jueves, 10 de enero de 2013

Bilbao y Museo del Rolls-Royce.

SABADO 8 de Diciembre 2012

Como es lógico por proximidad, conocemos y viajamos mucho más por el norte de España, pero casualmente Bilbao, es la única ciudad del norte que aún no habíamos pisado, siempre lo dejamos para otra ocasión.
Este pasado septiembre, en nuestro último viaje en moto recorriendo los Pirineos, volvimos a cincunvalar Bilbao una vez más y pasó lo mismo. No hice más que contemplarlo por el rabillo del ojo desde la autovía que pasa bastante alta sobre la ciudad.
La autovía por este tramo siempre la encontramos rebosante de tráfico y tambien rebosante de radares, por lo que no es bueno despistarse contemplando el paisaje.

Ahora se nos presenta una oportunidad y no la desperdiciaremos, el día 8 de diciembre es fiesta nacional, "Día de la Inmaculada", es sábado, así que nos cogeremos sábado, domingo y lunes de descanso, ideal para una escapadina guapa. Vamos a conocer Bilbao.

Vista aérea de Bilbao



Buscamos por internet y reservamos a través de booking.com un hotelito rural muy chulo y a buen precio, situado a las afueras de la ciudad.
Elegimos el Hotel Artetxe, situado a 2 km del centro de la ciudad, en la ladera del monte Artxanda, el cual separa la ciudad del aeropuerto que está en el valle de al lado a 10 km.
Nos costó bastante dar con el hotel al llegar a Bilbao, pues el "tomtom" se empeñó en vacilarnos y todo su empeño era señalarnos como buena una carreterucha de tierra que terminaba en el bosque. Por suerte teniamos el teléfono del hotel y gracias a las precisas indicaciones de Eva, su recepcionista, lo encontramos finalmente.

La elección de este hotel no pudo ser más acertada, guapo edificio de piedra, muy acogedor, limpio, con amplio parquing gratuito, situado en un entorno tranquilo y con Bilbao a nuestros pies regalándonos vistas preciosas de día y aún mejores por la noche.

Además no tenemos necesidad de bajar al centro en coche pues aproximadamente a 1 km del hotel lo podemos dejar en otro parquing gratuito en un complejo donde hay varios restaurantes y un polideportivo.


Desde aquí parte un funicular , el histórico y turístico "Funicular de Artxanda" inaugurado en 1915 y reformado en 1983 que nos baja al mismo lado de la ría frente al puente de Zubizuri en tan solo 3 minutos por 0,92 €, mucho más barato que cualquier parquíng de pago ó zona azul donde tendríamos que dejar nuestro coche todo el día si ó si.


Lo primero que cruzamos es el Puente de Zubizuri sobre la ría del Nervión que une el Campo de Volantín en el margen derecho con Uribitarte en el izquierdo, diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava.


La lluvia no nos impide dar un largo y tranquilo paseo a lo largo de la ria por el Paseo de Uribitarte tomando un primer contacto con la ciudad y enseguida reconocemos algunos de los edificios más emblemáticos, por supuesto el más conocido, el Guggenheim que dejamos a nuestra espalda para verlo relajadamente más tarde.



Cruzamos algunos puentes más de los 19 que cruzan la ría del Nervión, cada uno muy distinto del otro de diferente época y estilo de costrucción.



El ayuntamiento y casi todas las calles están decorados con las consabidas lucecitas, arboles con bolas y adornos navideños.


Llegamos hasta el Casco Viejo, rebosante hoy sábado de gente que se dedica a disfrutar de los aperitivos y "pintxos" en los baretos que se esparcen por toda la zona peatonal del casco viejo.


Puente del Arenal por el que pasa la vía, Bilbao es de esas ciudades que tienen tranvía.


Por aquí no falta de nada incluso ofrecen la posibilidad de conocer la ciudad, sus edificios emblemáticos y la ría a bordo de un ferry de la compañía Bilboat, que atraca junto al puente del ayuntamiento para diversión de los turistas.



Tambien con motivo de la navidad, estos días tienen un mercadillo de artesanos muy chulo frente a la estación de la Concordia, una edificación modernista de 1890,  que a mi ya no me parece tan moderna.

El largo paseo mañanero y el rico olor a comida por el Casco Viejo nos hace fijarnos en cada uno de los menús que anuncian los restaurantes en sus pizarras y no tardamos en entrar en uno para saciar el hambre.



Desandamos el camino por la parte opuesta de la ria, ahora por el Paseo del Arenal y por el Campo Volantín para cruzar de nuevo el puente Zubizuri y dirigirnos al famosísimo Museo de Guggemheim y de paso alucinar con la altísima Torre Iberdrola de 165m. de altura de sus 41 plantas de cristal y acero diseñada por el arquitecto argentino Cesar Pelli tambien autor de las Torres Petronas de Kuala Lumpur.
No muy lejos estan las dos, gemelas y modernas Torres Isozaki Atea de 82 m. y 23 plantas que destacan brillantes en medio del resto de edificios, del arquitecto japonés Arata Isozaki y el bilbaino Iñaki Aurrekoetxea.



Admiramos la brillante, jorabada, amorfa y contraecha estructura exterior del Museo Guggemheim.


Y pasamos bajo la escultura de la araña gigante que llaman "Mamá", de bronce, acero inoxidable y mármol. Pesa 22 toneladas y mide 10 m. de alto y 10 m.de diámetro. La "bicha" es bastante viajera y ya fué expuesta en multitud de museos del mundo.


Posamos como auténticos turístas frente a la entrada principal.



Tambien frente a la entrada principal nos hacemos fotos junto a la escultura del perro terrier de tamaño gigantesco. "Puppy"(voz inglesa que significa perrito o cachorro de perro)  todo recubierto de plantas en flor.
En su día fué creado para una muestra de arte en Bad Arolsen, Alemanía y tambien fué desmontado y reconstruido de nuevo para ser expuesto en Sydney,Australia, para acabar finalmente siendo adquirido en 1997 por la fundación Solomon Guggemheim.


 Vista del Edificio Iberdrola y del Puente Pedro Arrupe que es una pasarela peatonal.



Tomamos la larga Avenida Abandoibarra que nos lleva a las mismas puertas del Museo Marítimo de Bilbao tras dejar a un lado el Palacio Euskalduna de Congresos y Música.




 
Me encanta todo lo relacionado con el mar así que no puedo dejar de visitar al museo marítimo. Ya tengo una larga lista de visitas a museos marítimos y este no me gustó demasiado.

Nos resultó un poco aburrido, nueve salas con pocas naves de madera y velas pero demasiadas maquetas de barcos mercantes de estos de hierro. Cuadros de barcos mercantes y mucha historia sobre Bilbao y su ría. Bueno, a pesar de ello la visita se da por buena, siempre se aprende algo.

Los días de diciembre son cortos y no dan para mucho, así que cuando salimos del museo marítimo ya es de noche. No llueve pero hace el aire es bastante frío.

Preciosa estampa nocturna del Guggemhein con el colorido Puente de la Salve de fondo.

El largo paseo de regreso ahora ya nos está pareciendo una "pateada" pues estamos cansados y se nos hace largo llegar de nuevo al Casco Viejo, donde tenemos intención de cenar a ser posible antes de que cierren el funicular, a las 22:00 h. Despues de la rica cena de nuevo al funicular hasta lo alto del monte Artxanda donde cogemos el coche y volvemos al hotelito a descansar dando por concluido el primer y largo día.


Las esculturas y el Guggemheim dan mucho juego y preciosas estampas para la fotografía nocturna.




DOMINGO 9 de Diciembre del 2012

Desayunamos estupendamente en el hotel y antes de salir de turismo preguntamos a la recepcionista si conoce algunas direcciones y lugares para visitar.
En concreto y principalmente hoy queremos visitar el Museo de vehículos Antiguos y clásicos de Torre de Loizaga

No pudimos dar con mejor guía turística, Eva la chica que atiende la recepción, nos indica con plano en mano todas y cada una de las direcciones que necesitamos y nos invita a conocer algunos sitios de interes que desconecíamos. Nos vamos encantados con su amabilidad y sobre todo muy bien informados.






Hacemos 32 kilómetros desde Bilbao hasta llegar a Torre de Loizaga por carreteritas torcidas. El ultimo tramo del recorrido es por un desvío con un cartelito escueto que indica Torre de Loizaga y tras cruzar un antiguo puente de piedra por el que apenas coge nuestro coche, llegamos a un lugar sorprendente, precioso y solitario en pleno monte, entre arboledas y neblina mañanera.


El Museo de automoviles de Torre de Loizaga está dentro del recinto reconstruido del Castillo de Concejuelo una fortaleza del siglo XIV en Galdames (Vizcaya).

 Rolls Royce: Silver Wraith II (1980)  y Silver Spirit (1984)

Seis pabellones custodian una inmensa colección de vehículos de alta gama en perfecto estado, la colección privada más completa e importante del mundo compuesta por 45 vehículos de la legendaria marca Rolls-Royce, osea todos los modelos existentes de Rolls hasta que en 1998 BMW adquirió la marca.

Cadillac,  año 1909

Además de 30 vehículos más de otras famosas marcas que conformando una colección total de 75 vehículos de todas las épocas que cuenta entre ellos con marcas míticas como Hispano-Suiza, Ford, Ferrari, Jaguar, Lamborghini, Mercedes, Cadillac, etc.


Isotta Fraschini
Motor de 8 cilindros 7.373 c.c. Velocidad max. 140 km/h. Italia 1925.




Salpicadero del Isotta Fraschini
Pabellón nº 1


Delaunay Belleville año 1907
El automovil preferido de Reyes, Emperadores y Jefes de estado europeos. 
4 cilindros, vel. max. 70 km/h.


Hispano Suiza K6 (1936) 6 cilindros, 5.183 c.c. 120 c.v. 140 km/h.


MG-TF 1500



Camión de Bomberos BMC (1936)



Porsche 911 SC

Salpicadero del Cadillac Deville Cabrio (1970)


El "Espíritu del Extasis" simbolo de la marca




Rolls-Royce (1970 a 1990)





Jaguar 4.2



Ferrari Testarossa


Lamborghini Countach 5000



Lamborghini Countach 5000


Bentley 35 (1935)


Rolls Royce



Rolls Royce Phanton IV (1956) 8 cilindros en línea, 5.675 c.c. 

Solo se fabricaron 18 vehículos, hoy existen 17 en el mundo.
Adquiridos por personajes como:

-Isabel II de Gran Bretaña, 2 unidades (1950,1954)
-Sha de Persia, 2 unidades (1951,1956)
-General Franco, 3 unidades (1952)
-Emir de Kuwait, 3 unidades (Una en 1951, dos en 1955)
-Duque de Gloucester (1951)
-Duquesa de Kent (1951)
-Aga Khan (1952)
-Principe Talal de Arabia Saudí (1952)
-Rey Faisal II de Irak (1953)
Princesa regente de Irak (1953)
-Margarita de Gran Bretaña II (1954)







Rolls Royce

Curiosa bocina




Rolls Royce
 
 Allen Runabout (1899), 1 cilindro, transmisión por cadena.








Miguel de la Via, (1932-2009)

La visita al museo no nos dejó indiferentes, salimos encantados y gratamente sorprendidos de la colección, es curioso que un museo como este no esté más promocionado pues es totalmente recomendable su visita.



Al salir del museo tomamos dirección Portugalete y concretamente vamos a visitar el Puente Transbordador más antiguo del mundo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en julio de 2006, el llamado "Puente Vizcaya".

Su construcción se inicia en abril de 1890 y se inaugura oficialmente en julio de 1893.



Como curiosidad, desde 1998 hasta hoy aproximadamente 650 millones de personas han cruzado la ría en su barquilla. La distancia recorrida por esta sobre la ria habría dado 31 vueltas a la tierra.
La barquilla además de personas tambien es capaz de transportar varios vehículos a la vez al otro lado.



Tambien se puede subir a la pasarela superior en un moderno ascensor y dar un paseo de 160 metros a 50 metros de altura disfrutando de unas increibles vistas panorámicas.

Tras un breve paseo por Portugalete y comer, enseguida volvemos hasta el famoso y raro puente para cruzar en la barquilla al otro lado de la ria, osea para pasar a Getxo.


Playa "las Arenas" en Getxo al lado del club marítimo del Abra.



Despues de la interesante visita a lo largo del paseo de la ria hasta la playa, regresamos al puente para volver de nuevo a Portugalete.



Queremos hacer fotos de Bilbao desde el mirador al lado del funicular antes que se haga de noche así que nos vamos enseguida de Portugalete hacia el mirador sobre Bilbao.
Llegamos ya despuntando el sol y disfrutamos del espectáculo acompañados de una pareja de bilbainos con los que entablamos conversación y que nos amenizaron con muchas curiosidades acerca de su ciudad natal.


Hago las últimas fotos ya de noche y tomamos el funicular para bajar de nuevo a Bilbao y pasar el resto de la tarde-noche por la ciudad. Despues de cenar y de nuevo con el último viaje del funicular volvemos de regreso a la parte alta para subir al coche y volver a nuestro hotelito.





LUNES 10 de Diciembre del 2012

La niebla espesa del amanecer al igual que ayer, nos impide ver el paisaje desde la ventana de nuestra habitación. Asomo la cabeza afuera y hace tanto frío que se me hielan las orejas en un segundo.

Hoy tenemos que volver a casa. Desayunamos como cochinos, bajamos la maleta y pagamos la estancia para irnos.
Nos vamos muy contentos y satisfechos del Hotel Artetxe y de Eva, la recepcionista. Antes de marchar aún nos subrayó más sitios de interes visitables por la provincia vizcaina.

Hoy el punto a visitar será la "Ermita de San Juan de Gaztelugatxe" que esta sobre una pequeña islita en la costa.



Salimos de Bilbao por la A-8 dirección San Sebastián y tomamos la salida Amorebieta-Etxano para continuar por la BI-635 pasando por Gernika hasta llegar a Mundaka.



Hacemos un alto en el pueblín de Mundaka para conocerlo y disfrutar de su pequeño puertito pesquero, su ambiente y su gente.



Un rato de fotos y conversación con los pescaderos del lugar (deformación profesional)  y seguimos nuestro camino pasando por Bermeo, el Cabo Matxitxaco y.....



....llegamos a media mañana a dar vista a la preciosa estampa de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe.

Un cartel al lado del aparcamiento nos indica que hay una senda peatonal que nos lleva hasta ella. Al principio el camino está muy bien, todo embaldosado con lajas de piedra, pero enseguida se acaba lo bueno y se convierte en un auténtico barrizal. Esta perfecto para botas de goma ó de trekking pero no para ir con botitas de piel fina y suela lisa como las nuestras.



Nos cuesta mucho trabajo y algunos resbalones pero merece la pena el esfuerzo. No podemos dejar de hacer fotos desde todos los angulos.

Llegado al fondo, el camino termina en una carretera asfaltada y quedamos con cara de flipe pensando que quizá podríamos haber bajado en coche, pero hay algo raro. No hay ni uno solo coche y nos encontramos con otros visitantes que tambien bajaron a pie por el camino, les delata el barro de su calzado.



La subida hasta la ermita es más que expectacular con una pasarela de piedra que atraviesa muy alto sobre mar hasta enlazar con la islita que aloja la iglesia con su campanario y un pequeño albergue para peregrinos.



El entorno es expectacular, de los sitios que yo llamo de "visita obligada".  Regresamos por el mismo senderito-escalera, nada menos que 230 peldaños de piedra y decidimos que vamos a volver por la carretera evitando el barrizal.

Como es lógico la carretera da un gran rodeo para llegar al mismo sitio pero es mucho más cómodo por nuestro tipo de calzado. Casi al final de la carretera nos damos cuenta del motivo por el que no había ni un solo coche. Esta cerrado el paso con barras de hierro clavadas al asfalto y una señal que prohibe el paso a vehículos no autorizados.


Ya en el coche de nuevo solo queda regresar dirección Bilbao para tomar la autovía y volver a casa.

La comida la hacemos de camino a la altura de Saltacaballo muy cerca de Castro-Urdiales.
A media tarde estamos de nuevo en Asturias y muy satisfechos por la estupenda escapadita que nos montamos este fin de semana.