que dijo ser bióloga acompañada por un guía y este desde luego iba bien armado. El recorrido por el interior del parque se hace bastante pesado sobre todo por las malísimas pistas que lo recorren casi cerradas de vegetación que nos fueron azotando todo el camino sin tregua, osea que casi no podiamos levantar la cabeza del pasillo del camión, recordemos que lo llevabamos descapotable.

La parte mas guapa de la visita al parque y que este año repetimos es el recorrido en canoa por el rio Gambia, alquilada en un solitario hotel situado en medio del parque, el Hotel Simenti. Desde aquí hicimos una hora de navegación donde pudimos disfrutar de la visión de los enormes y peligrosos hipopotamos. A pesar de ser animales con un aspecto muy bonachón y pacíficos son unos de los que más victimas causan en Africa y no por que sean carnívoros sino por que atacan con verdadera saña si se sienten acorralados o molestan a sus crías, por lo que debes navegar con barqueros avezados para evitar desgracias.




Diciembre no es precisamente la mejor fecha para ver a los clásicos, aún hay mucha vegetación y muy alta y abunda el agua. En época seca los lugares idóneos para ver fauna son los abrevaderos que es donde se reunen a veces especies que en otras circustancias ni se acercarían a cientos de metros unos de otros. Debido a esto la visita es un poco decepcionante por la escased de fauna y el montón de tiempo que se pierde en su largo recorrido por lo que la asociación esta pensando seriamente el obviar el parque para próximas expediciones y yo en concreto apoyo la idea tras la experiencia de dos años sucesivos casi infructuosos.




Por otra parte el paisaje senegales tambien ofrece una vida vegetal impactante y podemos ver por casi todo el país arboles impresionantes en concreto los baobabs milenarios y las enormes ceibas rodeadas de mitología y propiedades mágicas.



Los baobabs llenos de curiosidades como por ejemplo, en la madurez se ahuecan naturalmente y se convierten en enormes depósitos que pueden almacenar hasta 120.000 litros de agua. A algunos se puede acceder a su tronco hueco y apreciar desde dentro sus enormes dimensiones. En buenas condiciones, con clima templado y suelo arenoso puede vivir hasta 800 ó 1000 años pero se habla que existen ejemplares que llegaron a vivir 4.000 años.Este arbol tan típico africano podria convertirse en el futuro oro verde . Entre los africanos se lo conoce también como “el árbol de la vida”. Y no es para menos, ya que este extraordinario árbol brinda múltiples beneficios: sus frutos son ricos en fibra y vitamina C, azúcar, potasio y calcio; se usan como alimento y para preparar bebidas refrescantes y medicinas. Según la “Medicina Tradicional Senegalesa”, las semillas tienen propiedades antialérgicas, anti-inflamatorias y antifebriles. De ellas también se extrae aceite y en algunos lugares las tuestan para utilizarlas como sustituto del café. Las hojas son usadas para hacer sopas y salsas. El polen de sus bellas flores, mezclado con agua, sirve como pegamento. La corteza, blanda y maleable (por su alto contenido de agua), se utiliza para hacer sogas, cestas, máscaras y sombreros. Pero como siempre ocurre del uso pasamos al abuso y en algunos lugares además de los nativos, se suma la aparición de empresas privadas que han comenzado a comercializar productos alimenticios, cosméticos y farmacéuticos a base de frutos y semillas de baobab.


En resumen que el que quiera traerse a casa una colección de fotos de fieras tendra que fotografiar muchos crios que estos si que son unos fieras, sobre todo aprovisionandose de caramelos o "tangas" como los llaman por aquí.


Olvidaba mencionar que cerca de Dakar podemos acercarnos a la Reserva de Bandia, una especie de zoo pero sin jaulas, un poco dirigido para el típico turista. En él mantienen unos pocos de los grandes clasicos africanos en semicautividad, especies introducidas, que nunca fueron endemicas de Senegal. Nosotros no lo visitamos aúnque estuvimos a punto, pues el último día en Dakar antes de regresar a España nos sobraba mucho tiempo hasta coger el vuelo, pero Gonzalo huye de lo artificial y nos buscó varias disculpas para disuadirnos de ir, en realidad hay que darle la razón, para ver zoos ya tenemos bastantes en España.



Nos libramos de los amantes del "kalashnikov"


Ya se va terminando el día. La ruta prevista para hoy se está haciendo larga, muy larga, aunque solo llevamos unos 180 km desde que salimos del campamento de Badián y a pesar de llevar todo el día rulando por carreteras y pistas aún nos faltan unos 80 km más para llegar a Kolda donde nos espera un hotelito al más puro estilo europeo, el Hotel Hobbe, con un guapo bar-restaurante junto a la piscina. Precisamente es lo que llevamos todo el día saboreando, su piscina para darnos un chapuzón nocturno, que es una auténtica gozada. El año pasado lo conocimos aunque solo para cenar junto con otro grupo que viajaba en sentido contrario con AXA y nos quedamos con las ganas de darnos un bañito en ella. Bueno a pesar del aspecto exterior en realidad las habitaciones, según nos contaron, tienen una de las mayores colecciones de cucarachas que se esconden tras la cabecera de las camas, de echo hubo quien se paso media noche sin dormir tratando de eliminar parte de la colección.
Son algo más de las 7:00 de la tarde, las sombras ya van alargando y cada vez se ven mas intensos los colores rojizos de la puesta de sol, una puesta de sol tan hermosa que cada día la disfrutamos estasiados.
Hoy tuvimos que hacer un cambio de vehículo, dejamos nuestro querido camión y nos metemos en un minibus que por cierto no nos mola nada, pero ya estaba previsto de antemano el traslado en Tambacounda y Usman con su camión no podia seguir con nosotros. Despues de tantos días y kilómetros respirando el aire libre, nos sentimos atrapados en esta "carramplina" como en un huevo kinder, metidos tras las ventanillas con cristales. Vale que no tragamos polvo pero ya no vemos con tanta libertad el paisaje, pasamos desapercibidos a los niños y para colmo el nuevo conductor va como un loco por estas pistas de tierra cochambrosas por lo que no nos sentimos seguros como en el camión, si revienta una rueda nos matamos. Ask, que es como se llama el conductor, varias veces le tuvimos que vocear para que bajara un pelín el ritmo pues los que viajabamos atras nos ibamos comiendo el techo en cada bache.




Son las 8:00 pm ya es noche cerrada, aún falta al menos otra hora a Kolda según calcula Ibou. Vamos un poco aburridos, solo se ve alguna pequeña bombilla al pasar por algún poblado y algún que otro cartel luminoso, unos naranjas de las compañias telefónicas de Orange y otros azules de la compañia Tigo, totalmente fuera de lugar sobre una fachada desconchada de un chavolo que hace las veces de oficina. Pasamos por el poblado de Diaobe y a las afueras de repente a lo lejos distinguimos como unos bultos negros ocupan la calzada. Varios neumáticos de camión apilados y un palo con un trapo rojo forman una expecie de barrera. Nos paramos y un policia o soldado con su uniforme de camuflaje y su kalashnikov al hombro se encamina hacia nosotros desde una especie de garita cochambrosa y habla con el chofer. No sabemos que esta diciendo y preguntamos impacientes
-¿Que esta pasando Ibou? ¿Por que nos detienen?

-No pasa nada, no os preocupeis-dice nuestro guía Ibou

Ibou con cara seria se baja al tiempo que Ask nuestro conductor y se van a la garita donde otros tipos con trajes de camuflaje que apenas distinguimos sus caras, (pues no sonrien para verles al menos los dientes),notamos como nos miran desde la oscuridad.

Ask lleva en la mano los papeles del minibu,s entran y cierran la puerta tras ellos. Al cabo de un rato salen y vemos a Ibou con la cabeza gacha con cara de circustancia, nuestro amigo es muy sonriente y esto no augura nada bueno.

-Ibou, dinos, que pasa, sacanos de dudas de una vez, hombre.-decimos casi a coro.

Ibou cierra la puerta del bus y muy serio nos dice con su acento raro.

-Parece que hay problemas al circular por esta zona. Existen bandas de tipos armados con kalashnikov que se dedican a asaltar todo tipo de vehículos durante la noche. Una vez cometido el robo desaparecen en el país vecino, Guinea Bissau, que esta a pocos kilómetros. El policia nos dice que es peligroso y no se quiere hacer responsable de nosotros, por lo que no nos devuelve los papeles del bus y no nos permite seguir adelante.


-Bueno Ibou- dice Gonzalo- no pasa nada, nos damos la vuelta y dormimos en Tambacounda aúnque haya que retroceder una hora......-

No le deja acabar la frase

-No podemos ir adelante pero tampoco atras, tan peligroso es uno como lo otro osea que nos tenemos que quedar aquí mismo y por aquí no estoy seguro que podamos encontrar buenos alojamientos.-dice Ibou.

Un poco desconcertados pero tranquilos nos centramos en resolver el problema de la pernoctación. Sopesamos varias ideas. Unos dicen de dormir en el bus, cosa que no nos parece tan mal. Otros piensan que podemos buscar aqui en Diaobe un campamento o un hotel o lo que sea y si no esta excesivamente mal nos quedamos, no se pierde nada por intentarlo.Damos vuelta en medio de la carretera y a unos cientos de metros nos desviamos a la izquierda por un camino hasta la puerta de entrada de una especie de campamento llamado "Le Naani". Una gran sala vacia, con media docena de mesas y sillas de jardín y un televisor en una esquina. Las paredes con pintadas con motivos africanos y luces de colores de las de navidad colgadas de la pared. A la derecha una pequeña barra de bar. Al fondo una puerta trasera da a un patio en el que hay cuatro chozas echas de ladrillo y cemento pintadas de blanco. Los chavales del hotel nos muestran lo que tienen amablemente. Disponemos de cuatro habitaculos, dos con una cama de matrimonio y dos con dos camas de 90 cm. Miramos el tema de bichos y limpieza y no esta mal del todo. Disponen de mosquiteras y parece que las sabanas estan limpias. Tienen baño pero solo esta la taza y el lavamanos no hay ducha y tampoco hay agua corriente. No es mucho pero tendremos que aguantarnos. Solo hay un pequeño detalle, somos 18 personas para cuatro habitaciones y solo seis camas. Con nosotros eso no es ningún problema, descargamos las maletas del techo del bus y gracias al buen rollo del grupo y que todos asumimos que la aventura es la aventura nos repartimos por los cubículos sin ningún tipo de problema.









Ibou, Antonio y Ernesto deciden dormir en los asientos del bus. Ask el chofer se tumba sobre su alfombra de rezar en el patio. Carol y yo en una matrimonial (unos privilegiados) y en un colchón a nuestro pies Yolanda y Marta. En otra Antonio, Susana y Curra. Otra choza para Gonzalo, Cuca, Ernesto y Elena. La última para Amelia, Paloma Alvarez y Paloma Villanueva. Todo perfecto pero al irme a lavar un poco en los barreños que nos pusieron para tal efecto en el baño doy la llave de la luz y descubro que las habitaciones disponen de una iluminación sospechosamente románticas con bombillitas rojas.No se que me recuerda. Yo solo sé que a pesar del calor sofocante de la noche hoy me metí en mi saco-sábana por lo que pudiera pillar sobre esa cama, solo por prevención.
A pesar de todo, el trato del personal del campamento fué intachable, incluso se fueron a comprar dos docenas de huevos (debieron esperar que los pusieran las gallinas) para que pudieramos cenar unos bocatas de tortilla francesa. Una vez más demostraron ser gente muy hospitalaria que hicieron lo posible para que nos sintieramos agusto en su establecimiento a pesar de llegar en plena noche y de improviso.

La cuestión es que a pesar de perdernos el bañito en la piscina y no poder siquiera darnos una ducha refrescante y tener que dormir amontonados, no perdemos el sentido del humor y nos partimos de risa durante la cena sacando chispa a cualquier cosa con comentarios jocosos. Un diez por el grupo, no me cansaré de alabarlos., ya me habian gustado desde el primer momento.

Muy temprano, alrededor de las 6:00 de la mañana ya estabamos todos en la mesa desayunando y contando la experiencia de esta noche. Algunos pudimos dormir unas horas a pesar del bochornoso calor, pero no todos. Ernesto, nos contó que dormir en el bus no fué una experiencia muy grata, metido bajo la mosquitera se ahogaba de calor y despues de mucho insomnio cuando miró se dío cuenta que todas las ventanillas que habia abierto para refrescar estaban cerradas, pero ya no pudo dormir más se levantó y salió. Sin embargo Antonio Olmedo según nos comentó durmió bien dentro del bus, debe ser un hombre de dormir bien incluso sobre cristales rotos. Los demas más o menos sacaron adelante la noche.


Otra vez en la carretera, ahora ya sin peligro por nuestra integridad física ya que durante del día no es habitual que se produzcan altercados con las fuerzas rebeldes guineanas. El ejercito hace una patrulla previa de limpieza para que se reanude el tráfico por la zona. Anteriormente en algunas ocasiones se registraron robos en coches y emboscadas en medio de las carreteras pero las alarmas saltaron en 2006 cuando el subperfecto de Diouloulou fué asaltado en una de estas emboscadas y perdió más tarde la vida. En prevención el viajero es conveniente que calcule bien el tiempo para llegar a destino antes que caiga la noche.


Cascada de Dindefelo


Kedougou va a ser hoy nuestro lugar de aprovisionamiento para adentrarnos en la zona fronteriza con Guinea-Conackry, estamos al sudoeste del pais y esta es la ciudad más grande de esta región, aunque cuesta verla como ciudad cuando paseas por sus calles polvorientas y sus chozas tradicionales bordeadas de vegetación.Mientras nos damos una vuelta por el mercado, Ibou se busca un amiguete que se encargue de nuestras compras para la comida de hoy.

El "eficaz" como lo acabamos apodando por su eficacia evidentemente, nos trae pan, unas baguettes de trigo al estilo europeo de venta en cualquier parte del país, agua embotellada, cercezas, coca colas, fantas, algo de fruta y unos buenos cubitos de hielo de 1 kg. cada uno, que venden en bolsas para mantener toda la bebida bien fria. el resto ya lo tenemos en el camión en un bidón que traemos desde España, relleno de choricito, jamoncito, salchichón y un buen montón de latas de sardinas, bonito, ensaladas, etc. Osea la cantidad suficiente para hacer 7 almuerzos para 18 personas, tipo picnic durante el viaje. Es mucho más recomendable que liarse a buscar un inexistente restaurante de carretera los días de trayecto largo por zonas remotas.

El grupo mientras tanto nos compramos algunas telas y figuritas de souvenir, Carol y yo por nuestra parte pillamos una botella de ron, pero no pienses mal, el chupito para las fiestas tambien lo traemos de casa, este año orujito de hierbas casero envio de nuestro amigo Richi desde tierras gallegas. El ron es para hacer un regalo a nuestro amigo Musa a cambio del regalo que el nos hizo, un gran machete con funda de piel y unos colmillos de facóquero.


Una vez echa la compra y llenado la nevera todos al camión, partimos hacia Dindefelo. Un buen rato de mala carretera como de costumbre y por fin vemos los primeros cerros o colinas desde que salimos de Dakar. Es la denominada cordillera de Fouta Djalón, el único sistema montañoso de Africa occidental. Se extiende desde la ciudad de Labé en Guinea Conackry hacia el norte hasta la frontera con Senegal.
Llegamos al poblado de Dindefelo donde tenemos que dejar el camión y seguir a pié. Enseguida se nota que su principal ingreso son los turistas, dispone de un pequeño mercadillo con souvenirs típicos para sacar los CFA´s a los visitantes. También esta el campamento villageois que es un alojamiento de chozas rudimentarias y algunos chavales que trabajan como guías ó porteadores. En cuanto llegamos unos cuantos, enseguida se acercan para ayudar y por supuesto contratamos algunos para llevar la pesada nevera y el bidón con el almuerzo pues vamos a visitar la famosa cascada de Dindefelo y se debe caminar por un sendero pedregoso que va al lado del río hasta la base de la cascada. Desde este punto tenemos dos opciones para hacer la visita, una ruta corta y facil de una hora aproximadamente ó una larga y bastante empinada que lleva sus buenas tres horas.

Ernesto, Marta y yo nos apetece hacer la ruta larga pues ya tenemos ganas de hacer ejercicio, de caminar y mover las piernas en serio. Aparte de que la ruta debe ser una pasada. Carol a regañadientes no nos puede acompañar y se va con el grueso del grupo por la corta. Una rodilla ya hace días que le molesta y subir peldaños de roca no es lo recomendable en estos casos.

Nosotros tres contratamos un guía que nos pide 1.000 CFA a cada uno osea que 3.000 CFA, aproximadamente unos míseros 4,65 €uros al cambio. Partimos a buen paso, siguiendo a nuestro abezado guía de nombre Javi, curiosamente tocayo mío, por una senda estrecha y muy pedregosa que enseguida se vuelve muy empinada y vemos a cada paso como queda una gran llanura a nuestros pies que se pierde en el horizonte neblinoso. A chorros perdemos líquido por cada poro de nuestra blancuzca piel, sin duda un acierto cuando insisti en llevar al menos un litro y medio de agua por persona. Por experiencia siempre hay que ir pertrechado de agua aunque sepamos con certeza que la vamos a encontrar por el camino. No es este el caso ni podemos asegurar que sea potable en caso de encontrarla. Eso de llevar agua es imprescindible para nosotros, porque nuestro guía a pesar de insistirle no quiso tomar ni el más mínimo sorbo durante las tres horas que duró el recorrido, es inaudito, parece que el calor no les afecta en absoluto.


Ya coronada la meseta y tras alguna paradita para beber y descansar, aproximadamente una hora despues de dejar al resto del grupo, el caminar se vuelve llano totalmente, con un suelo duro y sin casi piedras. Nos rodea una vegetación propia de la sabana, hierba muy alta y seca con grandes trozos quemados por algún incendio posiblemente intencionado para limpiar el terreno y con escasos y raquíticos arboles, pero algo atrae fuertemente nuestra atención. Ante nosotros un gran campo sembrado de setas gigantes, por cientos, pero como esculpidas en piedra gris, de 50 ó 60 cm. de altura y un metro de diámetro. En realidad son los llamados termiteros-seta y debe haber millones de termitas a juzgar por la cantidad, pero no se ve ni una, espero que no les apetezca darse un festín de turistas blancos. A una orilla del camino de pronto nos sorprende una nueva vista expectacular. La cueva de los chimpancés según nos dice el guia que la llaman, sonoro y novelesco nombre en verdad. Se trata de una cornisa enorme e impresionante, como si unos cientos de metros de la gran meseta de piedra sólida se hubiera hundido en un punto y medio oculta por grandes arboles que crecen en el fondo quisiera formar un gigantesco macetero. Nos asomamos al borde escabroso pero no vemos ni rastro de chimpances. Se abran ido de compras, pues no hay nadie en casa. Descendemos por un terraplén agarrados a los arboles por donde desciende un pequeño sendero en un lateral al interior de la cueva y se ve que hay mucha tierra pisoteada y rascada en el suelo pero no se ven restos de comida ni defecaciones, igual no vienen muy a menudo los chimpances o se desplazan a otro sitio a comer.


Una vez inspeccionada la gran cueva de nuevo salimos del frescor al torrido sol que parece que quiere aplastar la meseta, ya solo nos queda la mitad del agua. De pronto nos damos cuenta que beber delante de nuestro guía podría suponer un martirio para él, ya que nos comentó al insistir de nuevo que bebiera, que estaba en el ramadán y se lo prohibía la religión. A partir de aquí beberíamos cuando no nos mirara. Aún así no nos cuadra, pues el mes del ramadán este año fué entre el 11 de agosto y el 10 de septiembre. Sus razones tendrá para darnos esa explicación, tampoco nos queremos inmiscuir más.
Muchísimos senderos y trochas que se bifurcan nos conducen hasta un punto donde distinguimos entre los arboles una reunión de chozas. Javi, nuestro guía, nos dice que es el poblado de Dande. Le decimos que queremos ver a los chicos del poblado para llevarles algún regalo y con mucho gusto nos lleva directamente a la escuela. El poblado resulta un tanto extraño, fronterizo con Guinea-Conackry aquí perdido y con un acceso bastante complicado, en realidad no sabemos en que momento estamos en un país o en el otro, por algún sitio deberiamos de haber encontrado una roca donde estaba escrito el punto fronterizo, vamos creo que ni ellos mismo lo deben de tener muy claro. Las frontera en Africa son muy inciertas y de echo unas son las fronteras que marcaron las colonizaciones sin respetar ni tratar de evitar separar sus tierras al libre albedrio y otras las que desde los ancestros marcaron sus diferentes tribus ó étnias. Llegamos a la escuela y nos topamos con 20 ó 30 chavales en pleno examen y aún así con el permiso de su profesor nos liamos a soltar caramelos en medio de la choza-escuela, cosa que tomaron de buen agrado y algunos incluso aprovecharon la coyuntura para copiar de sus compañeros. Son unos aguilillas, muy simpáticos sin duda, se hacen querer.
Ahora nuestro pequeñó guía nos lleva directamente al punto más esperado de la excursión, la cascada de Dindefelo pero vista desde arriba. Tras unos arbustos sin previo aviso topamos con un cortado a plomo vertiginoso y una vista maravillosa de todo el valle muy verde y espesamente arbolado. Utilizando como apoyo un arbol que nace justo al borde y crece sobre el abismo, apoyado de pecho puedo contemplar y fotografiar el fondo. Alucinamos por la impresionante cascada que con una caida libre de unos 100 metros aterriza en una laguna triangular, formada por dos paredes rocosas que se unen en angulo recto. Impactante, un lugar de película. Allá al fondo, como hormigas, vemos a nuestros compañeros,tambien los porteadores y algún turista. Sin duda a merecido la pena el esfuerzo, muy recomendable y que si se tiene oportunidad no se debe dejar escapar. No hace falta tener una excelente forma física, solo ganas de caminar y tener un poco de coraje para soportar el calor pero eso si sin olvidar una abundante provision de agua para el camino claro excepto que seais musulmanes y esteis en ramadán.
A partir de este punto solo queda bajar por el lado contrario a la subida, hasta reunirnos con el resto del grupo que nos esperan a pié de cascada. Nos topamos con más campos sembrados literalmente de termiteros-seta, extraño paisaje en verdad. La bajada esta resultando más sencilla, menos empinada pero bajar aún nos lleva una hora y media sin detenernos. Llegamos por fin a la parte baja de la cascada. Se nota el cansancio y ya estabamos deseando llegar. Antes de despedir a nuestro guía comento con Marta y Ernesto la idea de dar una propina al chaval y le entregamos 6000 CFA, se lo tiene bien merecido. Entre pregunta y pregunta de nuestros compañeros de viaje sobre la experiencia nos sentamos a comer un buen bocata que muy amables nos tenían preparado junto con una cervecita "Gazelle" bien fria y frente a nosotros la visión maravillosa de la cascada de Dindefelo estrellandose sobre la laguna. Ernesto y yo nos damos un bañito rápido en la poza antes de marchar, demasiado refrescante por cierto y enseguida nos volvemos a vestir que la gente se impacienta, debemos pensar que llegaron dos horas antes que Marta, Ernesto y yo.

Aún nos queda desandar el camino que hicieron nuestros compañeros hasta al poblado donde dejamos el camión pero nos lleva un poco más de lo esperado pues una chica del grupo, Paloma Alvarez, bajando por el pedregoso camino se tropezó y se comió el suelo con la cara. El cristal roto de sus gafas le hicieron una brecha importante en la ceja y estuvieron los médicos un buen rato atendiendola en el suelo hasta que se recuperaba del shock. Un buen susto se llevó la pobre y nosotros tambien, pues sangraba abundantemente y el sitio de la herida justo por encima del ojo era un tanto delicado. Menos mal que tenemos un equipo de médicos serviciales y atentos con todo el mundo al cien por cien y le aplicaron unos puntos de aproximación que ya más tarde con un poco mas de calma tomaron aguja e hilo y le echaron un bonito bordado a punto de cruz.

El buen humor de Paloma hizo que se lo tomara con esa guasa que ella tiene y no se convirtiera en un drama. Por supuesto aguantó nuestras bromas de buen agrado cuando le decíamos que tenía el ojo echo un asco, que iba a asustar a los críos de los poblados, que le estaban saliendo los colores de la bandera de Senegal, rojo, amarillo y verde. Ya se lleva un buen souvenir para enseñar a la familia.
En ferry de Ziguinchor a Dakar.

Aline Sitoe Diatta es el nombre con que bautizaron el ferry que hace el trayecto entre Ziguinchor y Dakar pero seguro que alguno de los viajeros lo rebautizaron en este trayecto "el barco infernal" cariñosamente, pero que no van a olvidar facilmente.
Llegamos al edificio portuario muy optimistas y contentos por el pequeño "crucero" que vamos a realizar hasta Dakar. Enseguida, entre Ask, Ibou, Esnesto y yo descargamos los equipaje del techo del minibus y todo el grupo nos unimos a la cola de variopintos viajeros, en su mayoria ciudadanos senegaleses y mezclados con algún que otro turista blanco con la clásica estampa de aventurero "accidental" vestidos por el gran "estilista Coronel Tapioca".

Vamos dejando nuestras maletas en la puerta de facturación y las van colocando en pilas sobre carritos metálicos. Solo nos quedamos con las pequeñas mochilas de mano pero,
-Un momento- alguien dice de pronto.
-Escuchar todos, nos avisan que las maletas no se pueden llevar a los camarotes una vez facturadas.
-¿Como? ¿y como nos cambiamos de ropa? ¿y ducharnos?
-Ehh ¡¡ que yo llevo el malarone en la maleta.-dice alguien.
Cambio de planes, hacemos que nos devuelvan los equipajes con el consiguiente desconcierto y caras de mosqueo de los trabajadores portuarios. Revolviendo entre todo el mogollón de maletas conseguimos recuperar todas. Lo cierto es que seria una putada no poder ducharnos y cambiarnos de ropa hasta llegar a España, es la última oportunidad antes de terminar el viaje y aún nos faltan más de dos días enteros. Cargados de nuevo ahora con todas las maletas y mochilas accedemos a la zona de embarque.
Apostado a la puerta un policia nos pide pasaportes y billetes que comprueba detenidamente.- Ok amigo, aqui tienes.

Un mostrador justo tras el policia y dos empleados que de nuevo nos piden pasaporte y billetes.

- Si como no, aquí estan.- Y de nuevo comprobación exhaustiva.
Un pasillo de 50 metros de largo comunica con otra sala, pero a mitad del pasillo dos policias más nos vuelven a pedir el pasaporte y los billetes, ya empezamos a cansarnos de tanto control, ya es el tercer tío que nos pide pasaporte en 50 metros.
Continuamos caminando y ya guardando los pasaportes en lugar seguro, pero llegamos a la sala contigua y, no puede ser. Dos policias más, armados con detectores de metales de mano, nos hacen subir las maletas en unos bancos de madera y comprueban que no llevamos armas ni objetos peligrosos.
-¡¡¡Ya estoy jodido!!! comento en voz baja a los demás. Llevo una daga de Mali de 20 cm y el machete de 30 cm que me regaló Musa en Badián, además de los colmillos de facóquero, dentro de la maleta, seguro que los encuentran.

Delante de mi Antonio tambien lleva una daga y aún mayor, posa la maleta sobre el banco pasan el detector suena un pequeño pitido pero no pasa nada, es el candado de la maleta. Pasa tranquilamente.
Dos o tres pasajeros más y despues me toca a mí. Poso la maleta, el policia con cara de sabueso sin hueso, pasa el detector y Pit,Pit,Pit,Pit,Pit suena como se hubiera vuelto loco el aparatito.
Me señala que abra la maleta y saque lo que llevo dentro.
Lo sabía, o me quedo sin souvenirs o lo que es peor me quedo detenido junto a los souvenirs. Abro la maleta y saco solo el machete grande por si cuela y se quedan conformes pensando que no hay más armas peligrosas. Me lo quita de las manos, lo desenfunda y sale el cacho hierro afilado. No se que cara voy a poner, por si acaso pongo la de "yo soy bueno, no soy muy terrorista"
Me vuelve a pedir el pasaporte y saca unos papeles del bolsillo. Pega un adhesivo en el machete y escribe mi nombre y numero de pasaporte. Mientras tanto miro a los demás como diciendo "Adios amigos, mandazme tabaco y un bocadillo con una lima dentro, por favor"
El "poli" con su uniforme de camuflaje, nada tranquilizador, me señala el machete y me hace entender que continue, que lo puedo recuperar cuando nos bajemos del barco en Dakar. ¡¡¡Ufffff!!! por lo menos puedo seguir viaje con los demás. Continuomos hasta la última sala repleta de sillas y tras las cristaleras ya podemos ver el ferry y que cosa, en su chimenea aparece rotulado el nombre de la compañia. "Osama s.a." Tranquilizador nombre para llevar de compañia.
En la puerta de salida un empleado de nuevo sin cortarse un pelo va y nos pide de nuevo el billete. La quinta vez que nos piden papeles, esto es peor que entrar en el Pentágono. Seria bueno llevar el pasaporte tatuado en la frente y que nos plantaran los cuños en los mofletes.

Ya en la rampa de acceso al ferry y visto más de cerca el barquito parece nuevo y recien pintado, bastante más pequeño que los ferrys de Transmediterranea, pero tiene buen aspecto. En estas, Cuca nos dice con su genial humor sarcástico.

-¿Sabíais que hace unos años este barco se hundió y murieron un montón de personas?

Yo le contesto.-¡¡Coño Cuca!! y ahora nos lo dices, mujer. ¿Como que se hundió?

Según leí más tarde en mi guia de "lonely planet" mientras navegábamos, a partir del 2005 los barcos actuales sustituyen al MS Joola, que trágicamente naufragó en 2002, y se pudo señalar como la mayor catástrofe registrada en Senegal. Murieron cerca de 2.000 personas (solo se salvaron 64 pasajeros), debido a la peligrosa sobrecarga del barco.

Ahora entiendo lo de ser tan estrictos con el control de pasajeros y equipajes, no se quieren saltar ninguna medida de seguridad.



Una vez a bordo nos instalamos en los camarotes y salimos a cubierta en espera de soltar amarras. Tenemos 16 horas por delante de navegación por el océano Atlantico. Son las 3:00 de la tarde cuando partimos rumbo Dakar, navegando por el caudaloso rio Casamance hasta alcanzar el mar. Durante dos horas aproximadamente navegaremos por el ancho río con sus orillas cubiertas de manglares y que por su anchura más parece un brazo de mar. De momento la navegación es muy apacible sin la más mínima ola, tarde soleada pero fresquita por el brisa del río. Pillo unos bocatas para el grupo por 1000 CFA cada uno (es que aún soy el tesorero y ese fué mi cometido durante todo el viaje) y no son caros, pero no hay mucha variedad donde elegír. Los hay de "jamón york y queso" ó "queso y jamón york" y punto. El jamón supongo que es de pavo porque le digo a la chica que nuestro guía es musulmán y dice que no hay problema. Osea que nuestro amigo Ibou tambien se come bocata de jamón y queso.
De improviso la gente se arremolina a babor y señalan algo en el agua.
¡¡¡Que bueno!!! delfines, que pasada, diez o doce delfines nos estan escoltando jugando con la estela del barco. Se entretienen un buen rato dando saltos y haciendo piruteas sobre el agua, son unos animales guapísimos.

Ya llevamos dos horas desde que soltamos amarras y empezamos a notar el cambio de aguas, esto coge ritmo pero aún es una sensación agradable de balanceo.
Paulatinamente se pone mas brava la mar o más bien bravo el barquito pues no parece que la mar este muy picada. Algunos empiezan a notar los primeros sintomas de mareo, se sienten mal y tienen que ir a vomitar. Carol y yo y algunos más, ya tomamos una biodramina en prevención mucho antes de zarpar. Moverse por el barco cada vez es más difícil, es como ir en la montaña rusa, vamos de pared a pared agarrandonos a todo para no irnos al suelo. Cada vez se ve más gente vomitando por los pasillos en unas bolsitas de plastico colocadas al efecto, otros incluso aprovechan las papeleras. Como es costumbre entre los musulmanes, tienen colocadas las alfombras de rezo en las partes anchas de los pasillos y aprovechan para acostarse sobre ellas, muchos las estan poniendo echas un asco de vomitos. Pobres, que mal lo estan pasando.
Y llega la hora de cenar. Nos acercamos dudando si meter algo en el estómago o dejarlo tranquilo. Parece que la gente tiene hambre y se llena el comedor, algunos con las caras desencajadas y palidas que dan susto. Llega el primer plato, rollitos de primavera y sin probar bocado desbandada general. El comedor se queda casi vacio, el olor a fritanga no favorece a los estómagos revueltos. A mi lado se sienta nuestro guía Ibou con los ojos como tomates de lo malo que está y hasta le vemos pálido a pesar de ser negro como el carbón. Es la primera vez que sube a un barco y el pobre no le tocó el mejor bautizo. Por supuesto se tiene que ir corriendo sin cenar. De nuestro grupo creo que solo quedamos media docena sin sentir el mareo. Yo estoy bien, pero cómo despacio, sin agobiar el estómago y pensando que cuanto más meta más tendré que echar. Optimista que es uno.
Segundo plato, patatas fritas con pollo ó pescado. Elijo pollo, me lo zampo y a pesar de los tumbos mi estómago aguanta bien. Posiblemente gracias el efecto de las biodraminas que me estoy tomando. Una cada cuatro horas.
Tenemos la mitad del grupo paseando por cubierta en un intento de que el viento y el salpicar de las olas les coloque las tripas. Muchos vomitos despues algunos optan por tomarse Orfidal para tratar de caer anestesiados bajo sus efectos soporífero, eso si, por receta de nuestro equipo médico particular. La verdad que el estado de la mar esta noche no debe ser muy normal pues entre plato y plato la camarera del barco posaba la bandeja y tambien la vemos como sale disparada hacia el baño. Si esta mujer no esta acostumbrada, quien lo va a estar.
Termino de cenar y salgo del comedor con unas manzanas y unos plátanos para Carol (que optó por no cenar aunque no esta mareada) y el echo de caminar por los pasillos recuerda una película de esas de terror. Muchísima gente esta tirada literalmente por los pasillos con una bolsa de plástico en la cara, a los que tengo que sortear o incluso saltar por encima y un olor acido impresionante perfuma el aire. Lo más positivo va a ser meterse en el camarote para intentar dormir un poco. Aún dentro con la puerta cerrada se oía una orquesta de arcadas secas y quejidos, da miedo como esta todo el mundo. Recostados en las literas Carol y yo tratamos de dormir pero cuando conseguíamos conciliar el sueño de cuando en cuando una ola aún más fuerte que las demás nos despierta sobresaltados por los fuertes golpes contra el casco. Por la cabeza se me pasa el recuerdo de aquel naufragio del 2002 y no dejo de tener un poco de intranquilidad. Pienso en que una ola traicionera que nos coja de traves nos haga volcar, supongo que es el temor normal de la inexperiencia. En algunos momentos notamos como casi se despega la cabeza de la almohada al caer al vacio de una ola ya superada. En este duermevela llegamos a las 6:00 de la mañana a puerto por fin sanos y salvos. Rehacemos las maletas, nos aseamos y salimos a desayunar y ver como tenemos a los amigos. Muchos pasajeros ya se bajaron a tierra menos los que tenemos incluido el desayuno, del que damos buena cuenta, no lo vamos a perdonar, ni hablar que luego enseguida aprieta el hambre. Reunida la tropa y tras contar las experiencias de la sufrida noche bajamos todos a puerto.
Gratamente asombrado recupero mi machete, un policia lo tiene en la mano al final de la rampa al salir del barco tal como me dijo el otro policia de Ziguinchor. Lo guardo en mi mochila y con las maletas nos dirigimos al edificio portuario para salir pero,- No puede ser.
Dos policias apostados en la puerta pidiendo otra vez pasaporte y lo que es aún peor, otra vez llevan en la mano el detector de metales. Por supuesto lo pasan y detectan dentro de la maleta algo metalico esta vez es el otro cuchillo, la daga de Mali. El machete que acabo de recuperar lo tengo metido en la mochila a mi espalda, rapidamente lo empuño aún con la pegatina con mi nombre y pasaporte para que se olviden de la daga de la maleta. Por suerte al verme con semejante hierro en la mano no se sobresaltan y escuchan a nuestro guía. Ibou que esta junto a mi interviene y en su idioma les dice que solo es un souvenirs, con lo que se quedan conformes y me permiten salir sin requisarme el regalito de mi amigo Musa, ni abrirme otra vez la maleta. Ganas me estan entrando de tirarlo al mar para evitar más problemas.
A lo lejos vemos a Ask y su cacharro con el que viajó toda la noche atravesando Gambia y que llegó con una ventanilla trasera rota sin cristal y un golpe en la aleta, al parecer tuvo un choque con un camión por el camino. Al menos nos libramos del susto pues precisamente atras viajamos Carol y yo casi todo el tiempo. En realidad no nos extraña que se haya dado una ostia, conduce como un loco y tarde o temprano se va a hacer daño. El recorrido que hizo Ask en bus es el mismo que hicimos el año pasado con el camión y que yendo en el ferry nos evitamos, pero comentamos si compensa más ir por carretera o ir por mar. En realidad son dos experiencias muy diferentes que yo tuve la suerte de vivir y viendo lo mal que pasaron la noche la mayoria, no es mi caso, abrá que replantearse la idea para la próxima expedición.


Mi mejor souvenir
Termino mi relato sentado en la pequeña silla frente a mi ordenador. Miro mis fotos, repaso cada una de ellas y me devuelve ese instante ese pequeño recuerdo y me gusta. De regreso a casa tras mi viaje encuentro a los amigos, a los vecinos, a los conocidos que se interesan por como nos ha ido y me preguntan.-¿Qué tal por Senegal?
¡¡Buena la han echo!!. Se desata mi lengua y me cuesta dejar de contarles con todo lujo de detalles mis experiencias. Por supuesto contesto gustosamente a sus preguntas tratando de saciar su curiosidad, pero aprovechando la coyuntura para rememorar y conseguir de esta forma que tarden un poco más en esfumarse esas sensaciones vividas, como pasa cuando despiertas de un buen sueño, que cuanto más bueno ha sido más rápido se te olvida.Y lo peor y que nos pasa a todos, es que tan pronto como llegamos a casa y nos sumergimos en la rutina del trabajo, el tráfico, los grandes almacenes abarrotados de consumismo, las tiendas de alimentación tan asépticas y etiquetadas, los restaurantes con un millón de platos en sus menus, los anuncios de la tele donde todo es maravilloso, internet, los móviles, la hipoteca, las facturas, etc,etc,etc, muy habitualmente y sin pensar detenidamente lo que decimos, soltamos por nuestras bocas.
- ¡¡No se que comer, no me apetece nada!! - ¡¡Tengo el armario lleno y nada que ponerme!! ¡¡ Ha salido lo último de......tengo que comprarlo !!
De un tiempo a esta parte me doy cuenta cuanto nos falta por aprender sobre lo que realmente es importante en la vida y pienso -"una buena lección seria intercambiar nuestro estilo de vida por un tiempo, con aquellos que nada tienen" ¿Pero somos todos culpables? O tan solo somos pobre gente de a pié a los que nos lavan el cerebro y nos inyectan en la retina el onmipresente consumismo. ¿Os imaginais a esos todopoderosos que nos miran desde arriba enchidos de poder y dinero en sus impresionantes mansiones de pronto relegados a vivir en una humilde choza de caña y que su wc en vez de marca "Roca" sea agacharse tras una roca?.

Me queda muchísimo por ver, por viajar, por aprender y espero tener la suerte de seguír viajando atesorando muchos souvenirs pero no materiales. De echo lo más util y más barato es traer a casa un poco de felicidad y positividad pues pienso en ellos, los que se quedaron allí y siento que algo mío ahora es suyo y algo suyo ahora me pertenece. Por supuesto eso que por allí fuí recogiendo no se trae en la maleta sino en el corazón. Y es haber tenido la suerte de conocerlos y recordar su forma de reir, de ver la vida de color "verde esperanza" aunque se empeñe en ser negra ó de "color" como decimos los blancos.
Me gratifica pensar que si mi viaje hizo feliz tan siquiera a un niño a una sola persona aúnque solo fuera por un breve minuto doy por muy bien invertido mi tiempo y mi dinero.
Quiero seguir coleccionando muchos de esos "felices souvenirs".